only, my bad boy (Noah Schnapp)

capítulo 8

Noah aparcó frente a una casa de color blanco, tenía un patio hermoso. Me bajé sin perder la vista de aquella casa.

- ¿vives aquí? - pregunté

- por ahora si... — contestó bajándose de la motocicleta. Caminó por el sendero que llevaba hacia la puerta.

Lo seguí y no podía ocultar que me sentía un poco extraña. Del bolsillo trasero de sus jeans sacó unas llaves plateadas, escogió una específicamente y abrió la puerta. Me hizo unas señas para que entrara. Mi Dios, si la casa por fuera era hermosa por dentro lo era más. La decoración era espléndida; los muebles combinaban con el color de las paredes.

— iré por los libros — dijo para luego desaparecer de mi vista.

Pensaba que Noah era una clase de chico vagabundo que andaba de bar en bar o algo así, pero en mi realidad era que no lo era, ni si quiera un poco. Tomé asiento en el sofá.

Una voz masculina me hizo voltear.

- disculpa ¿como entró a mi casa?

Me puse de pie nerviosa.

— Ah, yo entré aquí con Noah

El hombre que estaba frente a mi era alto y de hombros anchos, tenía el pelo color azabache y tenía un parecido a Noah solo que sus facciones estaban más endurecidas. Noah entró a la sala y se detuvo en seco al ver al hombre frente a mi.

- vaya, al parecer ya conociste a mi padre — dijo acercándose

— me llamo _________ — dije por educación

El padre de Noah extendió la mano hacia mi y se la estreché educada.

— un placer señorita ________. Soy el Dr. Schnapp

— el placer es mío Dr. Schnapp

¿su padre era doctor? Ahora era más claro a lo que se refería el profesor de anatomía.

— puede llamarme Mitchell — sonrió.

— el placer es mio, Mitchell — corregí sonriendo.

— ya tengo lo que necesitaba, así que ya podemos largarnos — interrumpió Noah. Me tomó de los hombros para llevarme a la puerta de caoba

- ¿por que no se quedan para comer? Jocelyn preparará estofado hoy — habló su padre a nuestras espaldas

- no, tenemos que estudiar padre, una disculpa a Jocelyn y a su estofado — comentó con la mandíbula tensa. Ambos salimos de la casa, con el golpe de la puerta detrás.

estaba claro que algo no andaba bien.

- ¿está todo bien? - le pregunté mientras íbamos caminando por el sendero para llegar a la motocicleta. Fijó sus ojos en mi por un momento y sonrió con ironía.

— no es nada importante o por lo menos que te interese sabelotodo

Sólo trataba de ser amable pero por lo que veía él no.

— bien, ahora hay que buscar un lugar para estudiar — dijo serio esta vez

Se subió a la motocicleta y me miró como seña para que subiera. Una vez arriba se puso en marcha. Nuevamente por la velocidad y el miedo de caer y rodar por el pavimento me abracé de él.

- ¡¿y a donde vamos?! - grité para que pudiese escucharme

- ¡a tú casa!

¿Que? No. A mi casa no. Mamá no estaba pero Millie si, y se iba a volver loca si llegaba arriba de la motocicleta y con Noah. Me iba a interrogar y eso significaría que no me iba a dejar en paz.