Quinta Essentia (Trilogía EXO II)

Capítulo 12(b) - Diálogo

Tras mucho pensarlo Adora miró a su compañero con aire resolutivo.

—Hasta ahora no te he hecho demasiado caso —reconoció—, y la verdad es que no nos ha ido muy bien. Yo entraría por las malas, aunque probablemente no duraríamos ni un minuto. Ya es hora de que te haga caso. Si crees que tenemos alguna posibilidad, por pequeña que sea, confiaré en ti.

—Te lo agradezco Adora, pero si no funcionara... no me perdonaría que murieras por mi culpa.

—Tenemos pocas probabilidades de salir de aquí con vida —le contestó ella consciente de la difícil situación en la que se encontraban—. Sinceramente, si he de morir, no veo mejor manera de hacerlo que siguiendo a un gran héroe como tu —añadió acompañando el halago con una sonrisa.

Mr. Luz sonrió enorgullecido y agradecido por la confianza que depositaba en él. No podía fallarle. Ambos se miraron en silencio y la escena se prolongó varios segundos.

—Hagámoslo —dijo ella.

El héroe asintió y ambos se pusieron en pie y abandonaron su escondite, poniéndose a la vista de todos los extraterrestres presentes en la sala de mando.

—¡Nad.nis.mid!

Varios grises salieron a su encuentro, nada más verlos, gritándoles cosas inentendibles por los héroes. Rápidamente Mr. Luz y Adora se vieron rodeados por numerosos rifles de avanzada tecnología que los encañonaban.

—Tranquila, haz lo que yo haga.

El héroe levantó los brazos, demostrando que estaba desarmado y ofreciendo sumisión.

—No queremos más problemas. Nos rendimos —dijo—. Queremos hablar con vuestro líder.

Los grises cuchichearon entre ellos, con visible nerviosismo. Al parecer tenían diferentes opiniones en como debían actuar. Tras debatir acaloradamente entre ellos uno de los soldados apuntó con su arma directamente al rostro del héroe. Le dijo algo que este no pudo entender, pero a juzgar por el tono que usó, dedujo que las cosas estaban a punto de ponerse muy feas.

—¡¡ Alsham.Durup !!

Un grito autoritario cortó la tensión acumulada e interrumpió al grupo de grises, que se quedaron helados. Entonces uno de los grises de bajo rango salió de la sala de mando y se abrió paso entre los soldados que rodeaban a los héroes. Se acercó a ellos y les hizo un gesto para que lo siguieran.

Mr. Luz y Adora lo hicieron sin dudar, pasando entre el círculo de soldados armados que los rodeaban, atravesando sus miradas de rabia contenida.