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Katia

—¿Ya es todo?— preguntó Gonzalo cuando puso la última caja en el camión de mudanza

—Yap— dije asintiendo con la cabeza, volvimos a su casa, para despedirnos de su hermano y de su mamá

—Ma, nos vamos ya, ¿necesitas algo antes de que me vaya?

—Si, que no te lleves a Katia— dijo haciendo puchero y me abrazó, sonreí y le devolví el abrazo

—Prometo venir a visitarla— le dije cuando se separó de mi, asintió y dejó un beso en mi frente

—Con mucho cuidado, y después nos invitan a su casa— dijo Juan y asentimos, también le dimos un abrazo y salimos de la casa para montarnos en el coche de Silvia, el cual ya era de Gonzalo por que se lo había regalado

Cuando llegamos bajamos las cajas del camión de mudanza, Gonzalo me ofreció que yo abra, entramos y me quede boquiabierta, nunca había venido a ver el departamento antes, era muy grande. Tenía una pileta en el jardín trasero, era de dos pisos, había tres habitaciones, simplemente era hermosa.

—Uy, veo la habitación mas grande y la pido automáticamente— dije sonriendo y Gonzalo negó con la cabeza como un nene de cinco años

—No, es mía— dijo y negué, dejé la caja en el suelo y subí corriendo las escaleras, Gonzalo me persiguió y cuando abrí la puerta de la habitación sentí un cuerpo chocar por atrás mío haciéndome caer al suelo

—¡Aia!— me quejé y mi cara ardió cuando vi a Gonzalo encima de mi mirándome— me lastimas

—P-perdón— dijo nervioso y se levantó, me dio la mano y me ayudó a levantarme—¿estás bien?

—Si— dije y nos quedamos en silencio

—T-te podes quedar con la habitación, no tengo problema— dijo cortando el silencio y solo asentí— bueno me voy

Asentí de nuevo y cuando iba a salir choque de nuevo con el, le sonreí nerviosa y ahora si salí para bajar por la caja, la subí y me encerré en la habitación para empezar a acomodar algunas cosas, no era necesario hacerlo todo de una vez, solo para poder pasar la noche y al día siguiente terminar con todo. Alrededor de tres horas ya estaba más presentable la habitación, había podido acomodar la mayoría de la ropa, después de eso salí para pegarme una ducha, intentando no tardarme, tenía que ir a mi sesión con Mar en un rato.

—¿Que no tenías que estar allá, ya?— preguntó Gonzalo cuando me vio peinarme y asentí

—Se me hizo un poco tarde— dije sonriendo y asintió—¿vas conmigo?

—Claro— sonrió y asentí, salimos de nuestra casa para montarnos en el coche, me puse el cinturón con un poco de esfuerzo y cuando lo logré tiré mi espalda hacia atrás— ah tomá

—¿Es la...— asintió interrumpiéndome

—Obviamente debes de tener llave de la casa Katia, entonces te saque una copia antes— dijo mirando al frente, me miró un segundo para sonreírme y guiñarme el ojo

—G-gracias— dije toqueteándola, no dijo nada más, solo lo vi sonreír mientras manejaba prestando atención al camino

Cuando llegamos Gonzalo estacionó para después ayudarme a bajar, entramos y subimos las escaleras, Gonzalo me abrió la puerta y Mar nos recibió feliz.

—Pasen— dijo haciéndonos pasar— ya tenía mucho que no venías Gonzalo

—Ah, si— dijo riendo— perdón, pero Katia no me había dicho nada, hasta hoy

luna - bizarrap Donde viven las historias. Descúbrelo ahora