04

4.1K 277 152
                                    

Katia

—¿Que?— pregunté sin entender y Gonzalo sonrió

—Creo que no lo dije de la manera correcta, ¿querés tomar algo y hablamos?— preguntó y asentí, empezamos a caminar, mientras yo estaba guardando las pocas fotocopias que habían sobrado— no quiero asustarte ni nada, ha pasado un mes desde que te conocí, y es muy desubicado que te diga qué hay que vivir juntos así como así

—Viéndolo así, si fue un poco raro— dije riendo— pero, no te preocupes, creo que si lo hablamos con más claridad, llegamos a una conclusión

—Me parece perfecto— dijo abriendo la puerta de la heladería para hacerme pasar— ¿querés ir a sentarte?, yo pido

—Bueno— acepté y me separé de él para ir a buscar una mesa, cuando encontré una vacía me senté, esperando, los nervios comenzaban de nuevo, y con ellos mis peores tics, pero no podía pasarme ahora, así que cerré mis ojos y respiré hondo para calmarme

—¿Todo bien?— escuché que preguntó y abrí los ojos para asentir

—Si— dije y sonrió para darme un helado de menta—, mi gusto preferido

—No lo sabia, igual parecía que te gustaba—  dijo alzándose de hombros

—¿Puedo preguntar algo?— cuestione y asintió—¿p-por que me ayudas?

—¿Como que por qué?— cuestionó confundido

—Si...¿es por lástima?, ¿por que una parte de ti dice que lo hagas por que soy una persona enferma?...

—No— me interrumpió y lo miré— para empezar, no sos una persona enferma, al menos para mi no, para mi sos normal Katia, y si te ayudo es por que me nace hacerlo, por que quiero, y por que, me caes muy bien y sos mi amiga

—¿De verdad?

—Si, no sabía si decirte esto pero... me pone mal que cuando te quiero ayudar enseguida tu mirada refleja tristeza, ese día que me abrazaste me alegró que lo hayas hecho. Yo quería hacerlo pero no pude— dijo sin verme mientras miraba y toqueteaba su helado

—Mejor no hay que hablar más de eso, pero gracias, de verdad gracias por todo lo que estás haciendo...por mi— agradecí y el sonrió negando con la cabeza

—Me encanta ayudarte

—¿Estas viviendo solo?

—No, con mi mamá

—¿Y como vamos a vivir juntos si vivís con tu mamá?— pregunté con una sonrisa

—Compre un departamento, me lo entregan en dos semanas— justificó y asentí con la cabeza

—Ah, entonces en esas dos semanas yo puedo organizarme con Julia y...

—No— me interrumpió riendo y fruncí el ceño— la idea es que salgas de ahí lo antes posible, en esas dos semanas te mudas conmigo a casa de mi mamá

—¿Es un chiste cierto?— negó riendo y negué con la cabeza— Gonzalo no puedo vivir con tu mamá, no la conozco

—Eso se puede arreglar— dijo alzando una ceja y al pensar cual era su idea negué frenéticamente—¿terminaste?

Asentí y nos levantamos de la mesa para ir a pagar, salimos casi corriendo de la heladería, Gonzalo venía apresurándome por que claramente yo no quería ir a ninguna parte. Caminamos unas calles y cuando estuvimos en la vereda me detuve mirando la casa por fuera.

—No voy a entrar si eso es lo que crees— advertí y alzó una ceja diciéndome con la mirada que iba a entrar— no, no

—Katia— me llamó cuando empecé a correr, me alcanzó y me agarró de la cintura— dale, no tenés cinco años

luna - bizarrap Donde viven las historias. Descúbrelo ahora