Errores. -30

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"Si ardo no hay demonio que me asuste." 

.................

Llevaba golpeando la lapicera contra la mesa durante media hora.

Jack me había arrastrado por toda la granja hasta llegar a comisaría para dejarme encerrada en la sala de investigación, completamente sola y algo perturbada.

Entonces como si un balde de agua fría se tratase caí en la realidad.

Maté a Armando.

No puede ser, maté al jefe de los mecánicos.

Claro que lo iban a buscar.

La que acababa de liar era grandísima, pero aun no estoy del todo consciente de ello.

No era la primera vez que mataba, eso era obvio, pero cubría mis huellas y no lo hacía de esta manera tan descuidada.

Carajo sí que se les iba a hacer difícil cubrir mis errores.

Aquel sentimiento de opresión que ocurría cada vez que matas a alguien apareció, haciéndome analizar por completo la situación.

Entonces, sentí ese presentimiento de que alguien me miraba.

Apostaba que había alguien vigilándome por el oscuro vidrio.

Y no me lo dudaba mucho de que fuera Volkov, ya que es la perra de mi hermano.

Desesperada tiré la lapicera hacia la pared, frustrándome ya de todo esto.

La puerta se abrió bruscamente, y por ella entro el rubio, que seguía con la misma ropa.

Mi atención se fue de inmediato a su rostro, que tenía una gran marca roja en su ojo, y su labio sangraba.

Fruncí el ceño levantándome, pero el negó frenéticamente, sentándose en la otra silla.

Cuando entendí que atrás venia alguien me senté, y casi de inmediato llegó Jack.

Tenía las mangas hasta arriba, y se veía muy cabreado.

- Tuve que enviar a Volkov a deshacerse del maldito cuerpo, explícame por qué lo mataste.

Alcé las cejas, mientras ponía las manos en la mesa.

- El me secuestro.- me excusé.

Negó con la cabeza mientras que le daba un vistazo a Gustabo, lo que pareció cabrearlo más.

- Que sorpresa fue para mí encontrarme a Gustabo noqueado, a medio vestir, y con el patrulla abierto mientras que rastreaba tu ubicación.

Comencé a ponerme nerviosa, y miré hacia otro lado.

- Así que llamé a Horacio y Michelle para que se llevaran a Gustabo.- dijo mirando al mismo.- Y con Volkov, nos ocupamos de saber que había pasado.

Era imposible que el supiera que había pasado.

¿No?

- Pero, lo más increíble de todo...- dijo caminando hacia mí, intimidándome.- fue que al revisar las cámaras del patrulla, encontrarme con mi hermanita encima de Gustabin haciéndole una gayola.

La boca de ambos se abrió casi cayendo hasta el suelo.

! ¿Las patrullas tienen cámaras? ¡

Jack, mi hermano mayor, lo vio todo.

- Eso no va al caso, el tipo me secuestró, me enviaba cartas anónimas, y sabía mi dirección.

Alzó las cejas, incrédulo y retrocediendo hacia atrás.

Provocador || Gustabo GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora