Quinta Essentia (Trilogía EXO II)

Capítulo 5 - Caza nocturna

Hacía ya unas horas que Mr. Luz había llegado al despacho de su amigo Jonathan en Acad Tecnología. Tras ponerle al día con todo lo que había acontecido en estos dos días desde que se fuera, y tras la sorpresa de Jonathan, este le había insistido a Mr. Luz en que se tumbara y descansara un poco, ya que parecía estar agotado. El héroe no pudo negarse, y dejó a su amigo recopilando información a través de la red.

Mr Luz abrió los ojos tras un sueño reparador. No sabía cuanto tiempo había dormido, sin embargo el descanso le había sentado fenomenal. Jonathan, que seguía sentado frente al ordenador, se giró al oír a su amigo y verle aparecer por la puerta de su despacho.

—Vaya, ya vuelves a parecer una persona —dijo en tono jocoso acompañando la frase con una sonrisa.

—Si —sonrió Rafael—, tenías razón, me hacía mucha falta. Sea lo que fuera que me hicieron al intentar abducirme me dejó agotado. ¿Y tu —preguntó mientras miraba el holomonitor que había detrás de su amigo—, has descubierto algo?

—¡Ya te digo! —le contestó mientras giraba de nuevo sobre su silla y volvía a encararse a la pantalla del ordenador—. Ven, observa por ti mismo.

Mr Luz se acercó y tomó asiento a su lado.

—Veras —comenzó a explicarle Jonathan— no he podido encontrar ningún tipo de información oficial, sin embargo hay gran cantidad de información no oficial acerca de los grises. Son una raza extraterrestre, se desconoce cual es su planeta de origen pero se cree que quieren algún tipo de material genético de nosotros, los humanos. Al parecer, y siempre según las conspiraciones, tienen algún tipo de defecto genético que los condenará a la extinción, y se cree que buscan en nosotros una cura. Hay quien dice que hicieron un pacto con los gobernantes del planeta en que ellos, los grises, les entregaron tecnología avanzada desconocida para nosotros a cambio de obtener permiso para poder experimentar con los seres humanos, permitiéndoles así abducirlos sin que el gobierno se meta.

—Tiene sentido —dijo Rafael meditativo— quizás fue Serssek quien negoció con ellos. Eso explicaría como consiguió el arma con el que pretendía volar todo Iruzbin por los aires.

—Seguro que si. En los últimos años ha habido un salto tecnológico importante. Dudo que se debiera simplemente al azar —añadió Jonathan—. Trabajo en la mejor empresa tecnológica del planeta, se de lo que hablo.

—Pero ¿por qué los ataques? Si ya habían llegado a un acuerdo, ¿por qué atacar?

Jonathan se atusó la perilla de chivo que se había dejado crecer, pensativo.

—Pues la verdad es que no tien mucho sentido...

—Y no dicen nada de como detenerlos, a los grises, ¿no? —preguntó Rafael, sabiendo de antemano la respuesta.

—Me temo que no. Nadie los ha visto oficialmente —le respondió—. Sin embargo yo se algo de tecnología de platillos volantes —dijo haciéndose el interesante. Esto captó el interés de Mr. Luz.