only, my bad boy (Noah Schnapp)

capítulo 11

Las chicas me miraron de pies a cabeza y Gabriella se retiró con su clan.

Sadie y Millie me llevaron a las bancas, sentándome recio, tanto que me dolió un poco el trasero.

¿por que presiento que esto es como un interrogatorio?.

- asi qué... ¿Que acaba de pasar? - preguntó Sadie cruzándose de brazos.

la miré a los ojos y contesté con toda sinceridad.

- no lo sé

- Noah te acaba de... Salvar de un golpe seguro - añadió Millie

- ¿él es Noah? ¡madre mía! es guapo y sexy - interrumpió Sadie mientras sonreía coqueta.

Rodé los ojos. En serio no necesitaba que las chicas me dijeran en la cara lo guapo que era ese tonto...eso no me ayudaba.

- no hay nada de especial en eso ¿porque les emociona tanto? Fue...amable conmigo y la verdad es que se lo agradezco. - ¿en realidad se lo agradecía? - y no se porque lo hizo... Cualquier chico hubiera hecho lo mismo ¿no?

Ambas me miraron sonrientes. Sadie se sentó a mi lado y mi hermana imitó la acción.

- ¿______ por que no quieres admitir que te atrae? - me preguntó

¿Que me atrae? Es guapo, si...y el cabello despeinado le da esa pinta de chico malo, al igual como viste, su abdomen trabajado, esos brazos que.... Simplemente pueden cubrir a cualquier chica de muchas cosas...

¡No!. Precisamente Noah pasó corriendo en busca del balón y mis ojos se enfocaron en él.

« No. No. No. No quiero que esto en suceda, no puede atraerme Noah »

Mi silencio les dió una respuesta, así que respondieron con un "Ay" en una forma tan cursi y pegajosa. Simplemente mi silencio no era por que me atraía y me costara admitirlo, era porque simplemente no podía creer que estaba pensando de esa manera tan.... Vulnerable hacia él.

El timbre me derrumbó mis pensamientos. Era momento de la última clase: Anatomía.

Las chicas se despidieron de mi aún con sus sonrisas cómplices. Sin pensarlo tanto me dirigí hacia el aula. Por alguna razón me sentía expuesta, necesitaba un escudo. Sabía que en cuánto lo viera, mi cuerpo se iba a sentir extraño.

Entré al aula y los vellos se me pusieron de punta. Él estába sentado en el lugar de siempre. Las sillas estabam acomodadas, así que no tenía que mover nada. Dejé mis cosas encima de la mesa y tomé asiento.

Se estaba limpiando la cara con la camiseta de deporte. Me recosté sobre la mesa colocando mis brazos de modo que cubría mi cabeza. Como si mis pálidos y delgados brazos fuesen un escudo.

Cuando alce la cara, el profesor ya estába sentado detrás de su escritorio, ordenando el papeleo.

- ¿a qué hora entró el profesor? - pregunté sin mirarlo a él

- hace un rato.

No. Simplemente no pude haberme dormido ¿que pasó conmigo?

Le miré mientras el prestaba atención. Sus largas pestañas negras y su nariz perfilada hacían una perfecta combinación.

Me dolía admitirlo, pero, si lo admitía en mi mente lo consideraba caso perdido. Me atraía la forma en que caminaba seguro de si mismo, su voz, su sonrisa...

« Me atrae, ya está lo admito. »

Pero... Eso no quería decir que estaba enamorada de él, para nada sólo pensaba que era atractivo, como también encontraba activo a otros chicos.