¿Desconocido? -20

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"A la mierda la lotería, tócame tú."

..........

Ajusté el cinturón de mi estrecho pantalón oscuro, y desprendía la mayoría de los botones de mi camisa, dejando un prominente escote, que seguramente no era nada seguro.

Era un dia muy ocupado, por lo que debía estar preparada.

Aprovecharía que Jack me pidió que fuera con el a arreglar unos temas con los mecánicos, y le comentaría la llegada de mi viejo amigo, suavizando lo mejor posible la situación.

Salí de el pequeño cubículo de los vestuarios, encontrandome de frente a Gustabo y Horacio entrando.

Los nervios se esparcieron por todo mi cuerpo, aumentando mi adrenalina y haciendome salir de aquella habitación tan rapido como pude, dejando atónitos a aquellos chicos, que no sabían si prestarle atención a mi extraña actitud, o a mi lasciva vestimenta.

Pero, de todas formas, para cuando ellos se dieran cuenta de ese detalle, yo ya estaba bastante lejos, concretamente, saliendo por las puertas de enfrente hacia el patrulla estacionado de Jack.

Al verme bajó la ventanilla y sus lentes, dejandome ver su horrorizada expresión.

- Ni creas que te llevaré alli asi vestida, es como llevarle la puta comida a los leones.

Alcé las cejas incredula y me senté en el asiento de copiloto.

- Deja de mirarme el escote Jack, ya estoy grande como para que me estés diciendo que ponerme.

Se vió notoriamente molesto ante mi respuesta, pero sabia que era una batalla perdida, ya que no haria que fuera a cambiarme ni de coña.

Acomodé mi cabello y pensé que si este era el mejor momento para hablar con el, pero descarté esa idea, obviamente el se lo tomaria diferente.

Tal vez si logro que el acuerdo con los mecanicos salga bien, el estará de buen humor, por lo cual estará mas receptivo. 

- Jack, ¿todo está bien en la malla?

Suspiró pesadamente, y pude notar que su vista se perdia por un segundo, para luego volver al frente.

- Ya no hay personas que de verdad quieran ser maderos sabes, solo piensan en el dinero.

Asenti lentamente, obviamente era algo que me habia dado cuenta, ya no habia esa pasión por servir a la comunidad y defender.

Pero, algunos continuabamos aqui, luchando por sacar a flote todo.

- Los buenos tiempos pasan...

Sonrió y sac una de sus manos del volante, para darle un apretón a la mia.

- Necesito que me ayudes con los mecanicos, necesitamos que arreglen también las merys, y bueno, no me tienen mucho aprecio a mi.

- Claro, la charla es lo mio ¿No?

Se rió por lo bajo y sacó la musica, mientras doblaba para entrar en el pequeño callejón.

Un chico parado en la puerta nos indicó que siguieramos hacia dentro, todo estaba vacio, no habia una persona que no perteneciera a el taller.

Dentro estaba parado un hombre con mono rojo, cabello negro y barbas, al cual reconoci como el jefe.

Jack apagó el vehiculo y me dio un vistazo, asegurandose de que esté lista.

Asenti y ambos salimos del auto al mismo tiempo, llamando la atención de aquel hombre, que primero miró con una sonrisa forzada a Jack, y luego dirigió su mirada hacia mi, su expresión fue de completa sorpresa.

Provocador || Gustabo GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora