Mí Misión-Cameron Boyce- (Completa)

Capítulo 18

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CAPÍTULO DIEZ Y OCHO

Quiero un beso

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28 de mayo del 2019

NARRA EMMA:

   Ya había pasado un par de días desde que Cameron me siguió a mi trabajo, todo seguía normal, bueno, solo si a normal se le llamaba ignorarlo casi todo el tiempo y tratarlo de manera cortante. Sí, al final reduje mí convivencia con él a lo justo y necesario. Y adivinen que, hoy era el día tan esperado por la familia Boyce, el cumpleaños del idiota. Y justo ahora todos estamos yendo para su habitación, a darle su desayuno sorpresa.

-Uno, dos, y...¡Tres! -Contamos Maya y yo bajo, para entrar al cuarto de golpe.

-¡Levanten las manos, esto es un asalto!- Gritó y un segundo después saltó sobre el dormido Cameron. Este se despertó de golpe por todo el alboroto y pego un grito para caer al suelo.

-Que linda forma de levantar a las personas- Dijo desde el piso. Su voz estaba ronca, y debo decir que eso no me desagrado. 

   Los señores Boyce entraron por la puerta con el desayuno y todos, menos el chico, empezamos a cantar el feliz cumpleaños. El muchacho sonrió y se sentó en la cama, cuando termino la canción soplo la vela de arriba de los Hot Cakes. Todos aplaudimos, y cada uno le dio sus felicitaciones. Luego de unos chistes y risas, Libby y Víctor fueron a preparar algo y solo quedamos nosotros tres.

-Quédate con él un rato, tengo que ayudar con lo demás -Susurro Maya en mí oído, yo la mire suplicante, no quería quedar a solas con él, mas ella no se percato de ello- Voy al baño un segundo- Mintió para salir. Silencio es lo único que quedo en la habitación.

-¿Quiéres?- La voz del joven me des concentro, lo mire directamente y deduje que se refería a su desayuno.  

-No tengo hambre- Respondí mirando a otro lado. 

-Oh, no me mientas, de seguro no desayunaste aun. Y ya te conozco lo suficiente para saber lo glotona que eres- Dijo sonriendo.

- ¿Con las pocas horas que pasamos juntos ya te cree que me conoces?- Lo mire incrédula- Es patética tu manera de querer deducir a las personas-

-¿Estás segura de que no quieres?- Levanto una ceja con una sonrisa ocurrente. Su insistencia se estaba volviendo algo tediosa. 

-Por supuesto- Dije segura. Él ensancho su sonrisa, dejo la bandeja a un lado y se levanto- ¿Qué...? - Quise decir pero me interrumpí. Él se estaba acercando, quedo justo al frente mio, se agacho a mí altura y quedo mirándome a los ojos. Yo lo mire totalmente confundida con la situación, pero aun así no aparte la mirada. Su cercanía me empezó a incomodar, por lo que di un paso hacia atrás, pero el avanzo otro. Estaba muy cerca... y no note cuando empece a aguantar la respiración. Como cuando nos conocimos, nos quedamos unos minutos así, él se acercó un poco más y...con sus brazos rodeó mí cintura y me levantó- ¡Oye!, ¿Qué haces? ¡Bájame, maldito idiota!- Le dije exaltada.

-Creo que...no- Me estrujo un poco más contra su cuerpo. Le di varios golpes en la espalda, tenia que mantener la calma porque, ¿Como le explicaría luego a Maya cuando su hermano apareciera con la nariz rota?. Pero aun así, ¿Qué se creía éste para cargarme y tratarme como si nos conociéramos de toda una vida?

   Empezó a caminar a la cama conmigo a cuestas, y antes de que pudieras decir algo, me sentó en su cama y él hizo lo mismo. Puso una de sus piernas sobre las mías y la otra detrás de mí, impidiendo levantarme. Tomó un trozo de fruta del plato y la acerco a mí cara.