𝐇𝐄𝐋𝐏 ── steve rogers [𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀]

→𝐍𝐄𝐖 𝐋𝐈𝐅𝐄

𝐇𝐄𝐋𝐏

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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐇𝐄𝐑 𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓𝐄𝐄𝐍:
→𝑵𝑬𝑾 𝑳𝑰𝑭𝑬

Cuándo Amber despertó, tuvo que parpadear varias veces para poder orientarse, rápidamente la noche anterior vino a su mente, se llevó una de sus manos a la cara para apartar su cabello rubio, y escuchó los latidos del corazón de Steve.

Había despertado con su cabeza apoyada en el pecho de Steve, este tenía su brazo izquierdo rodeando la espalda de la rubia, y su mano derecha subía y bajaba por el brazo de ella.

Amber levantó un poco la vista y encontró a Steve despierto, viendo fijamente al techo de su habitación.

—Buenos días.—susurró la rubia.

Él bajó la mirada para encontrar los ojos verdes de Amber.

—Buenos días Amber, ¿cómo estás?

—Estoy bien, ¿dormiste siquiera un poco?—Steve continuó subiendo y bajando su mano por la suave piel de la rubia.

—Sólo un poco, y fue más una pesadilla.

—¿Sabes cuánto tiempo llevas despierto?

—Un buen rato.—dijo, Amber quería convencerse a si misma que él no se había ido por ella.

Volvió a bajar su vista y ahora tocó el pecho de Steve con su mano, en cualquier otro escenario donde la mitad de la población no hubiera desparecido, se habría sentido plena de despertar junto a un hombre, y aunque se sentía cómoda con él, no era momento de enamorarse, menos si Steve estaba tan preocupado por lo acontecido hace unas horas.

—¿Aún no ha amanecido?—preguntó ella después de unos minutos en silencio.

—Son las cuatro de la mañana.—Amber se sorprendió, estaba tan desorientada que en realidad no se dio cuenta que la habitación estaba apenas iluminada.

—¿Quieres que nos vayamos ya? Porque de todas maneras, no parece que fueras a dormir de nuevo.—Amber se apoyó sobre su codo para verlo.

Tenía una mirada llena de tristeza que estaba tratando de disimular.

—Sería lo mejor, antes de que todos despierten, aunque no estoy seguro de si alguien habrá dormido.

—Pero si quieres primero hablar con tus compañeros, no tengo ningún problema, te esperaré.

—No tengo nada que decirles, ya se acabó todo, estoy seguro que todos se irán pronto.—dijo, con un tono de voz cargado de tristeza.

—Está bien, como tú quieras.