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maratón 1/2

Gonzalo se refregó los ojos cuando en la oscuridad y las luces de la fiesta; divisó a Katia a lo lejos. Una figura femenina se acercaba a él y él mismo juraba que era ella.

Pero, no lo era.

Solamente era una chica que iba bajando las escaleras para ir a bailar como hace un rato lo estaba haciendo. El alcohol estaba haciendo ver cosas a Gonzalo. Y claro la extrañaba, apenas se cumplía una semana y media desde que lo dejó, desde que le deseó la misma muerte.

Una semana y media y para él ya había pasado una eternidad.

—¿Estas bien?.— le preguntó una voz femenina a sus espaldas, él estaba intentando subir las escaleras torpemente para ir al baño

—S-si...— dijo arrastrando las letras intentando subir escalón por escalón en la oscuridad

—Te ayudo.— se ofreció y Gonzalo no se negó; se dejó ayudar por aquella extraña voz

No podía siquiera verle la cara, estaba oscuro y solo sintió sus dedos finos y fríos en su brazo para apoyarse y subir las escaleras con cuidado. Cuando llegaron hasta arriba Gonzalo caminó como pudo al baño, abrió la puerta y al ver que no estaba ocupado entró; pero no la cerró.

La chica iba a cerrarle la puerta por él pero Gonzalo la detuvo y señaló su pantalón.

—¿M-me ayudas?.— le pidió y la chica tragó grueso

Tenía miedo de salir violada por ayudarlo, pero aún así aceptó. Entró al baño con él y le desabrochó el pantalón, después Gonzalo le dio una mini sonrisa de labios cerrados para decirle que se podía ir, él se haría cargo del resto. La chica salió del baño y lo espero afuera a lado de la puerta, alrededor de minutos ya estaba reunido con ella, Gonzalo se había mojado la cara y el cuello, recuperándose un poco.

—Gracias.— le dijo y ella asintió

Ahora que había un poco más de luz, la vio. Era de piel morena, pelo largo hasta la cintura y ojos café tirando a ámbar.

—No hay nada que agradecer.— dijo ella asistiendo con la cabeza y empezó a caminar dejándolo ahí puesto que ya se veía mejor

—¿Como te llamas?.— le preguntó en voz alta, ella detuvo sus pasos y giró sobre sus talones

—Mara.— respondió y Gonzalo se acercó a ella— ¿Vos?.

—Gonzalo.— dijo mirándola de arriba a abajo y cuando llegó a su cara le pareció bonita

Pero no tanto como la dueña de su corazón.

¿Pero que no la mujer de su corazón lo había abandonado?. Lo había dejado, como un animal mal herido y no le importó nada. Se fue sin importarle las consecuencias, las noches de llanto de él; los días sin comer, los días en los que el mejor amigo fue el alcohol. ¿Acaso a ella le importaba?.

No. Obvio no.

Los labios de una persona ajena sobre los suyos lo sacaron de sus pensamientos, abrió los ojos y empujó con suavidad a la chica morena que tenía enfrente. Ella lo miró vergonzosa, sabía que había hecho algo malo.

De repente una fuerza irreconocible empujó a Gonzalo a besarla de vuelta, tomándola por la cintura...

...No entendía, estaba besando a alguien más. Y no le desagradaba. Le gustaba.

Pero le gustaba más Katia ¿no?.

Le gustaban más sus labios ¿no?.

¿Sus besos?.

luna - bizarrap Donde viven las historias. Descúbrelo ahora