Capítulo 14

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CAPÍTULO CATORCE 

Estuvo cerca...

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MESES DESPUÉS:

NARRA EMMA:

   Estaba tan cómoda, profundamente dormida... hasta que tiene que sonar la bendita alarma. La apago y desactivo todas las demás que tengo por si me duermo. Como es de costumbre, me quedo mirando el "interesante" techo de la habitación y me pongo a pensar si vale la pena realmente levantarme. En esos meses cambiaron un montan de cosas. Por raro que parezca, sigo viviendo con Maya y sus padres, algo que no tenia pensado en un principio.Y se preguntaran:¿Qué haces viviendo aun con ellos?. Descubrí la razón de porque el destino me guió hasta ellos. Al principio ninguno menciono su apellido, hubo razones de los dos lados para no hacerlo. Fue unos meces después que ellos mismos me revelaron su identidad: Familia Boyce. Fue algo tan sorprendente la gran coincidencia, la persona a la que tanto buscaba era su hijo. 

   Antes que nos presentáramos formalmente, ya tenia mí opinión de ellos, y hasta ahora no parece que quieran dañarme, eso hizo que les otorgara algo de confianza.

   Unas semanas después de que me dieron alojamiento por fin encontré un trabajo, fue difícil la verdad, ya que no hay nadie que contrate a una chica sin documentos de identidad ni estudios realizados. Pero encontré un lindo bar... bueno, no tan lindo, donde me contrataron.

   Me voy levantando de la cama y me dirijo al baño en piyama, para después volver a la habitación. Me cambio y caco una mochila en donde pongo mí nuevo celular y dinero, ya que con Maya saldremos a dar una vuelta. Al terminar de arreglarme bajo y me encuentro con mí nueva amiga .

-¡Buenos días!- Dice alegre.

-Buenos días- Le respondí un poco cansada- ¿Cómo haces para tener tanta energía siempre?-Pregunte mirándola, a lo que ella se encogió de hombros y yo solté una risita, sí, las cosas cambiaron mucho entre nosotras. Al entrar en la cocina nos encontramos a la señora Boyce.

-Buenos días, niñas- Dijo al vernos.

-Buenos días- Respondemos al unisono y nos sentamos en la mesa.

-¿A dónde irán hoy?- Quiso saber.

-Solo a dar una vuelta, mamá- Dijo Maya.

-Y a comer helado- Agregue, y al segundo llego el señor Boyce.

-Hola, cariño- Le dio un corto beso a su esposa- Hola, niñas- Nos saludo y nosotras se lo devolvimos.

   Desayunamos unos panqueques que hizo la señora Boyce, y luego de un rato Maya y yo nos despedimos para salir.

-Mí hermano vendrá en estos días para festejar su cumpleaños con nosotros- Comento de repente- Estaba muy apenado por no haber venido a la fiesta de mí papá y a la mía,pero ahora que puede vendrá a "pasar tiempo de calidad en familia"- Wow, entonces puede que ahora lo conozca personalmente.

-¿Y tu estas feliz de que venga?- Le pregunte.

-Mucho, ya lo extrañaba- Dice sonriendo.

-Con eso me basta- Le devolví la sonrisa- Ahora, vamos por el helado- Y casi la "arrastre" hasta la heladería más cercana.

-Con eso me basta- Le devolví la sonrisa- Ahora, vamos por el helado- Y casi la "arrastre" hasta la heladería más cercana

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   Ya era casi la hora del almuerzo cuando nosotras estábamos sentadas en una banca del parque. Nuestra confianza había avanzado notablemente, y eso me gusta, a la vez que asusta. Sinceramente me sentía muy bien a su lado, estaba cómoda, al punto de que podría considerarla mí mejor amiga, o única amiga. He estado pensar en decirle mí secreto, pero no se...me creerá loca ...quizás se lo revele más adelante.

-Creo que ya es hora de volver- Le digo.

-Sí, es verdad- Nos levantamos y emprendimos rumbo a la casa.

   De camino empezamos a cantar una ridícula canción infantil mientras jugábamos. Al terminar la canción nos reímos un rato. Fue cuando vi a la persona que estaba cruzando la calle cerca nuestro. No podía decirlo con exactitud, pero creo que se trataba de un hombre encapuchado, por lo que no podía saber si alguna vez lo había visto. Estaba muy distraído hablando por teléfono. Todo hubiera estado bien, por un momento hasta pensé en lo irresponsable que era, hasta que vi el auto a gran velocidad que se dirigía hacia él. Maya también lo estaba viendo, las dos gritamos, la diferencia es que Maya si pareció reconocerlo. Él vio el auto pero no reaccionaba, sin pensarlo corrí con toda la fuerza que tenia. El vehículo ya estaba a un metro y medio de distancia cuando llegue y me abalance sobre él. Caímos a un costado del camino, el golpe me hizo cerrar los ojos, pero pude escuchar su quejido y al auto perderse al doblar en la esquina. Fue cuando subí mis parpados que mí mirada se conecto con la suya. Me di cuenta que estaba encima de él, podía sentir nuestros corazones a punto de salir de nuestros pechos por el susto de hace algunos instantes. No me levante, y él tampoco parecía apetecerle apartarme en ese momento. Lo pocos segundos que nuestras miradas estuvieron conectadas perecieron una eternidad. Examine su cara y no supe el por qué, pero de algún modo me resulto familiar, podía jurar nunca haberlo visto antes, pero tenia algo que me decía que tenia una similitud con alguien, una persona a la que si conocía. 

Mí Misión-Cameron Boyce- (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora