only, my bad boy (Noah Schnapp)

capítulo 31

Tomé mi móvil, escribí el número y marqué. E inmediatamente Daniel me contestó.

- hola Daniel

- ________, que bueno escuchar tu voz

- estuve pensado lo de la fiesta y si iré - Sonreí

- excelente, dime la dirección y paso por ti

Le di mi dirección, me despedí de él y colgué. Tomé asiento en la cama y dejé el móvil aún lado. Me vino a la mente esa vez que Daniel me dio su número, estaba con Noah, el lago, sus labios contra los mios, diciéndome que era hermosa. « ya basta »

El día se estába pasando lento, más que un día de instituto. Mamá salió de casa, Millie fue a ver a papá y a rogarle para que la dejara quedarse una semana mas en la casa. En el televisor no estaban pasando nada bueno, los programas solían ser repeticiones y creía que no era una buena idea mirar una película romántica, para nada.

Tocaron a la puerta. Me levanté del sofá y abrí. Mason estába parado detrás de ella.

- hola, Millie no está, fue a hacer un trato con mi padre - Sonreí - no creo que tarde, puedes esperarla si quieres - el asintió en respuesta y la dejé pasar.

Tomó asiento en el sofá grande, me senté en el otro extremo, tomé el control del televisor y empecé a cambiar los canales.

- estas aburrida ¿cierto?

le miré

- ¿se nota demasiado?- contesté

Soltó una risita.

- aquí estoy yo, así que ya no te aburrirás más - sonrió.

- bien, que bueno saberlo - Sonreí

De pronto Mason se levantó y tomó una fotografía de la mesita que estaba al lado de la ventana. Se giró hacia mi.

- ¿esta eres tú? - « oh no, ¡oh,no! » Mason me miró con una sonrisa mientras me señalaba en la fotografía.

Dejé de cambiar los canales y dejé el control a un lado.

- si - añadí entre risas y con las mejillas coloradas. - ¿quieres algo de tomar? - pregunté para que esto no se volviese más incómodo.

- si, gracias - sonrió - conejita - añadió sonriente.

Lo miré entrecerrando los ojos, pero de una forma divertida. Me levanté directamente a la cocina y serví un vaso con agua.

- ¿cuantos años tenías? - me preguntó desde la sala.

Ahora estaba sentado en el sofá. Con la mano estirada sobre éste y cruzando una pierna de modo que su pie tocaba su rodilla contraria.

- como unos seis o siete - me acerqué a él con el vaso de agua - cuando mamá tenía ese poder de elegir mis disfraces de halloween - Sonreí; le entregué el vaso y el lo tomó con ganas.

- ¿Millie también tiene foto? - bebió un poco y tomé asiento en el sofá.

- si - sonrió - sólo que ella está vestida de gatita - su sonrisa se ensanchó aún más.

Nos quedamos un momento en silencio. Miré el televisor, estaban pasando un comercial de maquillaje, para ser precisa de un rímel. Mason bebió un poco de agua y luego miró el vaso.

- se que no te había preguntado esto - lo miré - por que pensé que estabas encabronada conmigo y tal vez me ibas a mandar al diablo por preguntar - frunció el ceño - ¿como estás por lo de mi primo?

Miré sus ojos azules y luego el vaso que tenía en su mano.

- pues...no muy bien pero tampoco muy mal como al borde de comer helado todos los días, pero lo extraño - trague saliva. Me di cuenta que era la primera vez que lo decía y en voz alta - y me duele saber que al parecer sólo era una más a su lista - los ojos de Mason estaban sobre mi y me miraban de una forma sincera, sin juzgarme ni torturárme.