Mr Luz conocía bien el interior de la sede de Acad Tecnología, ya que estos eran los creadores de su supertraje, y eran muchas las veces que había acudido allí a recibir nuevas mejoras o simplemente a que repararan los desperfectos sufridos en las duras batallas que había vivido protegiendo a la ciudad y a sus habitantes.
Aunque el traje era un producto muy especial en el que la empresa había volcado sus esfuerzos y recursos, no era lo único que hacían. Acad Tec. era una importante empresa del sector bélico, probablemente la más importante del planeta. Los tratos de favor de que gozaba Acad Tec. Por parte del gobierno le habían sido de gran ayuda para consolidarse y conseguir situarse a la cabeza de la industria, dando una superioridad armamentística a Sidonéa frente a sus enemigos.
Mr Luz avanzó cautelosamente a través de las distintas secciones de la enorme sede, intentando no llamar la atención de los pocos trabajadores que allí quedaban, ya que era casi media noche, y de los guardias de seguridad nocturnos que debían estar entrando en sus puestos. Tras unos minutos llegó finalmente a la sección en la que su amigo trabajaba, “Investigación y Desarrollo”, pero, como había temido, Jonathan no estaba ahí. Era tarde, hacia ya unas cuantas horas que habría acabado su turno y lo lógico era que estuviese en su apartamento descansando. Al comprobar que no estaba y sopesando la situación fuera, en la ciudad, con el toque de queda y las patrullas armadas, lo mejor sería pasar la noche en allí y esperar la llegada de su amigo al día siguiente.
Le esperaba una larga noche por delante, y aunque estaba deseando volver a dormir en su comodísima cama de látex, de la cual no había podido disfrutar desde que comenzara su periplo, no le costaría mucho conciliar el sueño, ya que traía el cansancio acumulado de un largo viaje interestelar. Echó un vistazo a su alrededor, cogió dos sillas y colocó una enfrente de otra, fabricándose una improvisada cama. Se sentó en una de ellas, recostándose hacia atrás y apoyó los pies en la otra. No era una postura especialmente cómoda, pero era lo mejor que había encontrado. En una de ellas se sentó y se recostó hacia detrás y en la otra apoyó los pies, quedando estirado y lo suficientemente cómodo para pasar allí la noche.
—¿¡Pero que coño...!?
Mr. Luz se despertó sobresaltado, la luz del sol se dejaba ver a través de las rendijas de la cortina veneciana que cubría la ventana. La voz que le había despertado venía de detrás suyo, así que rápidamente se giró.
—¡¡Benditos los ojos que te ven !! ¡Eres tú, Rafael!
Una enorme sonrisa se dibujó en el rostro del héroe al contemplar ante él a su amigo de la infancia.
—Maldita sea, me tenías muy preocupado —dijo acercándose a darle un fuerte abrazo—. Te daba por muerto.
Durante unos segundos se quedó contemplándolo, mirándole de arriba a abajo, satisfecho de comprobar el buen aspecto que presentaba el héroe—. Con todo lo que ha pasado pensé que debías estar muerto, si no hubieras hecho algo para impedirlo. No podía creer que el bueno de Mr. Luz dejara desamparados a sus queridos ciudadanos. No quería creerlo..
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Quinta Essentia (Trilogía EXO II)
AventuraTras los acontecimientos relatados en Apokalypse, el gran héroe Mr Luz regresa triunfal. Sin embargo lo que se encuentra no es en absoluto lo que esperaba. La humanidad vive aterrorizada por culpa de unos extraños y macabros seres que se han adueñad...