"Todos tenemos un propósito en este mundo de infinitas posibilidades".
Emma Stanford. Si no conoces su historia, dirás que solo es una simple chica.Pero, quizás, para desgracia de ella no lo es,el curso de su vida ya fue profetizado por la "loca"...
Se levantó de su lugar y los dos se abrazaron muy cariñosamente. Al separarse ella le dio varios besos en la mejilla y él uno en la frente. Emma solo podía mirar la escena en silencio, ver al chico en una situación así, la hacía sentir un poco mal. Sus sentimientos por el, aunque quisiera reprimirlos, seguían ahí. No podía hacer o decir nada al respecto, ella misma demostró no querer tener ninguna relación más allá de la amistad con el pecoso. Pero lo que se preguntaba ahora era... ¿Qué relación tenían estos dos?. Se le cruzó la idea de que podrían haber un vínculo amoroso, pero él nunca mencionó a una novia y no creía que fuera del tipo de muchacho que coqueteára con otras estando en una relación. O bien solo podía ser una simple amiga...
-Emma, te presento a Dove, es la actriz que interpreta a Mal en Descendientes- Ya lo noté- Dove, ella es Emma, la mejor amiga de Maya-
-Hola, Cameron me ha contado mucho de ti, es un gusto conocerte- Dijo la rubia con una sonrisa, se veía amigable.
-Hola, el gusto es mío. Eres muy buena actriz, por cierto- Le sonreí de vuelta.
-Gracias- Sonrió.
-¿Quieren que comamos algo mientras charlamos?- Propuso Maya.
-Me parece bien-
Al estar todos de acuerdo, Maya y Emma se dirigieron la cocina a preparar los snacks. Con todo listo, fueron a la masa del patio a reunirse con los otros dos.
-¿Y a qué se debe tu visita, querida Dove?- Pregunto Cameron tomando de su vaso.
- Solo pasaba por la cuidad y quise venir a visitarte- Se encogió de hombros.
-Entonces me alegra que lo ayas hecho- Sonrió- ¿Y cómo anda todo? ¿Alguna novedad?-
- No mucho. La verdad estamos bastante bien. Pero me he enterado que cierto amigo mío esta empezado nuevos proyecto. ¿Estoy en lo cierto? -Elevo una ceja.
-Si- Soltó una risita- Se sacaría la noticia en unos meses-
No charlaron de muchas cosas, mayormente solo bromeában. Emma no estaba adherida a la conversación, solo escuchaba de vez en cuando o hablaba con Maya. Luego de unas horas, Dove ya tenia que irse. Ella se despidió de todos con un abrazo, pero fue específicamente cuando estuvo cerca de Emma que le dijo solo para que ella oyera.
-Cuida bien de Cam, se nota que le gustas mucho, y apuesto que a ti también- Emma no supo que decir en el momento, solo se sonrieron y la rubia se fue.
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Fue solo media hora después que Emma recibió un inesperado mensaje. Era James, le había envido una ubicación con un "Te quiero aquí en diez minutos". No le pregunto nada, solo agarro su campera y fue rápido para allá.
Llego a lo que precia un plaza, escucho un silbido provenientes de unos arboles. Detrás estaba el chico que buscaba, haciéndole señas para que se acercara. Al estar a su lado vió que se escondía de algo o alguien, llevaba una capucha y en su mano una correa. De ella sujetaba un perro, ni grande ni pequeño.
-Acomodate bien esa capucha- Ordena.
-¿Para qué me llamaste?- Preguntó obedeciendo.
-Ya lo veras, solo has lo que te diga- Dijo buscando algo con la mirada.
-¿De qué nos escondemos?- No le contesto- ¡Oye! No me ignores- Reprocha.
-Has silencio y mira allá- Señalo, lo siguió con la vista y vio que observaba a un joven que caminaba a una banca.
-¿Quién es ella?- Susurró.
-Ya lo sabrás- Después de unos segundos se dirigió al perro a su lado- Ya sabes que hacer, pequeño- Acaricio su cabeza y el can se fue donde la joven desconocida. Por lo menos al perro lo trataba bien. ¿De qué se trataba esto? ¿Acaso quería conquistar a esa chica o algo así?. Examinó su cara de concentración... no, no era eso. Pero, si no ¿Quée...?.
La chica acariciaba al perro, James silbo en su dirección, captando la atención del animal que se separo de ella. El pelinegro silbo nuevamente y el can agarro la mochila de la chica. Tomándola desprevenida, hecho a correr con el objeto robado, y la dueña a perseguirlo.
-Tenemos que seguirlos- Dijo James tan repentinamente que Emma apenas reacciono.
-¿Qué se supone que estamos haciendo? ¿Ahora nos dedicaremos a robar?- Preguntó.
-Creí que te darías cuenta- Retó el chico. Parecía que en ese momento tenía todos los secretos del universo, y no los revelaría tan fácilmente a la muchacha a su lado. Unas cuadras después, el perro dejo la mochila en el suelo y volvió con disimulo hacia ellos- Bien hecho, pequeño- James se arrodillo a su lado y lo medio abrazo, felicitándolo orgulloso.
-¿Y ahora qué?-
-Observa- Ordenó. Este niño se la pasa dándome órdenes.
Emma vió como la chica, luego de agarrar sus pertenencias, volteo al callejón a su lado. A los segundos, avanzo dentro de el, casi a la mitad. Y saco algo de una pila de cajas...
-No puede...ser...- A pesar de la distancia de la que se encontraban, aprecio como la chica... mecía al bulto de frazadas.
-Son ellas- No lo pregunto, fue una afirmación.
-Hasta que lo notas- Rodó los ojos- Pensé que te gustaría acompañarme- Se encogió de hombros.
-Gracias- Le sonrió, aunque él no pueda verla.
-Ya es hora de irnos- Informó- Te acompaño a casa-
Emma hecho un vistazo a su abuela, que acariciaba el rostro de su madre. Y junto a James, empezaron su camino. No dijeron nada en el transcurso, y al llegar se despidieron con un "Hasta luego". Emma puso la llave en la cerradura y la abrió.
-¿De dónde llegas?- La voz la sobresalto al cerrar. De nuevo en la misma situación, pensó cansada.
-Tenia algo importante que hacer- Respondió despreocupada.
-¿Importante?¿Con él?- Lo ignoró y paso por su lado- Emma, por favor, solo contéstame- Suplico- ¿Acaso, están saliendo?-
