Capítulo 17 - La Base Pandora

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Los tres héroes sobrevolaban los cielos de la gran ciudad de Sumadia en dirección a la base gubernamental secreta. El Sol se escondía por el horizonte y la oscuridad de la noche les brindada una buena cobertura. Volaban a baja altura para evitar que las naves de los clones, que aparecían y desaparecían en todas direcciones, no les descubrieran. Al sobrevolar la ciudad quedaron horrorizados. Todo era caos y destrucción. Había fuego, humo y escombros por todos sitios. Aún podían ver algún clon por la ciudad, arrasando con todo a su paso. Habían comenzado por Sumadia, pero pronto el mundo entero sucumbiría ante estos seres. Aunque Mr. Luz sentía el impulso de ayudar, sabía que Gábriel tenía razón. No podía salvar la ciudad. Lo único que podía hacer era conseguir la calavera. Con pesadumbre abandonaron Sumadia camino a Pandora.

Mr. Luz volaba en medio de los tres, con Gábriel a su derecha y Adora a su izquierda. Tras una hora de vuelo el héroe sentía algo especial.

—Esto es increíble Gábriel. Me siento... poderosísimo —dijo mirándose las manos, sintiendo el nuevo potencial que se había liberado en él.

—Siento algo extraño —añadió Adora algo contrariada—, como si tuviera algo dentro que está intentando salir.

—No te preocupes —la tranquilizó Gábriel—, al principio cuesta acostumbrarse. Pero si queremos enfrentarnos al ejercito de Kumrad necesitamos todo el poder que podamos reunir.

—Allí está la base Pandora —intervino Mr. Luz al divisar su objetivo en el horizonte— ¿Jonhy, puedes oírme? —dijo apretando el auricular que llevaba al oído.

—Alto y claro —contestó este, sentado cómodamente frente a la mesa de su despacho con la vista centrada en el holomonitor—. De acuerdo, todo listo. Yo os guiaré por la base.

El héroe asintió con la cabeza, mientras comenzaban a descender. Habían planeado hacerlo tras uno de los edificios bajos de la zona este de la base, para desde ahí descender en el ascensor sin ser vistos. Sin embargo iban a tener que modificar sus planes. Pese a que no habían visto demasiada actividad de naves clones en el trayecto, al aproximarse a la base pudieron escuchar las sirenas de alarma. Avanzaron rápidamente hasta la valla que delimitaba el área y pudieron ver que los clones ya habían llegado. Los soldados del ejercito, junto a los mercenarios de ROM, corrían de un lado a otro descargando sus armas, de todo tipo, sobre los invasores, mientras se esforzaban por esquivar sus demoledores ataques.

—Ya están aquí, pero de momento solo parece haber un par de naves —dijo Gábriel.

—Y no parece que hayan entrado aún en la base subterránea —añadió Mr. Luz observando la zona.

—Maldición, ¡mirad! —exclamó Adora señalando el cielo.

Quinta Essentia (Trilogía EXO II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora