"Todos tenemos un propósito en este mundo de infinitas posibilidades".
Emma Stanford. Si no conoces su historia, dirás que solo es una simple chica.Pero, quizás, para desgracia de ella no lo es,el curso de su vida ya fue profetizado por la "loca"...
-Eso intento- Repitió Emma poniendo su mayor esfuerzo.
-Piensa en cada célula de su cuerpo, su corazón, respiración. Ya curaste a otros animales, esto también lo puedes hacer- Reprochó.
-Una cosa es usar el poder de sanación para curar una pata lastimada y otra muy diferente es para traerlo de nuevo a la vida- Dijo frustrada.
En los últimos días practicaron el ya dicho don de sanación. Éste en su vida pasada les sirvió para curar heridas y, en el caso de Emma, revivir animales si yasian muertos hace pocas horas atrás. James les explico que puede que este poder los haya ayudado a sanar rápido de alguna herida en el pasado. También especifico que solo podía volver a la vida a animales, no personas, ese poder solo lo tenia la Diosa, pero siempre podía realizar un intercambio de almas. Anarina lo tenia en su máximo esplendor por ser parte de la familia bendecida por la Diosa, mientras que Tlayolotl por ser hijo de la curandera.
Justo ahora probaban, por primera vez, volver a la vida a una pequeña liebre que encontró cerca del campo de entrenamiento.
-Vamos, cierra los ojos- Ordenó James, y Emma lo hizo- Y ahora, concéntrate- La chica puso una mano sobre el costado animalito, y una resplandeciente luz salió de ella. Emma callo para atrás sintiendo un pequeño bajón de energía, al mismo tiempo que la criatura se levantaba y rapiradamente corría lejos.
-¿Estás bien?- Preguntó el n Cameron sosteniéndola en sus brazos.
-Si, solo fue un pequeño mareo- Le sonrió. El chico le devolvió gustoso la sonrisa y dio un castro beso en sus labios.
-Ya es tiempo de volver- Dijo James y los dos asintieron para seguirlo.
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Maya sostenía al pequeño, con el que se había encariñado mucho los últimos días, mientras Bella terminaba de guardar las cosas con las que lo había cambiado.
-¿Y hace cuánto los cuidas?- Preguntó Maya jugando con la mano del bebé.
-Eres muy fisgona, cariño- Rió Bella, pero no parecía ser una replica- Solo hace unos meses. Sin embargo, los conocí de mucho antes-.
-¿Ah, si?-
-Si, conozco al pequeño James desde que se mudo al barrio. Y eso fue hace muchos años- Aclaró- Recuerdo como si fuera ayer cuando llegaron, ellos a pesar de llevarse nueve años tenían una buena relación. Se volvieron mucho más unidos luego de la muerte de sus padres-
