Capítulo 32

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CAPÍTULO TREINTA Y DOS

Peligro

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-Esto no va acabar bien. Es muy peligroso- El chico trato de convencerla de mil maneras, pero era en vano.

-No hay otra opción- Recordó Emma- Kelly dijo que nos esperaría, en ese lugar, éste día y a esa hora-

-Aún no teniendo la misma sangre, tienes el don que tu abuela, la pequeña Blanca, tendrá. Tus sueños son muy importantes, no ves el futuro, pero si el pasado. La historia de Anarina es real- Comenzó el relato- Esto ocurrió en los años después de Cristo, no se cuando exactamente. En esa tribu, con poderes hereditarios concedidos por la Diosa, vivió la princesa Anarina y el príncipe Montucse. La familia gobernante era la bendecida con más poder, pero eso no fue el caso del príncipe, él tenia un pequeño problema, no era tan poderoso como su hermana o sus padres, y hubiera sido amado y respetado por todos, sin importarles ese detalle, pero el verdadero problema de Montucse era su arrogancia, el mal trato a los demás y creerse superior al resto. Cuando Anarina llego a la edad para dirigir la tribu y conectar su alma a su compañero de vida, Montucse se puso celoso. Decía que, aun siendo el menor, él merecía ese puesto y no su hermana. Anarina tubo la ceremonia, con sus padres ignorando los insultos y quejas de su hermano. Lo que nadie se esperaba es que, semanas después, una noche el príncipe secuestro a muchos habitantes para succionar su poder, lo que era algo prohibido, una magia muy oscura y antigua, y atacó cobardemente la vivienda central. Aún con los mejores guerreros, perdieron, ellos no esperaban tal traición. Montucse mató primero a Tlayolotl, esposo de Anarina, debilitando a esta, ya que al morir tu compañero de vida la otra persona pierde el sentido de vivir. Antes de morir Anarina, la Diosa le concedió el último deseo... -

   Los dos jóvenes caminaban por la fría noche, solo alumbrados por la luz de la luna y las estrellas, dirigiéndose a un bosque. Cameron tenia los nervios de punta, temía por la seguridad de ambos, no estaba convencido de poder enfrentarse a lo que los esperaba. Los guerreros y súper héroes no se hacen de la noche a la mañana, se forman y entrenan duro para estar preparados, cosa que ellos no hicieron, no hubo tiempo, pero aun así no dejaría Emma sola en esto, jamás lo haría.  

   La chica no estaba mejor que el muchacho, el nerviosismo la carcomia por dentro y, aunque lo negara, el miedo también. Trataba de permanecer segura de si misma y de sus fortalezas, pero era difícil creer que podría ser capas de tanto. Llegaron a un claro en medio del inmenso bosque, en el cielo las nubes grises se empezaban a juntar, impidiendo que las estrellas se admiraran.

   Un silencio tenebroso permanencia, solo lo interrumpían algún ruido del ambiente y sus respiraciones. Un poco más allá de ese espacio sin arboles se observa una casa, una mansión mejor dicho, totalmente deshabitada, o eso parecía. Las puertas de ella se abrieron y una figura cubierta con una capa negra se diviso en el radar, su rostro no se veía. Esa persona que desprendía un aura misteriosa, camino a paso lento pero decidido hasta quedar a unos veinte metros de los jóvenes. La tensión se sintió en el aire, y la persona, la cual Emma y Cameron reconocieron enseguida, se saco la capucha.

   Dejo ver su verdadera identidad. Un hombre de unos cuarenta años, de cabellos grises. En su amargado rostro se empezó a asomar una sonrisa macabra, como si tuviera a el mismísimo demonio dentro, o él   fuera el demonio. 

Mí Misión-Cameron Boyce- (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora