Prólogo

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𝙋𝙍𝙊𝙇𝙊𝙂𝙊

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NARRADOR OMNISCIENTE:

20 de junio de 2017

   Despierta agitada, su corazón golpeaba frenético su pecho y sentía que las sábanas se pegaban a su piel sudada. Son las cuatro de la mañana, aproximadamente. Suelta un suspiro tembloroso tratando de calmarse.

   Otro sueño, el tercero de esta semana. No eran tan frecuentes, pero eso no evitaba que pasara noches en vela por miedo a tenerlos. Era una sensación horrible cuando por más que lo intentara, no podía despertar hasta que acabé. Se paró de la cama, un escalofrío le recorrió el cuerpo al sentir el suelo frío en contacto de sus pies descalzos. Se sentó en su escritorio y agarró su diario para relatar el sueño. Lo que siempre hacía cuando tenía los, desde el psicólogo se lo recomendó.

{El cielo estaba oscuro, como siempre, como si alguien hubiera pintado a propósito de gris. No había luz. Las calles, o las que parece que solían serlo hace años, estaban destruidas; casas y edificios en ruinas, encendidos fuego. Personas, ya muertas, descomponiéndose. Solo unas pocas que se ven sucias, asustadas, desnutridas, escondiéndose de algo. No había plantas ni vegetación. De pronto una especie de avioneta o nave pasó volando, se acercó a los cuerpos y los escaneó, los sobrevivientes empezaron a correr. Sentí su miedo. La imagen cambia un poco, ahora aparece un bosque, apenas en mejores condiciones que la ciudad. Lo último que vio fue una muchacha de piel blanca, tenía una capucha y hermosos ojos verdes, debía tener unos dieciocho años. Iba por entre los árboles, sigilosa. Y me desperté.

20/07/17}

   Terminó de escribir secándose unas cuantas lágrimas traicioneras, estaba cansada de la situación. Abrió la primera hoja del cuaderno, y miró con tristeza lo que le había puesto el psicólogo en ella.

{NOMBRE: Blanca Mithel

EDAD: 17 años

PAÍS: Estados Unidos

DIAGNÓSTICO: Demencia y desorden mental}

   Todo por estos sueños, que había aparecido hace unos diez meses. Solo unas veces se repetían, pero siempre mostraban lo mismo: destrucción.

   Su más grande error fue contar sus sueños, por que ahora la creen "loca". Tuvo que ir al psicólogo, la gente la repele, nadie se acerca a ella, se siente incomprendida, diferente, sola.

   Se levanta de la silla ordenando un poco sus castaños y rebeldes rizos, y se acuesta en la cama, tapándose y cerrando sus ojos cafés.

   "Algún día descubriría la razón del porque tenía estos sueños"

   Y luego de unos minutos, se durmió.








Mí Misión-Cameron Boyce- (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora