Katia se removió en la cama cuando sintió luz en la habitación, ya era de mañana y su cuerpo desnudo sintió frío, así que tomó las sábanas para cubrirse completa.
Miró a su lado y ahí lo vio, dándole la espalda, dormido. Viendo su espalda blanca llena de rasguños que ella le había hecho hace unas horas, estaban rojas y le dio algo de pena, así qué pasó sus dedos por cada uno de los rasguños. Ella también estaba lastimada, pero no tanto como él, lo que ella tenía eran los dedos de Gonzalo marcados a los lados de la cintura, en el cuello y en la muñeca, los tenía marcados como moretones.
Sabía que nunca olvidaría esa noche, puesto que; había sido tan fuera de pensamiento, no se habían cuidado, se habían mordido y lastimado mutuamente, había sido salvaje, esa era la palabra adecuada.
Y a Katia le pareció absurdo cuando él antes de quedarse dormido le susurró un te amo. No le vio significado a sus palabras, así que no le contestó, solo lo ignoró quedándose dormida con un dolor en la entrepierna.
Al despertarse y verlo dormido pensó en qué tal vez podría perdonarlo, por que lo quería, lo amaba, estaba enamorada de él. Pero ella sabía que no era lo correcto, no no y no. Y capaz él ya no estaba enamorado como ella de él, tal vez ya se había enamorado de la otra.
Ella se iba a ir, lejos, muy lejos, lo había pensado toda la noche. Y al final lo decidió, hoy iba a ponerle fin a todo, un fin definitivo, hoy, lo dejaba.
Para siempre.
Se acercó y dejó un pico en la espalda de Gonzalo para después levantarse de la cama con cuidado y darse una ducha de mucho rato, quería pensar, quería llorar, gritar, quería hacer muchas cosas pero iba a necesitar horas para hacerlo todo y satisfacerse. Cuando salió aún Gonzalo estaba dormido, buscó un vestido de encaje de color hueso y se lo puso, buscó el anillo dorado y después de pensarlo un poco; lo colocó en su dedo anular y sonrió.
Se sentó frente al espejo y se maquilló muy suave, mientras que buscaba viajes a su destino ya más que decidido. Cuando terminó dejó todo impecable, y sabía que el momento se acercaba cada vez más.
Se sentó en la cama a lado de Gonzalo, y le acarició el brazo desnudo, Gonzalo se removió un poco molesto en la cama y al final abrió los ojos despacio encontrándose con un ángel.
Literalmente.
—Ya estas.— le dijo apenas la vio arreglada y Katia asintió—¿se hace tarde?.
—No— susurró ella acariciándole una mejilla y quiso llorar, pero se trago sus lágrimas—, aún tenés unas dos horas para arreglarte.
—¿No querés ponerte otra cosa?, se te notan las cicatrices.— dijo viendo el vestido que se había puesto. Estaba hermosa si, pero se le veían sus heridas ya curadas.
—N-no quería ponerme este vestido hoy.— dijo haciendo un puchero ligero y Gonzalo sonrió
—Está bien— susurró igual intentando mantenerse despierto, pero tenía mucho sueño. Anoche habían dormido tarde, muy tarde—, ¿todo bien?.
Le preguntó con miedo a su respuesta, él era consciente que había sido un poco duro mientras lo hacían. La había lastimado irrepetibles veces, pero ella también había sido dura con él.
—S-si— susurró Katia, no estaba bien.—, no te preocupes
—¿Me das un beso?.— le pidió con una sonrisita y Katia tuvo esperanzas en que él Gonzalo que ella había conocido, regresara
Pero sacó ese pensamiento cuando le apretó la muñeca en señal de que más que habérselo pedido, la estaba obligando a besarlo.
Katia le sonrió y se acercó dándole un pico, cuando quiso separarse; Gonzalo le puso la mano en la nuca evitando que se separe de él. Y le succionó los labios con fuerza.

ESTÁS LEYENDO
luna - bizarrap
Fanfictionella tiene una enfermedad, él está enfermo de amor. lenguaje argentino.