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—¿Entonces vienen?.— preguntó Mauro al otro lado de la línea y Gonzalo miró a Mara esperando una respuesta

—Si no queres no, no sé si estés de ánimos aún para una fiesta.— dijo Gonzalo dándole la libertad de decir que no

—S-si, si quiero ir. Tampoco es bueno que esté encerrada toda la semana.— habló alto para que Mauro escuchara y Gonzalo asintió con una mini sonrisa

—Ya escuchaste.

—Bueno, entonces nos vemos mañana acá, traigan algo si no es molestia.— pidió y Gonzalo murmuró un si— Bueno, chau.

Mauro estaba organizando la fiesta del cumpleaños de Antonella, era una sorpresa. Y como Mauro había visto a su amigo muy pegado con Mara decidió invitarlos a los dos.

Ya había pasado casi un mes de la muerte de su padre, y lo había llevado bastante bien gracias a Gonzalo, solo que su madre aún estaba triste y decaída. Pero Mara siempre la animaba cada vez que se le presentaba la oportunidad; sabía que para su madre era muy importante, ella juraba que era el amor de su vida, y que era un poco injusto que la dejara, cuando le había prometido morirse con ella.

Pero él se adelantó.

—¿No habrá problema si vamos juntos?— preguntó Mara nerviosa y Gonzalo la miró confundido—, digo es el cumpleaños de la amiga de...Katia.

—Ah— murmuró Gonzalo y tragó grueso— ella no va a venir.

—¿Por que tan seguro?.

—Se fue del país, nadie sabe a donde pero ya tiene dos meses, casi tres fuera. Así que dudo que venga.— explicó y Mara asintió

—¿Por que se fue?.— preguntó, sintió que tenía que quedarse callada pero no pudo

—N-no lo se... por mi supongo.— alzó los hombros y Mara sintió algo al ver como él aún se ponía vulnerable al hablar de ella

¿O sea que aún sentía algo hacia Katia?.

—¿Que pasó?.

Gonzalo la miró y quiso decirle que no preguntara, que ya no importaba; y menos por que no quería darle una mala imagen de él. Por besarse a su ex y por... hacerle daño en la cama.

—Me besé con mi ex, una ex a la que a ella le hizo mucho daño. Y yo aún así la besé, estaba tomado pero... yo creí que ella también me estaba haciendo cornudo con un pibe, pero me equivoqué, me confundí y... lo mandé todo a la mierda.— dijo frustrado, no podía evitar sentirse como un estupido

Pero supo que tenía que calmarse, tenía a otra chica enfrente, una chica que lo quería y que probablemente se sentiría mal al ver como aún le causaba algo su error, y que le causaba algo hablar de ella.

Negó con la cabeza y soltó aire por la nariz.

—Pero no... no creo que haya problema en que vayas.— decidió dar por terminada la conversación y Mara asintió

Y eso no la había dejado muy convencida; sabía que algo más pasaba.

🌙

Katia puso las manos en su vientre y no podía creer que había un bebé —o un feto— dentro de ella. Sus ojos ardieron y volvió a llorar por tercera vez en el día. Sollozó y Aelig al escucharla saltó a sus piernas y empezó a lamerle la cara.

Katia lo apartó un poco y lo abrazó llorando aún, Michele apareció en su campo de visión y se puso de cuclillas enfrente de ella y bajó al perro para después tomarle ambas manos a Katia calmándola. Le sonrió y le limpió las lagrimas una vez más, Katia tenía los ojos muy hinchados y tenía unas ojeras bien pronunciadas bajo sus ojos.

luna - bizarrap Donde viven las historias. Descúbrelo ahora