Desahogando. -12

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" Los monstruos también se enamoran "

...................

Lleve la bebida a mi boca, ingiriendo todo el liquido que había en ella, sintiendo como empezaba a escocer en mi garganta. 

No había nadie a mi lado, pero era algo común, en realidad muy pocas veces tenia gente a mi lado que se preocupara por mi, aprendí a vivir con ello.

Miré al mesero y le indique con la cabeza que quería otro trago, mientras comenzaba a sacar el dinero para pagar. 

Cuando estaba dejándolo en la barra, una mano se interpuso, suspiré pesadamente, y miré al culpable.

Mi ceño se frunció al ver a Gustabo, se suponía que estaba haciendo la guardia en el hospital con Horacio.

- ¿Y tu qué coño haces aquí?

El alzó una ceja, y le pagó al mesero, para luego tomarse el el trago.

Me enojé por eso, pero no dije nada.

- Eres igual que tú puto hermano, asco me dais.

Que cojones le pasaba a este chico, ¿y como se creía capaz de hablarme así?

Me paré, y lo encare, haciendo que sonría.

- Mira, maldito rubio de mierda, si no te vas de aquí, y me dejas sola, voy a golpearte.

Caminó un paso, pegándose a mi.

- Qué, ¿estás enojada porque fallaste e hiciste que le dispararán a Volkov y Conway?

Apreté mis manos, intentando reprimir pegarle, ya que si lo hacía, me echarían del bar.

- Vete a la mierda.

Caminé hacia la pista, dejándolo allí, ya que no podía estar un segundo más cerca de el.

Comencé a bailar sola, disfrutando el ritmo, hasta que un chico se me pegó, agarrando mi cintura y bailando junto a mi.

Lo miré, intentando reconocer quien era, pero su cara no me sonaba de nada.

 -Hola guapa

Fruncí el ceño y saque sus manos de mi cintura 

- Adiós. 

Y así fue como, frustrada, me fui de el maldito bar.

Ya ni descansar un poco se puede. 

Sinceramente, ir sola desde el bar hasta el hospital, no era la mejor idea, y menos caminando, pero mi estado mental no me permitía pensar en otra cosa mas segura.

Iba cantando una vieja canción por lo bajo, mientras pensaba que coño iba a hacer con mi vida en los próximos años, o siquiera meses.

Obviamente Jack ya no me pediría ayuda en sus mierdas, viendo que la última vez que lo ayude le puto dispararon, ni yo quiero meterme mas.

¿entonces, que tendría que hacer?

¿Porque coño vine a esta ciudad?

A descansar, fue la primera respuesta que me dio mi mente, pero, descansar de qué, y como.

Porque ya me estaba aburriendo de hacer el parguela, además de que la gente que conocía solo trabajaba, y la gran mayoría en el cnp.

Sonreí al pensar en Segismundo y su primo, ellos seguramente harían esta situación mucho mejor. 

Joder, tendría que mandarles un mensaje.

Miré hacia delante y pude ver el hospital a menos de media cuadra, asi que me apuré un poco.

Cuando estaba por entrar, me di un vistazo rápido, Jack llegaba a verme asi y me daba una de hostias...

Pero no tengo con qué cambiarme, además, no me queda tan mal; Lo único que tengo que hacer es mejorar mi estado de ebriedad. 

Decidí que lo mejor que podía hacer era ir al baño, lavarme un poco el rostro, y espabilarme de una puta vez.

Entré vigilando que ningún policia me viera en este estado, y me metí al pasillo, entrando al baño.

Suspiré y me apoyé contra el lavamanos, para luego caminar hacia uno de los cubículos.

Cuando estaba entrando, me pegué tal susto que tuve que tocarme el pecho, ya que sentí que se me iba a salir el corazón. 

- Cojones cierra la puerta. 

El chico se dió la vuelta subiendo el cierre de su pantalón

- ¿Lexa?

Quise golpearme al darme cuenta de que, uno, me había equivocado de baño, y no estaba en el de mujeres, y dos, el chico de delante mio era nada mas y nada menos que el comisario Greco.

-Lo siento, no me di cuenta de que no era el baño de chicas comisario

Cuando me giré para irme del baño, enredé mis pies y caí

Pero, como si de una película se tratase, Greco me agarró en el aire. 

- ¿Vas un poco mal no?

Sonreí como tonta y mordí mi labio, evitando largarle una carcajada en toda la cara.

- Se podría decir que si, pero no le digas a Conway.

Ladeó su cabeza con una sonrisa, y yo me quedé enbobada con esta imágen

- Yo soy al que menos le conviene que el superintendente se entere de esto.

Aclaré mi garganta y asentí, comenzando a pararme mejor.

- Bueno, lamento haber interrumpido su ...- dije mirando el cubiculo, y luego a el. - ya sabe...

Sonrei y me piré de allí, caminando lo mas rápido que podía sin caerme en el proceso por los pasillos.

Cuando entré al baño correcto, lavé mi rostro, y me miré al espejo.

- Joder Lexa, siempre igual. - Susurré 

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Muy buenas! Dejó por aquí una petición y es que me sigan en mi cuenta, que tengo otras historias muy buenas sobre SpainRp, que apuesto que les gustaría mucho leer.

Saludos a todos!

Provocador || Gustabo GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora