Capítulo 14 - Luz en la oscuridad

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La nave de los grises estalló, provocando una gran estela en el cielo, ante la mirada perpleja de Mr. Luz.

—Noo..

Adora corrió hacia él.

—¿Qué ha pasado?

El héroe negaba con la cabeza, atónito. No era capaz de entender que estaba pasando. Demasiadas cosas: Iruzbin destruido, Gábriel y Enuk... muertos, los Iruzbianos extinguidos, los grises traicionados, por él, y extinguidos. ¿Cómo podía haber sucedido todo eso en tan poco tiempo?

El cielo se oscureció, ante la mirada de incredulidad de las miles de personas que se arremolinaban en la gran plaza de Sumadia y sus alrededores. Un grotesco número de naves aparecieron en los cielos. Como si de un gran enjambre se tratara, miles sino millones de naves revoloteaban en el espacio, al borde de la atmósfera de la Tierra. Era una invasión.

—Pero, ¿qué está pasando? ¿Quién es Kumrad? ¿Él ha hecho todo esto? —exclamó Mr. Luz, invadido por sentimiento mezclados de ira, impotencia y tristeza.

Adora volvió a mirar al cielo. «Kumrad... ¿De qué conozco ese nombre?...»

Entonces un destello en el cielo llamó su atención. Un objeto brillante apareció a lo lejos, y se acercó atravesando la espesa nube de naves. Se movía a toda velocidad dejando una estela tras de sí. ¿Era un meteorito? ¿O, peor aún, el arma con el que Kumrad pretendía destruir el mundo?

Ante la mirada atenta y los corazones contraídos de todos los espectadores, otros dos objetos aparecieron tras de él. Pudo apreciarse el ardor producido por los objetos al atravesar la atmósfera. Al aguzar la vista el héroe pudo distinguir que no eran meteoritos si no naves. Los movimientos evasivos y cambios en la trayectoria las delataron. Tres naves avanzando a toda velocidad mientras cruzaban el cielo. Las dos de atrás comenzaron a abrir fuego mientras la que encabezaba la marcha serpenteaba intentando eludir los disparos.

Adora y Mr Luz observaban la escena, al igual que el resto de personas, sin saber bien que esperar. Hacía escasos minutos que había tenido lugar la inquietante presentación en público de Kumrad, en la que amenazaba con una inminente extinción. No sabían nada absolutamente de ese tal Kumrad, era la primera vez que lo veían, y desconocían de que era capaz. ¿Era Kumrad quien estaba detrás de todos estos acontecimientos?

La persecución continuó y se intensificó al aproximarse las naves a la superficie del planeta. De repente el comunicador de Mr. Luz emitió un pitido, indicándole que tenía una llamada entrante. Sin perder tiempo se llevó el dedo a la oreja y tocó el botón.

—Rafael, soy yo, Jonhy.

Quinta Essentia (Trilogía EXO II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora