16

2.6K 217 167
                                    

Katia

Cuando termine de comer lleve mi plato a la mini pileta de la cocina para después lavarlo, me sequé las manos y al ver la hora, tomé mi cartera y celular.

—Ya estoy lista— le dije a Gonzalo el cual había pasado los próximos tres dias tratándome diferente, y me sentía mal

Pero sin duda me lo tenía bien merecido.

—Vamos— dijo para después abrir la puerta de la casa, salimos y se esperó a que me montara en el coche para después desmontar la silla y guardarla en el maletero del coche

Condució hasta el hospital donde tenía una cita para una inyección y ver cómo iba progresando mi enfermedad al igual que mi parálisis en las dos piernas. Cuando llegamos me ayudó a bajarme y me moría de las ganas de darle las gracias y dejarle un besito en la boca. Pero me había estado evitando y claramente quería decir que necesitaba su espacio y que no quería ni mis besos ni nada de eso.

Entramos al hospital y enseguida mi médico me atendió.

—¿Como vas Katia?

—Bien, supongo, un poco harta de esta cosa— dije señalando la silla y el médico asintió con una sonrisa

—Ahí va— dijo pinchando en mi brazo y solté un quejido, puso el algodón de vuelta y lo dejó hasta que paró la sangre—, sentís esto

—S-si— susurré algo conmocionada, sentía el tacto en el muslo de la pierna— ¿que quiere decir?

—Puede que la parálisis termine pronto Katia, mientras tendrás que usar la silla hasta que sientas el tacto en toda la pierna

—Está bien— dije asintiendo con la cabeza y miré a Gonzalo, tenía una sonrisa apenas notable, como si quisiera ocultarme que me estaba sonriendo

—Me llegaron tus estudios esta semana sobre el síndrome. Se ve ligeramente afectado, las inyecciones están evitando que algo mortal pueda pasarte, así que mientras estate tranquila

—¿Está seguro de que no va a pasarme nada?

—Un ochenta por ciento, tranquila Katia. Si algo sale mal se lo haremos saber, estamos hablando de su vida, seremos cuidadosos— concluyó y asentí no muy convencida, cuando Gonzalo salió de la habitación metí reversa y volví con el médico

—Tengo una pregunta

—¿Cual?

—La posta me da vergüenza, pero necesito saberlo— dije mientras miraba a Gonzalo el cual estaba firmando unos papeles para poder salir—, ¿puedo tener relaciones...sexuales?

—Si, pero piénselo bien. Usted sin poder mover las piernas ¿no cree que sería algo incómodo?— preguntó alzando una ceja y lo pensé un poco

Definitivamente iba a ser incómodo y raro, así que descarté esa posibilidad, aparte por que nunca había tenido relaciones con alguien.

—Si, no se por que no lo pensé bien antes de preguntar. Perdón y gracias— dije con las mejillas rojas y el médico asintió

—No pasa nada Katia. Es normal que quieras tener vida sexual activa, pero si de verdad querés háblalo con tu pareja, seguro se pueden poner de acuerdo para idear algo— opinó y asentí

Ahora si salí del hospital con Gonzalo y nos montamos en el coche. De la nada me quede mirando al frente sin parpadear, pensando en si seria buena idea lo que mi mente me decía, me entraba pánico y mi corazón latía con fuerza, pero era algo que tenía que aprender a superar.

—Eu— la voz de Gonzalo me sacó de mis pensamientos y me giré para verlo—, ¿todo bien?

—N-no se— susurré y volví mi vista al frente—, Mar me dijo que hiciera algo, pero no se si sea buena idea

luna - bizarrap Donde viven las historias. Descúbrelo ahora