"Todos tenemos un propósito en este mundo de infinitas posibilidades".
Emma Stanford. Si no conoces su historia, dirás que solo es una simple chica.Pero, quizás, para desgracia de ella no lo es,el curso de su vida ya fue profetizado por la "loca"...
Maya lavaba los platos que su invitada había dejado, metida en sus pensamientos, pero estos se giraban más a la preocupen dirigida a Emma, no sabia nada de esta chica ni por lo que había pasado antes de conocerla. La pregunta que más le cruzaba por la cabeza era esa, que vivió la pobre chica. No sabía quién era, o si era de fiar, pero algo la alentaba a confiar en esa fría y mal humorada muchacha, y saciar la curiosidad que le producía ella y su vida, aunque por lo que había visto, no sería tarea fácil que se abriera a ella. Todo lo que se escuchaba en el ambiente eran sus dos respiraciones y el agua salir de la canilla, hasta que la voz de Emma destaco entre los otros sonidos.
-Creo que ya es momento de que me vaya- Dijo levantándose de su haciendo.
-¡No, espera!- Apresuro Maya- No tienes que irte. ¿Que es lo que te impide quedarte?- Cuestionó.
-Ya te dije que no es de tu incumbencia- Respondió simple.
-Ohh, vamos- Replicó con cansancio- ¿Porqué no te quedas? ¿No confías en mí, no te agradó? ¿O vas a algún lugar? ¿Tienes a alguien que te espera, o solo quieres irte?- La verdad Maya estaba cansada, quería comprenderla pero no podía, ella no se lo permitía.
-Estaba buscando a alguien- Dijo sin pensar.
-¿A quién?¿Es alguien conocido para ti? ¿O porque lo buscas?-
-¿No te dije ya que dejaras de hacer tantas preguntas?-Emma puso mala cara- No lo conozco, pero esa persona va a ayudarme en algo-
-¿En qué?¿Quién es?¿Cómo se llama?-
-Eso ya no te lo responderé - Cortó levantando su mochila.
-¿Sabes dónde encontrarlo?- Emma negó caminando con destino a la habitación de invitados- ¡Oye, espera!¿Qué tal si...te quedas aquí mientras lo buscas?- Propuso- Digo, así las dos ganamos. Tu te quedas, tendrás comida y dónde dormir, y también podrás seguir tu búsqueda- No la vio muy convencida- Y bueno, si después decides irte podrás hacerlo- Emma pensó en porque esa chica se empeñaba tanto en que se quedé, lo más probable es que fuera por lástima, eso la molesto, pero por otro lado su propuesta no sonaba tan mal.
- Si llegas a intentar hacer algo, te sacare los órganos y te obligarte a comerlos- Amenazó, Maya trago en seco.
- Bueno, y ahora...¿Quieres ver una película?- Dijo sonriendo, Emma elevó una ceja en su dirección.
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-¿Ya ha terminado?- Pregunto Emma ocultando su decepción. Maya asintió con una mueca. La verdad es que se emociono un poco cuando Emma eligió ver la película "Descendientes" entre todas las demás. Emma por otro lado, le gustó tanto que pidió ver la segunda también, pero lo que más le agrado fue como Maya se esforzó en contarle la historia de cada padre de los personajes y por asegurarse de que entendiera la trama. Se entretuvo tanto que hasta olvidó que tenía que irse de ahí, además que inconscientemente le dio más confianza a su acompañante.
-Sin embargo...- Continuo, Emma centro su atención en ella- La tercer película ya se está preparando- Animó.
-Eso es genial- Opinó sonriendo un poco. Maya se sintió feliz de lograr que hiciera ese gesto.
-Oh, ¡Como paso es tiempo!- Exclamo Maya viendo la hora- Ya casi es hora de la cena, tendríamos que preparar algo- Emma asintió de acuerdo siguiéndola hasta la cocina.
Maya empezó a moverse por la habitación, buscando los ingredientes para hacer algo simple, mientras que Emma la seguía con la mirada, sentada a la par de la isla. Había una pregunta rondando por la cabeza de la chica, y no planeaba quedarse con la duda.
-¿Dónde están tus padres?-
-¿Qué?- Pregunto Maya desconcentrada.
-No pareces mayor de edad, y es notable que más personas viven en ésta casa, sin embargo nunca he visto a ninguna- Y era verdad, no conocía quién estaba a cargo de la chica, o si quiera si sabían que dejó a una desconocida vivir bajo su mismo techo.
-Ahh, ellos salieron unos días por unos asuntos, lo más probable es que vuelvan mañana-
-¿Lo más probable? ¿Y ellos al menos están enterados de que una persona que no conocen está contigo? ¿No les preocupa que pueda hacerte daño?-
-¿Acaso lo harás?- Contraatacó.
-No, pero ellos no pudieron saber eso-
-Respondiendo a lo otro, ellos me ayudaron a traerte, y puedo avisarle a los vecinos si algo malo paso- Por como lo dijo, Emma puedo deducir que no era la primera vez que la dejaban sola.
Media hora después las dos chicas se encontraban comiendo en un profundo y cómodo silencio.
- Lo he estado pensando,- Comenzó Maya de repente- y se me ocurrió que podríamos ir a comprar algunas cosas mañana- Emma lo pensó un momento, podría ser un buena oportunidad para conocer la cuidad y probar algo de suerte en su búsqueda.
-Me parece bien-Contesto siempre.
-Excelente, entonces iremos en la mañana-
Luego de terminar, las dos lavaron y guardaron lo usado antes de dirigirse a las habitaciones.
-Toma- Emma sostuvo lo que la chica le extendió y miro confundida el objeto- Es la llave de tu habitación, creí que así te sentirías más segura- Explico antes de desearle dulces sueños e irse.
Emma miró un momento como se alejaba, pensando que quizás ella de de verdad no planeaba hacerle daño, aunque solo lo dejaría en un tal ves.
No pudo describir la paz que sintió cuando, ya cambiada, se acostó en la suave cama. Su cuerpo se sentía cansado, pero no más que su mente. Estaba agotada de todo, y solo planeaba dormir al menos ocho horas, para tener fuerza suficiente para el día siguiente.
