Me bajé del auto y cuando abrí la puerta de la casa, juro que escuché como decían mi nombre desde la ventana del sótano, volteé pero no había nada más que vidrio roto. No creo mucho en el tema paranormal, pero no descarto que sea Derek, que pena.
—. ¡Ashley! —vociferé mientras subía las escaleras —. Hola, linda —abrí la puerta
—. Hola —me respondió secándose las lágrimas con la manga del suéter
—. ¿Ya estás bien? —me acerqué a ella y acaricié su rostro
—. Si, bien —no quitaba su mirada del piso
—. Pensé que podríamos dar un paseo —sonreí
—. ¿Qué...?
—. Hablo de caminar por el vecindario, no es nada peligroso. Si quieres podemos meternos a las casas y ver qué hay —alcé los hombros
Ella asintió repetidamente con los labios apretados. Tomé su mano y la ayudé a pararse de la cama. Se veía débil.
Bajamos despacio por las escaleras y salimos, ella miraba el cielo con los ojos entrecerrados, caminaba despacio y miraba alrededor. Por un momento pareció que miraba a la ventana del sótano, perpleja. Cuando volteé no había nada ahí, tal vez estaba viendo el césped manchado de rojo.—. Hace tiempo no salía —se pasó la lengua por los labios
—. Tal vez debemos salir más, podemos hacer eso, pasear por el vecindario, sin que nadie nos vea
—. ¿Nadie vive aquí? —dijo triste
—. Estamos en Rossville
—. ¿Rossville...?
—. Si, ¿muy lindo, no?
—. Jamás había venido
—. Casi siempre venía aquí, después de volver
—. No entendí eso
—. ¿Qué?
—. Dijiste que... eras él, de niños, nosotros...
—. Si —reí —. Volví por ti, Ashley, solo por ti
—. Pero... ¿cómo?
—. Hay cosas que aún no entiendes —agarré su mentón y con la otra mano la acaricié —. Tal vez jamás las entiendas
Me miró unos segundos y se apartó.
(...)
Ya habíamos vuelto, la dejé en la habitación y la cerré con llave. Ella no había dicho nada, solo se metió y se acostó en la cama mirando a la pared.
Quería bajar al sótano para recoger el teléfono de Derek y botarlo.
Bajé y abrí la puerta despacio, escuché como si algo se hubiera asustado tanto y se quisiera esconder. No quería ni acercarme a ver porque lo admito, me daba algo de miedo.
Fui directo al primer estante, sin desviar la mirada a otro sitio.
Sonó como una lata de pintura era pateada, pero no pude evitar voltear. Y ahí estaba él. Thomas. Lo miré con incredulidad, estaba por entrar en pánico. Él estaba pálido y sudando.—. Thomas, ya te vi—le dije mientras me acercaba.
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Enamorado Perturbado
Mystery / ThrillerEnamorado Perturbado | 1er libro El chico que la ama, el que daría todo por ella se obsesionó de una manera tan primitiva. Se la ha llevado y no le importó nada. Michael fue un niño enamorado que creció e hizo lo imposible para tener a su querida...