𝐇𝐄𝐋𝐏 ── steve rogers [𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀]

→𝐘𝐎𝐔 𝐀𝐑𝐄 𝐎𝐊

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CHAPTHER TEN:
→𝒀𝑶𝑼 𝑨𝑹𝑬 𝑶𝑲

Amber se movió inquieta en la camilla, Natasha, quién estaba sentada en la silla junto a ella, se acercó y la movió lentamente.

—Amber, vamos despierta, estás bien.

Amber abrió lentamente los ojos, y le tomó unos cuántos segundos lograr acostumbrarse al lugar en donde se encontraba, la mirada intensa de Natasha le hizo recordar todo lo que le había pasado y también el porqué había tenido otra pesadilla.

—Nat...—la rubia apretó la mano de la espía.

—Descuida, estás bien, te estamos cuidando muy bien.—le ayudó a sentarse con cuidado en la camilla y acomodó la almohada en su espalda.—Tuviste otra pesadilla.

—Si, soñé con Andrew, Nat estoy muy asustada, yo se que él está enojado conmigo pero trató de matarme, no se como pudo pensar en algo así.

—Descuida, él nunca más volverá a hacerte daño, aquí te vamos a cuidar Amber.

Las dos rubias conversaron un poco, Amber aún sentía el dolor en su abdomen pero trataba de ignorarlo, pronto le darían alguna pastilla y eso le haría dar mucho sueño, y por ahora ya no quería dormir más, se volvería loca encerrada más tiempo en esa habitación.

—¿Dónde está Steve?

—Lo saqué de aquí, no ha comido estos días por cuidarte, ahora está desayunando pero estoy segura que en unos minutos estará aquí.—Nat dejó escapar una risita cuando recordó como su amigo se negaba a soltar la mano de la rubia.

Y como si lo hubieran invocado, Steve entró a la habitación.

—Amber, que alegría verte despierta.—se acercó a la mujer y le pasó la mano por el cabello.—¿Cómo te sientes, te duele algo?

—Estoy bien, solo me duele un poco el abdomen pero no tanto como anoche.

—¿Quieres que le diga a Bruce para que te de algo para el dolor?

—No, no.—se negó rápido Amber.—Ya no quiero dormir más, esas pastillas me hacen dar sueño, de ser posible quiero salir de aquí, no soporto estar encerrada.

Nat y Steve se observaron y la espía se encogió de hombros.

—Buscaré a Bruce para que vea como estás, si ya estás un poco mejor te sacamos de aquí, si no entonces te quedas.—le dijo la espía y salió.