I'm your biggest fan 2 (Don't Lie) [Markson]

TE SALVÓ LA VIDA

Jackson levantó la barbilla y miró al alto detective. Se preguntó si había exagerado.
¿Fue un crimen bloquear la puerta de Mark? ¿Obstrucción de la justicia?
No retrocedería. Tendrían que arrastrarlo con las manos esposadas antes de que dejara que el chico al otro lado de la puerta enfrentara otra ronda de interrogatorios.

El detective se acercó. Jackson se preparó, esperando que le ordenaran que se hiciera a un lado.
En cambio, el detective Stevens extendió la mano y le dio unas palmaditas en el hombro.
-Eres un buen chico, Jackson. Tiene suerte de tenerte.
Abrió su cuaderno y se aclaró la garganta.
-También tengo más preguntas para ti mientras estemos aquí.

No estaba bajo arresto, entonces.
Jackson tragó saliva, de repente consciente de lo seca que se le había quedado la boca.
-No me vas a grabar, ¿verdad?

-Podemos, si quieres, pero tendríamos que llevarte de vuelta a la estación.
Jackson sacudió la cabeza. De ninguna manera. Estaría perfectamente feliz si nunca volviera a pisar una estación de policía.
Morales se acercó y susurró algo al oído de su compañero. El detective Stevens asintió.
-Todavía estamos definiendo el motivo de Maury Gilroy. ¿Puedes decirnos algo sobre por qué trajo a la Dra. Regan a esa habitación de hotel la noche que pasó?

Preguntas, pensó Jackson. Todavía hay muchas preguntas, inundando su mente, ahogando su capacidad de pensar con claridad. Al menos a esa podría responder.
-Hit Refresh- El detective Stevens levantó una ceja.
-Buscalo en Google- Jackson señaló a Morales. -Hay un sitio web. Búscalo.
Esperó a que el policía lo levantara en su tablet. -Haz click en Actualizar en tu vida. Es un centro de tratamiento para la adicción a Internet.

Morales le dio un codazo a su compañero, leyendo desde la pantalla, mientras Stevens tomaba notas.
-Noventa días de encierro voluntario, aislados, sin acceso a dispositivos electrónicos de ningún tipo.

Jackson esperó a que se pusieran al día, rebotando sobre las puntas de sus pies.
-¡Maury le dijo a la madre de Mark que tenía una adicción a Internet! Él le mintió totalmente. Debe haberle contado a la Dra. Regan la misma historia.

El detective Stevens dejó de escribir y entrecerró los ojos.
-¿Por qué?

Todavía no lo entendieron. No tenía sentido.
Jackson presionó sus manos contra sus piernas, reuniendo sus pensamientos dispersos.
-Maury estaba tratando de separarnos, a Mark y a mí. Quería que la Dra. Regan convenciera a Mark para que fuera a ese lugar. De esa manera él desaparecería. ¡Poof! No hay teléfonos, ni Twitter, sin Snapchat ¡Para mí iba a ser un fantasma!
Se detuvo un momento, pensando. Todo comenzaba a tener sentido. Sintió que la verdad estaba justo frente a él, fuera de su alcance, como una palabra en la punta de su lengua que no podía recordar.
-Hay algo más,- dijo Jackson lentamente. -Ese DM ayer. El de @Copodenieve734. ¿Maury envió eso?- El detective Stevens se encontró con sus ojos.
-Él tiene que ser. ¿Quién más podría haberlo hecho? ¿Pero cómo?- Jackson preguntó. -Fui muy cuidadoso. ¡Nadie podría haber adivinado esa contraseña!

El detective principal permaneció en silencio, golpeando su borrador de lápiz contra la barbilla. Fue su compañero, Morales, quien intervino.
-Podría aventurar una suposición. ¿Puedo ver tu teléfono?

Jackson lo sacó de su bolsillo. Ingresó su contraseña y luego lo miró.
No, pensó. De ninguna manera... Morales se lo quitó de la mano, pero Jackson ya sabía lo que encontraría el detective.
-Maury programó ese teléfono. Llegó en una bolsa en los Premios de YouTube.

Morales se lo devolvió con una aplicación en la pantalla que debe haber estado oculta a la vista hasta ahora.
-iMonitor Software- explicó. -Tenía acceso a cada pulsación de tecla que hiciste. Tus contraseñas para todas tus cuentas.