Capítulo 4

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CAPÍTULO CUATRO

¿Qué esta pasando aquí?

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1 de junio del 2052

NARRA EMMA:

   Iba caminando por las sucias calles, odio tener que salir, pero tenia que hacerlo, mamá se había quedado sin medicamentos. Se que es inútil que los siga tomando, pero no puedo, no quiero perderla, tengo miedo de que ya no este a mi lado. Hasta ella misma me dijo que ya no podría hacer nada, no tiene cura, pero me niego a aceptarlo.

   Estoy con mi habitual capucha y ropa oscura, me he acostumbrado a vestirme así, aparte se camufla mejor. Camino alerta a todo, salir afuera es muy peligro y más si es a la ciudad. Se defenderme muy bien y aún así debo ir preparada para cualquier cosa ,uno nunca sabe lo que puede pasar hoy en día por estas calles. Lo único que queda es ganarse reputación en el territorio, así al menos no tendría que preocuparme por los que quedaban.

   Miro para un lado, veo ruinas, giro para otro y se observan cuerpos. Todo lo que se ve son restos, animales vagando, plantas cubriendo todos los alrededores y muchas cosas más. Vuelvo mi vista al frente, como odio este mundo.

   Sigo mi camino, salto el tronco caído, doblo para la izquierda, derecha, derecha ,izquierda ...Me lo he memorizado desde hace más un año, desde que mamá enfermo, es mucho tiempo lo que resistió hasta ahora, la mayoría de las personas no duran ni ocho meses con una de estas tantas enfermedades incurables.

   Llego por fin al "local" y golpeo la sucia y oxigenada ventana. Luego de unos minutos se abrió mostrando a la amargada señora Mónica ,es la persona más amargada y con menos paciencia que he conocido en toda mi existencia. Lastimosamente ésta irritante señora es la única que tenía acceso a los tratamiento de la junta.

-¿Qué quieres?- Pregunta tan amable como siempre (Que se note el sarcasmo).

-Las mismas pastillas- Respondí de igual manera.

-¿Qué tienes a cambio?- Dijo la vieja sin mirarme, con soberbia. Extendí la mano con las tres ardillas- Eso no es suficiente- Reclamó.

-¡Pero si la última ves me cobraste esto!-Dije indignada

-¡Pero subí el precio! ¿¡No vez?!-Dijo la mal nacida casi gritando

   La fulmine con la mirada y saque dos palomas de mí espalda. ¡Genial!¡Ahora tendré que conseguir más! Bueno, todo sea por mamá, pensé. Le entregue todo y me dio el pedido. Me di la vuelta y tan solo hice cuatro pasos cuando volví a escuchar su irritante voz.

-No se porque te sigues esforzando, morirá de todas formas- Dijo seguido de un golpe de metal dejando en claro que la muy cobarde había cerrado la ventanilla.

   No voltee, solo me quede ahí parada por unos segundos, congelada por la idea. Sentí que estaba lastimando las palmas de mis manos con mis uñas de tanta presión que ejercía con los puños. Me negativa a creer morira, pero duele saber que la vieja amargada tal vez tenga razón.

   Me dirigí a mí hogar en el bosque. ¿Que pasaría cuando mamá se fuera?. ¿Que pasaría cuando ella ya no esté?. Dios, no tengo a nadie más, solo a ella. Aquí el amor solo te hace débil. Me hubiera gustado conocer el mundo como era antes, como me contaba mi madre de pequeña, cada noche antes de dormir.

   ¡Ohh!. Se me olvido explicarles. ¿Que esta pasando aquí?Pues...podría decirse que el apocalipsis. Si , si, se preguntaran: ¿Pero como ocurrió?. Nadie lo sabe, pero se rumoreaba que había sido alguien, un hombre, ¿Estúpido, verdad?. La teoría consistía en que esté ser humano mando bombas nucleares a otros países, ovacionando la tercera guerra mundial, sego a los gobernantes de venganza y rencor, para luego controlarlos, y al último, acabar con todo. Yo tampoco lo creo, es simplemente imposible, una solo persona no puede causar tanta destrucción, aunque hay muchas más teorías.

   Todo ocurrió hace muchos, muchos años...bueno no tantos. Fue cuando mamá tenia dieciocho más o menos, luego de unos años de eso me tubo a mi. Mi padre no lo conocí, tengo entendido que murió, solo eso se, ya que a mamá no le gusta hablar del tema. Se que se amaban mucho, porque las pocas veces que lo mencionaba lo hacia con una sonrisa y un brillo especial en sus ojos.

   Como decía, nací en este mundo. Nacer entre medio del caos puede tener sus pros y contras ; una de las ventajas, por ejemplo, es que desde pequeña aprendes a sobrevivir, a hacerte fuerte, aquí se madura desde temprana edad, duro pero cierto. Aunque también se sabe que la esperanza y ganas de seguir luchando poco duran. Mí ancla para seguir era mí madre.

Y ahora cada minuto de tu vida se trataba de sobrevivir. Buscar un lugar seguro era difícil, más que todo por los "acechadores", éstas máquinas voladoras se paseaban en todas las ciudades y sus alrededores, buscando sobrevivientes para eliminarlos. Si creían que porque fue el fin del mundo todos tratarían de buscar un escape a la inevitable extinción de la raza humana, pues se equivocaron. La llamaban de mucha formas, yo preferiría referirme a ella como la "junta", era un grupo con número desconocido de personas, que estaban enfocadas en ser los únicos en la tierra. La mayoría de sobrevivientes que encontraban, los mataban, para eso lo acechadores. Tenían todo, medicina, comida y comodidades, solo para ellos, como todo buen gobierno, aunque éste no lo era para hacer el bien a su gente.

   Al llegar a lo que podría llamar mi "hogar", abro la puerta para entrar y la cierro detrás de mi. Y me dirigí a la habitación de mamá sin saber lo que me encontraría.

Mí Misión-Cameron Boyce- (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora