Capítulo 16

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Confusión y Sorpresas.

La paz de la noche se hacía sentir pues todo parecía estar en orden y en silencio, en la casa Shihōin después de la llegada de la morena y la breve visita de Soi Fong, las cosas fueron muy tranquilas Yoruichi aunque al principio había optado por irse directamente a su habitación un poco molesta y desconcertada, tenía tiempo de no sentir esa frustración que había olvidado, el querer entender a la peli azul y arreglar sus problemas, ahora se daba cuenta que el tiempo y los cambios en todo ámbito quizá habían dejado olvidada aquella promesa, con ese pensamiento cayó en los brazos de Morfeo.

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No sabía cuánto tiempo había pasado, pero algo pareció molestar el sueño de la morena al escuchar un pequeño ruido en su ventana aun en su cama suspiro para sí, se levanto para ver que era ese sonido molesto y al llegar a su ventana para su extrañeza esta estaba abierta.

—Tienes el sueño muy pesado princesa — expreso una voz suave detrás de ella, al instante la morena se puso en posición de defensa, contrariada y confundida por quien fuese se había colado en su habitación, la persona se acerco un poco mas dejándose ver.

— Tú — dijo la morena — ¿quien te crees que...?— no hubo tiempo para mas replicas, regaños o insultos ya que fue silenciada con una beso en sus labios, al instante ella forcejeo dando una leve mordida en el labio de la persona que le había asaltado con ese beso.

— ¡Guau! — Exclamo sonriendo con suficiencia y lamiendo su labio — te gusta agresivo mi princesa.

La morena abrió sus ojos en sorpresa y con incredulidad al ver que la peli azul estaba ahí en su habitación — ¿como te has metido, a que juegas Soi Fong?

La peli azul se acerco a ella tanto como pudo pues la morena retrocedía tratando de tomar distancia hasta que su espalda toco la pared en ese momento le acorralo contra la pared, la morena le miraba expectante a la vez que su respiración se agitaba levemente, Soi Fong acerco su rostro al cabello liliáceo de la morena y aspiro su aroma mientras juntaba su cuerpo al de Yoruichi que se estremeció ante ese acto, luego puso su rostro cerca del de la morena — se que deseas besarme, lo note cuando te acompañaba a casa — señalo sonriendo — esa forma de mirarme como ahora — indico con una picara sonrisa la peli azul.

Yoruichi respiraba agitadamente y por mucho que quisiera negar lo que la joven Fong decía no podía negarlo, su cuerpo no le permitía pensar claramente por mucho que su orgullo quisiera, sus manos estaban inquietas y lo primero que hizo fue tomar a la peli azul de sus caderas y apegarla a ella dejándose llevar capturando los delgados y finos labios de Soi en un beso apasionado y urgente, al instante pudo sentir que ella le correspondía de la misma manera mientras los delgados dedos de Soi acariciaban sus piernas de manera urgente llevándolas hasta su trasero que ella masajeo levemente.

El ambiente se torno un poco caluroso y después de tomar un poco de aire para llenar sus pulmones Soi Fong y Yoruichi volvieron a devorarse entre besos ardientes, caricias que cada momento parecían ser insuficientes, con la necesidad de sentir más cerca a Soi la morena enredo una de sus piernas en la cadera de la peli azul que en el beso sonrió y jadeo levemente, Soi no perdió tiempo y tomo a la morena de su trasero levantándola y llevándola hacia la cama, hubo un momento de expectación y emoción al ver que la peli azul estaba por despojarse de su ropa, de pronto Yoruichi comenzó a escuchar en la lejanía unos golpes, miro a una lado y otro contrariada hasta que todo se puso negro y ella despertó con la respiración agitada y sudando — un sueño— susurro.

—Yoruichi levántate — gritaba Minako al otro lado de la puerta — se te hará tarde.

—Ya voy mamá— respondió y los toques cesaron, al momento la morena tomo su almohada y la puso sobre su cara dando un pequeño grito, luego de apartar la almohada de su rostro suspiro largamente — increíble, era solo un sueño — se quejo suavemente, se dispuso a levantarse de su cama — obvio que era un sueño Shihōin — comento para sí misma — aunque no voy a negar que se sentía tan bien, bueno hay que trabajar — susurro para sí y se fue a tomar su respectiva ducha muy fría por cierto, luego bajaría a desayunar y partiría a su trabajo.

Historia de Una GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora