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Un día menos en su calendario, eso significaba que era un día menos de espera para que sus pequeños cachorritos nazcan y eso lo agradecía el omega llamado San.

Desde el día en que volvió a su casa se sintió más tranquilo, ese día durmió como nunca antes, abrazado a su alfa como si fuera un koala y disfrutando de la seguridad que le transmitía el estar entre sus brazos. Los siguientes días también los disfrutó, ya que su padre se quedó en la casa que ahora compartía con su alfa, todo con el pretexto de ayudar a su hijo y yerno en los quehaceres de la casa. Sin embargo se tuvo que ir al día siguiente, no podía quedarse mucho más ahí debido a que no podría dejar su trabajo pausado más tiempo, así que se fue y dejó a la pareja sola.

En los siguientes días muchas personas también se presentaron en su casa, sus amigos lo habían ido a visitar con el propósito de ayudar a la pareja y pasar un rato con ellos, eso lo hacía muy feliz ya que lo distraía de los malestares del embarazo y el excesivo cuidado de Wooyoung.

En ese momento se encontraba solo en casa, Wooyoung había salido un momento a comprar alimentos para su despensa, así que no tenía con quién conversar. Había prendido la televisión pero la apagó al no encontrar nada bueno que ver y no tenía ganas de ver películas ni nada por el estilo. En resumen, estaba sumamente aburrido.

Sus días desde que regresó también habían sido aburridos, por orden de Yeosang debía guardar reposo todo lo que pudiera, debido a que su estado aún era delicado y eso significó que Wooyoung se asustara en demasía y lo sobreprotegiera al punto de no dejarlo poner de pie a menos que sea necesario.

Eso molestaba al omega, no estaba acostumbrado a estar tanto tiempo en cama. Hasta cierto punto ya lo estaba volviendo loco todo eso, no quería quedarse en cama, quería salir a caminar, quería bailar y divertirse pero... Debía hacer el esfuerzo de quedarse acostado, lo que menos quería era perder a sus cachorros. Ya una vez pasó el horrible susto de casi perderlos, no quería que eso pasara de nuevo.

-vamos Choi San, se fuerte. - se dio ánimos

Suspiró y miró su un poco abultada pancita, todavía le parecía algo irreal cada vez que veía esa parte de su cuerpo. Aún no se creía por completo que 2 seres humanos crecían ahí, por eso deseaba que su vientre creciera de una vez, así por fin estaría seguro.

Con una de sus manos levantó un poco su suéter, su vientre lucía hinchado y se sentía más durito al tacto, con delicadeza pasó sus dedos por encima sintiendo el lazo que lo unía a los pequeños. Sus bebés... Sus bebés estaban ahí, en unos cuantos meses podría ver su vientre crecido, sentir su pataditas, verlos por primera y llenarlos de cariño como solo él podía hacerlo. Los amaba tanto y anhelaba tenerlos ya en sus brazos...

-Sannie? Estas llorando... Que ocurrió? Te duele algo? Te sientes mal? - un Wooyoung alterado lo veía esperando su respuesta.

-solo imagino; tu, yo y nuestros bebés siendo felices juntos. Ya quiero que nazcan, Wooyoung.

-yo igual - el alfa se fue acercando y se posó a su lado en la cama. - quiero tenerlos en mis brazos, quiero cuidarlos a los 3 de todo y todos... San, te amo - posicionó sus dedos sobre los del omega, justo sobre su vientre. - gracias por darme tanta felicidad, gracias por amarme y darme una familia...

-de nada, gracias a ti por amarme a pesar de todo. Gracias por rescatarnos.

Ambos se recostaron en la cama, San encima de Wooyoung mientras disfrutaba de las leves caricias que este le daba.

-cierto, no vamos a poder tener sexo al menos hasta la semana 20. Eso me molesta - habló el omega - aish, adiós a nuestras noches de pasión

-solo serán unos cuantos meses, no decesperes. Además cuando quieras podemos jugar un poco - dijo esta vez el alfa con una cara muy sugerente 7w7

Be my boyfriend [Seongjoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora