Enamorado Perturbado | 1er libro
El chico que la ama, el que daría todo por ella se obsesionó de una manera tan primitiva. Se la ha llevado y no le importó nada.
Michael fue un niño enamorado que creció e hizo lo imposible para tener a su querida...
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Narra Ellen
—. Estoy bien... no es como si nunca hubiera visto a un muerto
—. ¿Enserio? Yo estaba muerto de miedo, solo que no quería que tú lo estés
—. Si... no es nada —le mostré una leve sonrisa
Desde ayer que traía la cabeza revuelta. Después de todo le había escrito un mensaje a Jacob para que nos volvamos a ver. Me caía muy bien, y todo el tema de su mala fama no me había dejado ver que es muy lindo. Me había recogido en la mañana, ya eran las tres y estábamos caminando por uno de los tantos bosques del lugar, claro, muy lejos de Rossville.
—. ¿Quién crees que haya sido? —le dije rompiendo el silencio
—. ¿Crees que haya sido Ashley?
—. Más bien parecía un niño
—. A menos que le hayan quitado las piernas, tienes razón
—. Había pelo negro, ¿no? yo vi un poco
—. No me di cuenta —miró hacia el horizonte, pensando —. Y si es un niño, que mal. Pero nadie a reportado a un niño
—. Solo a un chico
—. Si, solo a un chico
—. ¿Derek? ¿Era amigo de Ashley, no?
Mi miró confundido, pero a la vez sorprendido
—. Ellos desaparecieron, dos de nuestro curso, ¿te das cuenta?
—. ¿Y eso que tiene?
—. ¡Dos de nuestro curso!
Negué con la cabeza sin saber de qué hablaba
—. No se a que te refie...
—. También Thomas desapareció —me interrumpió —. O eso creo. Él es hermano de Derek
—. ¿Tienen algo en contra de su familia o qué?
—. Lo vimos en Rossville, ¿no?
—. Cerca
—. ¡Nadie va a Rossville! A menos que...
Nos miramos sorprendidos
—. Lo asesinaron en Rossville —dijimos al unísono
—. Espera... estamos sacando conclusiones muy rápido —le dije
—. Es una teoría —se cruzó de brazos —. Pero... podemos ir a comprobarlo
—. Nada en especial —alzó la mirada al cielo mientras sonreía —. Pero si quieres saberlo te puedo enseñar
—. ¿No tiene nada que ver con drogas, verdad? Jacob... —lo miré confusa
—. ¡No, no, no! ¡Te lo juro!
—. ¿Entonces?
—. Tienes que decir que quieres saberlo, entonces sabrás —me dio una sonrisa traviesa
—. Bien, quiero saberlo
Me robó un beso rápido y se apartó. Lo miré mal. Él me vio asustado. Solo me dejé llevar por el momento y le regresé el beso. Y estuvimos así por mucho tiempo.
