"Todos tenemos un propósito en este mundo de infinitas posibilidades".
Emma Stanford. Si no conoces su historia, dirás que solo es una simple chica.Pero, quizás, para desgracia de ella no lo es,el curso de su vida ya fue profetizado por la "loca"...
Grande fue la sorpresa del muchacho al encontrar tal escena. Su antes suposición no era del todo cierta, pero tampoco estaba errada. Si bien la chica no era espectador de la pelea, si estaba en aprietos, o eso él creía. No se hubiera imaginado que la "pequeña" castaña, que con su altura y apariencia parecían tan indefensa, estuviera en ese momento inmovilizado a un hombre por el brazo. Al encontrarla después de tanta búsqueda, y en ese aprieto, le fue inevitable no llamarla.
-¡Emma!- Solo eso le vasto gritar para que la chica lo escuchara. Al instante reconoció la voz y volteó a verlo. Pero en ese descuido el tipo logro zafarse para aprisionarla por la espalda.
-¡Oye, tú! ¡Suéltala!- Cameron avanzó un poco hasta ellos, dispuesto a defender a la chica. Emma forcejeo un poco, pero el hombre dijo algo que no dejo puntos a su favor.
-Ahora si te tengo, muñequita- Soltó cerca de su oreja. Para Emma fue la gota que colmo el vaso, ya que tiro su cabeza hacia atrás dándole un fuerte golpe en la cara, ocasionando que la nariz del tipo sangrara. Por obvias razones la soltó y se cubrió la cara con las manos- ¡Maldita perra! -Lleno de furia levanto la mano para golpearla. Ella estaba preparada para esquivar el golpe, pero una mano lo detuvo antes, ésta pertenecía a Cameron. Él muchacho que no solía ser violento ni nada parecido, había dejado al borracho en el piso de un solo golpe, y sin perder el tiempo tomó la muñeca la Emma y la arrastro fuera del lugar.
-Dime que se supone que hacías allá adentro-Le exigió fuera de sus casillas.
-Podría decir lo mismo- Contra ataco- ¿Acaso me seguiste?- Pregunto enojada.
-Y que bueno que lo hice, sino valla a saber que te hacia ese tipo- Le hecho en cara, aunque ni quería pensar en todas las cosas malas que hubiera podido pasarle.
-Para que lo sepas, lo estaba controlando muy bien, hasta que me distrajiste -Escupió y comenzó a dar pasos hacia la entrada.
-¡¿Pero qué haces!?- Él la tomo del brazo sin lastimarla-¿Acaso vas a entrar de nuevo a ese lugar?- Dijo desesperado.
-Pues claro, genio. Trabajo aquí-Le Informó con obviedad.
-¡¿Trabajas aquí !?- Dijo, pero ella no tuvo problemas ignóralo- Es muy peligroso que trabajes en un lugar como éste- Reclamó.
-Si lo dices por lo de hace unos minutos, ya se tratar con situaciones así, tranquilo-Dijo desinteresada.
-No voy a dejar que entres de nuevo- La detuvo.
-¿A sí? ¿Y tú vas a evitarlo?. No eres mí padre ni nadie para hacerlo- Desafió burlona ella.
Cameron obviamente no pudo evitar que la chica entrara, por lo que se conformo con vigilar de no tan lejos sin que ella lo notara.
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Sorprendentemente para la joven, no hubo otra escena como esa en la que continuo de la noche. Ya cansada, como siempre, termino su turno a las cinco de la madrugada. Cambio su uniforme por ropa común, mandó un mensaje a Maya y salio de su lugar de trabajo. Ya pasadas dos cuadras del lugar, Emma se percato de que unos metros alguien la seguía. Doble en la esquina, y su "acosador" hizo lo mismo luego de los segundos, pero no vio venir a la chica. Emma no era tonta, cuando él doblo ya estaba esperando para empujarlo contra la pared y poner su brazo haciendo presión en su cuello, junto con una llave.
-¿Por qué me sigues?- Demandó firme y le mando una mirada desafiante, aunque él de espaldas no podía verla. Por otro lado, Cameron quedo repetidamente fascinado por la habilidad de la chica, pero quiso que sea ella la sorprendida esta vez, acorralándola en la pared. Cualquier frase o palabra que haya querido decir fue interrumpido por el golpe que la chica le propino. La joven lo había "dejado sin herederos", no literalmente, al levantar demasiado fuerte la rodilla. Cameron suelta un gemido de dolor mientras alejaba un poco con las manos en la zona afectada.- Idiota- Le escupió Emma para empezar a alejarse.
-¡No! ¡Emma! -Dijo con dificultad. Emma se detuvo y cerró los ojos al reconocer la voz. Volteó bruscamente para caminar a él con furia.
-Pero que estúpida- Dijo para si misma -¡¿Qué te pasa?! ¡¿Qué tenias en la cabeza?!- Le saco bruscamente la capucha que lleva. No espero una respuesta y se sentó en la vereda en poco cerca de él. Se cruzó de brazos y miró la calle.
Luego de unos minutos él imito su acción. Ninguno dijo nada, entónces èl rompió el silencio.
-Solo me aseguraba de que estuvieras bien- Le Confesó. Emma trato de contener la furia que llenaba su interior.
-Ya te he repetido que se cuidarme sola- Se defendió con tono cortante- Y yo creería que por lo menos no tenias que seguirme como un acosador y acorralarme contra la pared- Él no respondió al instante, sabia que ella tenia razón.
-Lo siento- La miró.
-Eso no me basta, no tienes derecho a meterte en mí vida sin mí consentimiento- La chica no veía de buena manera lo que él hizo, tampoco le importo su justificativo. Y se pregunto a si misma si tratarlo diferente al conocerlo había sino buena idea. Siempre que conocía a alguien era cortante, sigilosa, pero con él no lo fue, porque quiso esforzarse en que se llevaran bien desde un principio. Con ésto Cameron bajo varios casilleros. Un tintineo comenzó a sonar y Emma saco su celular de la mochila. La persona que la llama era Maya, al verlo inmediatamente le contesto.
-Hola, Maya... Ah, si, no me fije en la hora, lo siento... tranquila, ya voy yendo... okey, adiós, besos ...- Terminó su conversación y miro a su acompañante -Era Maya, es mejor que ya vayamos a casa- Le informo levantándose, acción que copio el muchacho, para empezar a caminar a la casa.
Todo el camino fue en silencio. Emma no quería hablar y Cameron tenia miedo de hacerlo, sabia que ella estaba enojada, no le gustaba la situación, pero no sabia como cambiarla.
Cuando llegaron, ella fue al baño principal y terminando con lo suyo camino para su habitación.
-¿Emma? -El castaño la llamo desde el umbral de su cuarto.
-¿Qué quieres? - Su tono no fue el mejor.
-¿Por qué no confías en mi?- Quiso saber. A Emma le sorprendió su espontánea pregunta.
-No te lo tomes personal, soy así con todos- Asegura indiferente.
-¿Algún día podremos ser amigos? -
-Creo que tendrás que esforzarte mucho para ello-
-¿Cómo?-
-En primer lugar, no te metas en lo que no te incumbe-
-Anotado- Dijo y luego agrego-Que duermas bien, Emma- La chica rodó los ojos con visible molestia.
-Igual, Boyce- Los dos se miraron entre ellos y entraron a sus respectivas habitaciones.
