A veces la única forma de recuperar la estabilidad es perder el equilibrio.
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-¿Cómo cojones terminaste en medio de un puto robo a Badulaque?
Él estaba enojado, mucho diría yo, me trajo a su oficina y me reviso que no haya pasado nada, pero yo simplemente miré despreocupada por la ventana
- Yo simplemente pedí un taxi hacia el centro, me bajé de él, comencé a caminar, y un auto paró a mi lado secuestrándome.
Solo bufó y se tiró en su silla, estaba segura que el de había preocupado por mi cuando me vio allí, pero hay que admitir que a veces exagera.
Me levanté y caminé hacia él, parándome a su lado.
- Tienes que entender que nadie va a volver a separarnos.
Él me sonrió y acepto mis mimos, pero apenas se escuchó un ruido fuera yo me acomodé rápido en mi asiento nuevamente.
Ambos nos teníamos muchísimo aprecio, y lo demostrábamos, pero jamás frente a alguien más.
Por la puerta entró Gustabo y Horacio, ambos muy enérgicos y alegres.
- Yayo, debe saber que hicimos un excelente trabajo.
Sonreí cuando dijeron eso, ellos estaban en uno de sus primeros días de oficiales en pruebas, y es bueno que se sientan cómodos.
- Me alegro que me hayan salvado.
Jack bufó y se levantó, caminando intimidante hacia ellos.
Esperé que él no fuera a hacer lo que yo creía
- Nenas, apenas están haciendo lo mínimo, deben esforzarse aún más.
Quise golpear su estúpido rostro, el prácticamente les había tirado un balde de agua fría y ahogado todas sus ilusiones.
Me levanté y puse mi mano en el hombro de mi hermano, haciendo que él se relaje.
- Están haciendo un buen trabajo, tienen que seguir así.- dije poniendo una gran sonrisa.
Ambos parecieron aliviados por mi comentario, y salieron charlando.
Mire con rabia a Jack, él estaba actuando como un verdadero idiota, y fue así siempre, pero ahora tiene un puesto en el que tiene un puesto importante dentro de una malla, tiene que dar un apoyo
- Estas haciendo muy mal tu trabajo.
El frunció su ceño y saco un cigarrillo.
- Puedes irte.
Rodeé los ojos y caminé hacia la salida, dándole un rápido vistazo.
Camine hacia las escaleras, donde saludé a un par de oficiales saliendo.
Pero, un chico me interrumpió a mitad de camino.
Cuando lo reconocí le sonreí amablemente
- Comisario Greco, ¿cómo está?
El me miró observando y pareció recordarme.
- La hermana de Conway, se quién es.
Sonreí, al parecer había estado averiguando.
- Con que estuvo preguntando por mí
- No fue necesario, todos hablan de ti, apareciste de la nada, ninguno teníamos idea de tu existencia.
Sonreí y me apoye contra la pared.
- No me esperaba algo más de Jack, nunca me presentó a nadie.
Rio estruendosamente, incluso se me hizo contagiosa.
- Bueno, voy a seguir con lo mío, un gusto conocerte por fin Lexa.
Asentí sonriendo y salí por las puertas.
Pero, a mitad de camino, escuché una voz conocida, una voz que no escuchaba en meses, y que no pensaba escucharla el día de hoy en lo absoluto
Al girarme la vi allí, seguía teniendo su pelirrojo cabello largo y brillante, estaba conversando con Volkov tranquilamente, y su nombre salió de mi sin que yo siquiera me dé cuenta.
- ¿Michelle?
Y ella le pasó exactamente lo mismo, su rostro se giró, cuando me vio su cuerpo endureció y palideció, tal como si hubiera visto un fantasma.
Camino a paso lento hacia mí, con la mirada más desconcertada y pérdida que jamás le había visto.
Toco mi brazo, asegurándose de cierta manera que fuera real, que yo estuviera allí.
- No puede ser...- susurro mirando mi rostro.
Una sonrisa salió de mí.
Estoy segura que el maldito de mi hermano no le había dicho nada de mí, y ella seguía creyendo que no me habían encontrado.
Pero, en cierta manera entendía por qué no le había dicho, yo se lo había pedido, pero habían pasado varios días desde que llegué.
- Estas viva.
Mi mano fue a su mejilla, corriendo la lágrima que estaba corriendo por ella.
- Estoy bien
- Ha pasado tanto tiempo- dijo abrazándome.
- Lena, ¡suelta eso vas a matarte!
Yo solo me reí y dejé a un lado el lanzagranadas, caminando hacia ella.
- Tienes que calmarte Evans, que no es bueno estresarse tanto antes de una misión.
Ella solo sonrió y siguió cargando sus armas.
- Debes cuidarte Lena, Jack y yo estaremos algo lejos, si sucede algo no podremos cuidarte.
Yo fruncí el ceño por eso, ellos solo iban a estar a un pueblo de distancia, y nada pasaría.
- Tranquila, solo será un par de días, luego volveremos a vernos y festejaremos mi cumpleaños.
Puso una mano en mi hombro y me miró con una sonrisa aún más grande.
- Estas cada vez más grande maldito demonio.
Yo reí estruendosamente, y ella golpeó mi cabeza con suavidad, era de noche y todos estaban durmiendo.
- Calla coño.
Escuché como lloraba muy silenciosamente en mi hombro, sabía que ella había sentido cierta culpa por mi desaparición, pero no era así en lo absoluto, todo fue coincidencia, así como fui yo pudo haber sido otro.
Acaricie su cabello mientras la abrazaba con fuerza, cuanto la extrañaba.
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Provocador || Gustabo García
Teen Fiction" Entré en su mente buscando algo triste, y fue lo único que encontré.." - No te quiero cerca de él.