" Dentro de ella hay tormentas que no tienen nombre "
- Ron Lorent
.......
Desperté en casa de mi hermano, la noche anterior habíamos ido a comer y nos pusimos al tanto de lo que había pasado.
El aún no asimilaba lo que había pasado después de que me secuestraron, mataron a la mayoría de nuestros amigos, nuestros compañeros, él se salvó porque estaba justo en otro pueblo en el momento en que pasó.
Y aquí estamos, despertando en una casa, en un barrio seguro, aunque no una ciudad segura.
Me levanté y fui a la cocina, encontrándome con una nota que decía
"Lexa, tuve que ir a comisaría, iré a buscarte para almorzar a las 14:00"
Mire el reloj de la cocina, aún me quedaban dos horas para hacer algo, desayunar iba a ser demasiado estúpido, así que me puse ropa deportiva y salí a correr por el barrio, agarrando antes una botella con agua
Llevaba ya veinte minutos corriendo, el barrio parecía de gente con dinero, vi algunos chicos subiéndose a un deportivo azul y salir a toda velocidad.
Miré el cielo, no había ni una puta nube, esta clase de día no ocurrían allá.
Llegué de nuevo a la casa y me cambié, me puse un conjunto, era un traje estilo retro beige, con un top negro abajo y el saco abierto.
Me mire al espejo verificando que todo estuviera bien, hoy iba pedirle a mi hermano trabajo, debía vestirme bien.
Escuché la bocina de su auto sonar fuera, por lo que agarre mi celular y salí cerrando la casa.
- ¿Que cojones traes puesto?
Termine de arreglarme el cinturón y lo miré
- Joder, es que ahora soy la hermana del superintendente, debo vestirme bien - dije agarrando mi saco y estirándolo, dejando ver aún más mi top.
- Mírame
Lo vi y no había notado que llevaba la parte de abajo del traje de GEO. Claro, a comisaría.
El arranco y yo puse música, estaba de buen humor.
- ¿Qué hiciste de mañana?
- Estuve corriendo por el barrio, muy buena elección por cierto.
Lo vi asentir lentamente.
Abrí la guantera y vi un par de chicles y una cajetilla de cigarrillos, la cual agarre y guardé en mi saco, seguro él tendría más.
Llegamos a comisaría y bajamos ambos a la misma vez, cerrando las puertas detrás de nosotros.
Saque un cigarrillo de la cajetilla
- ¿Tienes un mechero?
El me miró y metió su mano en su bolsillo, sacándome un mechero
Comenzamos a subir los escalones, y prendí el cigarrillo.
Habían un par de oficiales parados en la puerta hablando, en cuanto nos vieron se nos quedaron viendo, seguro intentando descubrir quién era.
- ¿Que cojones hacéis? Iros a patrullar coño - dijo abriendo la puerta para que yo pase.
Entré en comisaría viendo a un grupo de chicos sentados en los asientos de la recepción.
Le di una calada al cigarrillo mirándolos, había un chico de pelo largo y negro, otro con un buzo a cuadros, y otro con el mismo buzo en distinto color.
Ellos miraron a mi lado, a mi hermano más precisamente, y luego a mí.
Seguimos caminando hacia su oficina, dejando atrás la recepción.
Escuché como daba órdenes por la radio mientras subíamos las escaleras.
- Voy a quedarme por aquí, búscame cuando termines.
El siguió de largo, y yo salí hacia lo que parecía un balcón.
Me quedé ahí, terminando mi cigarrillo y tirándolo.
Vi como un auto amarillo se estacionaba en frente de las puertas de comisaría, bajando del el crestas y su amigo el rubio.
Ellos subieron corriendo las escaleras, y desaparecieron de mi vista entrando a recepción.
Me senté en el balcón y prendí otro cigarrillo.
Debo admitir que está ciudad es muy bonita.
Vi al grupo de antes salir de comisaría, los chicos de buzos extraños iban hablando con un acento extraño, mientras el otro parecía ser mexicano.
- ¿Que cojones haces ahí?
Gire mi cabeza encontrándome con un chico de camisa bordo y pelo platinado.
- Estoy fumando - dije mostrándole el cigarro
- ¿Porque estás aquí arriba?
Vi como agarraba su porra, en un estado de alerta
- Tranquilo, no voy a hacer nada
Me bajé del Balcón mientras pisaba el cigarrillo.
- Que quien te abrió las puertas.
- Joder chico, que me las abrió el superintendente, el está en su oficina y yo lo estoy esperando
El me miró de arriba a abajo con el ceño fruncido y se acercó a mí, para agarrar mi brazo.
- Eso ya lo veremos.
Empezó a caminar conmigo a rastras en dirección a la oficina de Jack, la verdad no le estaba diciendo que él era mi hermano, solo para que se lo diga el.
Abrió las puertas sin siquiera golpear y me metió dentro, empujándome.
- Conway, la señorita estaba en el balcón, dice que usted la dejo entrar, ¿puede explicarme?
Él nos miró con las cejas alzadas, mientras gruñía.
- No vuelvas a traerla de esa manera.- dijo parándose- ella es mi hermana Volkov, y como la vuelvas a tratar así te degrado.
El tal Volkov me miró, y luego lo miro a él, su incredulidad era totalmente visible.
Ladeó su cabeza y trago grueso, dándose cuenta de su fallo.
- Lo lamentó mucho, soy el comisario Volkov - dijo extendiendo su mano hacia mi
Le sonreí y la agarre, comenzando a apretarla un poco fuerte
- No te pare y te noquee solo porque pareces agradable.
Solté su mano y me senté en la silla de cuero.
Pasado un rato Jack terminó de hacer sus cosas, y me llevo a los vestuarios para que los conociera, ya que de paso él se iba a cambiar.
Entramos a la sala y lo primero que pude notar fue la cantidad de casilleros que había.
Miré hacia la izquierda y cerca de la otra puerta había un par de oficiales, uno de melena rubia y otro con una gran barba, cambiándose de remeras.
- Quédate por aquí, y sino espérame en recepción.
Asentí mirando el lugar.
Lo vi irse por una de las puertas, los oficiales parecieron relajarse cuando se fue, pero después notaron mi presencia, y me miraron extrañados.
- ¿Y tú quién eres?- preguntó el de barba acercándose a mi
- Soy Lexa Conway, un gusto, y ¿usted quién es?
Ambos me miraron aún más extrañados.
- Comisario Greco. - respondió sin dejar de mirarme - ¿Que eres del superintendente?
Le sonreí y me aleje unos pasos, caminando hacia la puerta
- Averígüenlo
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Provocador || Gustabo García
Novela Juvenil" Entré en su mente buscando algo triste, y fue lo único que encontré.." - No te quiero cerca de él.
