"¿is my soul too dark for you baby? "
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Gustabo García
A este punto de la noche ya estábamos todos lo suficientemente drogados, o alcoholizados como para entender que caminar tanto tiempo no era una buena idea, y menos en la mitad de la noche.
Pero bueno, nos daba completamente igual.
Horacio, estaba siendo casi arrastrado por Volkov.
Emilio, Segismundo, y Rogelio, iban delante, cantando aquella contagiosa canción de reggaetón, que no hacía nada más que causarme gracia.
Lastimosamente habíamos tenido que cambiar la tusa hace un par de cuadras, ya que el comisario bombón le molestaba.
Sabía perfectamente hacia donde nos dirigíamos, e incluso, sin que nadie se diera cuenta, manipulé un poco las cosas para que Horacio propusiera venir a buscarla.
Solo llevábamos un par de horas de fiesta, no era tan tarde, por lo que había una muy pequeña posibilidad de que esto saliera bien, y que ella no nos mandara a la puta.
Sabía que estábamos solo a unos minutos, por lo que, con poca dificultad, arreglé mi ropa y cabello, intentando que no lo noten mis amigos.
Vamos, que Lexa no tenía que verme tan en la mierda.
Comenzamos a visualizar su casa, por lo que Volkov comenzó a mirar algo nervioso al chico que arrastraba, todos habíamos estado de acuerdo en el hecho de que Horacio era la persona que tenía que hablar, ya que era menos probable de que lo golpeara en el estado que se encontraba.
Luego de un par de golpes, la puerta se abrió dejándonos ver algo que a más de uno nos dejó atónitos.
Una fina camisa negra, arrugada, y con cierta transparencia, cubría, con poca efectividad, su cuerpo.
Pero vamos, que parece que ni se miró antes de abrir la puerta.
Porque estoy seguro que ella no nos abría la puerta si se hubiera dado cuenta de que en realidad se veía toda su ropa interior, o bueno, la parte inferior.
Por más que quería, no podía sacar la mirada de aquella fina tela que me permitía notar que no traía sostén, y que definitivamente el reciente frío le estaba haciendo efecto.
Parpadee varias veces y luego dirigí mi mirada hacia mis amigos, dándome cuenta de que, Horacio y Volkov, no notaban la situación.
Segismundo y Rogelio, se habían quedado atrás, sentados mirando el cielo, por lo que ni veían a la chica.
Pero había alguien que si la notaba.
Emilio.
Golpeé su brazo frunciendo el ceño, llamando su atención.
En ese momento me molestó totalmente que el hiciera esa mierda.
Sabía que él no había entendido el porqué de mi acción, pero dejó de mirar su pecho, que era lo que yo quería.
- ¿Me vais a explicar que cojones hacéis en mi maldita casa a esta hora carapollas?
Dirigí mi mirada a su rostro, se notaba cansada, bastante incluso.
Pero algo más llamó mi atención, y era el gran moretón en su mandíbula, como si alguien hubiera golpeado allí.
Fruncí el ceño, preguntándome quien habría podido ser.
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Provocador || Gustabo García
Ficção Adolescente" Entré en su mente buscando algo triste, y fue lo único que encontré.." - No te quiero cerca de él.