Gonzalo
Cuando llegué al nuevo trabajo de Katia, estacioné y entré buscándola, estaba sentada en una mesita mientras explicaba unas cosas a unos nenes de unos seis a siete años. Tenía en sus manos a un conejo al igual que los demás, cuando leí un letrero que decía "mini zoológico", lo entendí todo. Me recargué en un muro para verla desde lejos, aún no se había dado cuenta de mi presencia, después de unos minutos más, los nenes se levantaron y se fueron, Katia dejó al conejo en un tipo de corral y al darse vuelta me miró.
—No avisaste que habías llegado— dijo cuando estuvo enfrente de mi
—No lo sentí necesario, ¿a si que, animales?— pregunté alzando una ceja y Katia sonrió
—Si, ¿querés mirar?— preguntó y me negué— dale no seas grosero
—No— dije cuando me tomó del brazo para llevarme al corral donde estaban los conejos, Katia cargó a uno y lo acarició
—Los conejos me ayudan también— dijo y clavé mi mirada en el conejo gris que cargaba, me miraba con sus ojos café oscuro— tomá
—N-no gracias— dije haciendo un movimiento con mi mano
—Dale, ¿por que no?
—Por que no— dije alejando al conejo que seguía mirándome directamente— por favor, sácalo me da miedo
—¿Que?— preguntó sorprendida al mismo tiempo que se reía
—Que si nos vamos— dije cambiando de tema— dale
—¿Te da miedo esta cosita?— dijo poniéndolo enfrente de mí de golpe y cerré los ojos con fuerza
—Katia— me quejé tapándome la cara
—¿Posta te da miedo?
—Si, ¿y?— pregunté a la defensiva, me miró alzando una ceja y alejó al maldito conejo por fin
—¿Por que?
—Que te importa— dije sin mirarla, me picó con su dedo en mi brazo para que la mirase—¿que Katia?
—Decime— pidió haciendo puchero, rodé los ojos y solté un suspiro
—Cuando era chiquito, me daba mucha curiosidad, los conejos, y todo ese tipo de animales. El primer conejo que toqué me mordió el dedo horrible, lloré mucho... y desde ahí les tengo un miedo terrible— expliqué y Katia me miró sonriente
—¿Volviste a tocar uno?— preguntó y negué— cárgalo
—¿Que?, no— dije negando con la cabeza
—Dale Gonzalo, no te va a hacer nada— dijo y me alcanzó al conejo, empezó a moverse por los ligeros espasmos que estaba teniendo Katia ahora— dios, tómalo o te cago a trompadas
—Dale, dale— dije resignado, lo cargué y al principio lo tuve medio metro lejos de mi, después al ver que me quería oler lo dejé, lo acerqué a mi pecho y por arte de magia se escondió para dormirse— genial, ahora no me puedo mover
—Te quiere— dijo Katia contenta, acarició al conejo y me pegó un manotazo en el hombro
—Boluda— dije y se empezó a reír, sabía que no lo hacía a propósito—¿bueno nos podemos ir?
—Decile al conejo— dijo alzándose de hombros, rodé los ojos y alejé al conejo para dejarlo en el corral, fue corriendo con otros conejos para hacerse bolita y dormirse
—Listo— dije sacudiéndome la remera, empezamos a caminar hacia la salida y un chico se nos cruzó enfrente
—Ah Katia, ¿te vas ya?— le preguntó y ella asintió sonriendo— bueno, te veo mañana entonces

ESTÁS LEYENDO
luna - bizarrap
Fanfictionella tiene una enfermedad, él está enfermo de amor. lenguaje argentino.