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Katia

—Ya estoy llegando— le dije a Antonella por el celular, me cortó la llamada y después vi la puerta de su casa abrirse, Gonzalo me ayudó a bajarme sentándome en la silla de ruedas— gracias

—Ah mi vida— dijo Antonella sonriendo para ir y dejarme un beso en la mejilla— estás hermosa hoy, que digo hoy, toda la vida

—No inventes cosas— le dije riendo y negó con la cabeza para hacerme pasar a su casa

—¿Quieren tomar algo?— preguntó Antonella y antes de poder responderle, Gonzalo habló

—En realidad yo me tengo que ir— Antonella hizo puchero y Gonzalo se disculpó— tengo una juntada con un amigo, estamos organizando algo. Pero más tarde vuelvo, recojo a Katia a la noche

—Está bien, anda, con cuidado— le dijo Antonella despidiéndose y Gonzalo le sonrió

A mi me agarró de la mano para decirme que más tarde volvía y dejó un beso largo en mi mejilla.

—Chau— murmuró y con Antonella lo despedimos

—Arriba está Penélope, espero no te moleste— negué con la cabeza y Antonella asintió y fuimos a la cocina— y eu, a mi no me ven la cara de boluda eh. ¿Eso que fue?

—¿Que cosa?— pregunté riendo y Antonella se puso las manos en la cintura

—No te hagas del rogar Kati, la agarradita de mano y ese besito tan lindo, cuenta a ver— me codeó y rodé los ojos, se acomodó una silla enfrente de mí y se sentó para esperar a que abra la boca

—La posta no es nada, tipo no estamos juntos ni nada de eso— expliqué y Antonella me interrumpió

—Pero hay algo, ¿no?

—S-si— susurré nerviosa con solo recordar lo de ayer— se confesó conmigo, me dijo que le gustaba, y bueno yo le dije que él también a mi. Por que es la verdad

—¡Ay no que lindos!— chilló Antonella y me abrazó— me alegro mucho por vos reina, yo sabía que había algo, y más por parte de él, se notaba a kilómetros que le atraías

—¿De verdad—Antonella asintió y sonreí— yo creo que el igual me gustaba, pero no lo quería aceptar, ademas, Martín se me cruzó y me olvidé un poco de Gonza

—Bueno, pero Martin es un pelotudo de lo peor, es mejor no nombrarlo

Asentí y vi a Penélope pasar por la puerta de la cocina, pero no parecía bajar las escaleras, parecía que había estado escondida escuchándonos. Tenía el celular en la mano, me regaló la sonrisa más falsa del mundo y se sentó en el sillón a hablar por teléfono.

—Eu, te tengo una sorpresa. Ya vengo— dijo Antonella saliendo de la cocina corriendo

Me quede en la cocina sin hacer nada, solo tomándome el vaso de agua que me había regalado Antonella. Vibró mi celular y lo saqué de mi bolsillo para ver el mensaje de Gonzalo, aunque era un audio de voz, así que lo puse.

Ya estoy con Mauro, decí hola Mauro.
Holaaaa, cuñada
No hagas caso a lo último, aunque bue si queres podés ser la cuñada de este pendejo
Que le diste a mi Gonza, esta re mal Katiaaa
Me voy, paso por vos cuando vos me digas, cuídate y te mando un beso.

Sonreí cuando escuché a Mauro decir todas esas cosas, le respondí que estaba bien y que yo también le mandaba un beso. Y automáticamente apague el celular, me ponía nerviosa mandarle ese tipo de mensajes a él. Penélope entró a la cocina mientras seguía hablando, me hice a un lado en la silla para dejarla pasar y empezó a hablar sin importarle que yo estuviera ahí.

luna - bizarrap Donde viven las historias. Descúbrelo ahora