Gonzalo
Cuando llegué a la casa de Julia, toqué tres veces y al toque me recibió haciéndome pasar.
—Que bueno que venís Gonza, te estábamos esperando todos, algunos ya están en la fiesta, ¿vos venís con mi hermano y conmigo verdad?— preguntó rápidamente mientras se maquillaba, casi no le había entendido un choto
—Eh, si— afirme alzándome de hombros y Julia asintió sin verme, escuché a alguien bajar por las escaleras y una mina con el cabello ondulado corto y con unas ojeras bien pronunciadas, bajó despacio mientras veía al suelo
—Ay Katia, vení te presento a un amigo, se llama Gonzalo— dijo Julia mientras la ponía enfrente de mi, ella solo sonrió nerviosa y me estiró la mano
—Katia— dijo sonriendo y le sonreí también, tome su mano y terminó dándome un palmazo en esta
—Si no te caigo bien, decimelo, no hace falta la violencia— dije mientras sobaba mi mano, ella se puso roja y empezó a negar frenéticamente con la cabeza
—N-no, perdón, es que...
—Ah, Gonza— se metió Julia agarrando por los hombros a Katia— Katia tiene un problema, tiene *ST
—¿Posta?— pregunté sorprendido y Katia asintió, y si era cierto, al ponerse nerviosa su cuerpo había tenido pequeños brincos— en ese caso perdóname vos a mi, no sabía
—No te preocupes, creo que debí decirte antes de presentarme— dijo riendo mientras sus manos se movían raro por ratos— voy arriba
—Si, anda cariño— dijo Julia sonriendo y Katia subió las escaleras rápido—¿un poco rara no crees?
—No— dije serio, no por que tuviera una condición quería decir que era rara, o molesta
—Bueno, vámonos— dijo Leonardo saliendo de su habitación ya vestido, lo saludé y bajó, puesto que él Uber ya estaba esperándonos
—Vamos— dijo Julia y fruncí el ceño
—¿Katia no viene?— pregunté confundido y Julia negó sonriendo
—Katia no sale a fiestas, ¿nos alcanzas allá?— asentí, me dio un beso rápido en la mejilla y salió casi corriendo
No estaba entendiendo nada, igual no era complicado de buscarle una lógica, claramente no querían llevarse a Katia, no porque ella no fuera a fiestas, sino, todo lo contrario. La vi bajar de las escaleras con el celular en la mano, solo que ahora estaba peinada, y estaba vestida como para ir a una fiesta, y por dentro sentí lástima.
—¿Que haces vos acá?— preguntó mientras se guardaba torpemente el celular
—Les dije que los alcanzaría después
—¿S-se fueron?— preguntó con una pizca de desilusión en sus ojos, casi a punto de aguadarse
—Si— dije y miró para otro lado, mientras miraba al suelo, empezó a mover las manos rápidamente mientras que también sacudía la cabeza, supuse que le estaba dando un ataque de esos tics— eu, tranquila
—Me dejaron— susurró y negué con la cabeza, sabía que lo que iba a hacer estaba mal, por que no la conocía y no sabía ni una mierda de cómo tratar a una persona con condiciones así
—Mírame— pedí pero se negó— dale Katia mírame— pedí de nuevo y esta vez antes de soltar un suspiro me miró fijo a los ojos— tranquila ¿si?, respira hondo, cálmate...dale
—G-gracias— murmuró cuando logró calmar su ataque, asentí y por alguna razón no pude sacarle los ojos de encima, aún me miraba haciéndome poner nervioso, carraspeé y toqué su hombro en señal de que no pasaba nada
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luna - bizarrap
Fiksi Penggemarella tiene una enfermedad, él está enfermo de amor. lenguaje argentino.