Capítulo 12: El primer beso

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Narra Ashley

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Narra Ashley

Si Michael decía la verdad podría quedarme y quererlo. Por otra parte la idea de escapar aún no se iba de mi cabeza. Solo tenía que fingir hasta que me creyera y dejara que me vaya.
Ya había pasado un mes y la última vez que vi la luz del sol fue el día que me disparó en la pierna. Tenía miedo de que hiciera algo parecido otra vez, así que no me había ido en su contra muy pronto.
Sentía que habían pasado años desde que vi a mi familia, desde que vi a Derek. Me pregunto si aún pensará en mi, si realmente me olvidó o Michael solo mintió para que me quedara.

Aún sentía odio hacia este chico castaño, después de todo no es fácil querer a alguien, y menos si ese alguien te aisló de todos por un mes. Pero sabía el secreto para irme, para ser libre. Fingir.

—. Ashley —dijo Michael, entrando con una gran sonrisa

—. Ven aquí, me siento tan cansada —dije haciendo palmadas en el piso, donde me encontraba sentada

Él se acercó y se posicionó a mi lado, con cara confusa

—. ¿Estás bien?

—. Me siento muy mal, me duele la cabeza y no puedo caminar

Hizo una expresión de miedo, pero de inmediato la cambió a una mueca pervertida

—. Tengo la solución —dijo acercándose lentamente a mis labios

No era la primera vez que intentaba besarme, lo quiso hacer miles de veces pero nunca le había correspondido.
Pegó sus labios suavemente, sabían a cereza, tal vez usaba humectante labial. Cerré los ojos para sentir al menos algo de pasión, pero simplemente no sentía nada con él. Moví los labios despacio, intentando un beso. Abrí los ojos, él los había cerrado, tenía las orejas rojas igual que las mejillas, puse una mano en su rostro y lo sentí caliente, como si tuviera fiebre de amor. Aún así era agradable tocarlo, su piel se sentía suave, y esos lunares lo hacían ver tierno.
Él me besaba con desesperación, como si nunca más podría besar, como si nunca más podría querer.

Me alejé despacio y lo miré a los ojos, él me veía con una sonrisa confundida y totalmente sorprendido.

—. ¿Me quieres, Ashley? —soltó

—. Tal vez... no lo sé —después de todo, no podía enamorarme de alguien tan rápido

—. Yo lo hago, te amo —me abrazó y acarició mi cabello —. ¿Te sientes mejor? —susurró en mi oído

—. Algo —mentí

—. Lo sabía, ya me quieres, pero no querías demostrarlo ¿verdad? —se separó de mí y me vio fijamente, para luego pasar un dedo de mi pómulo hasta el labio

No sentía nada por él más que algún sentimiento tenue de lástima, se veía enamorado, obsesionado.

Enamorado PerturbadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora