only, my bad boy (Noah Schnapp)

capítulo 2

Gracias al cielo el instituto había terminado, las últimas clases no estuvieron tan pesadas pero la última no fue mi favorita, deportes, no era una chica atlética, no era esa clase de chicas que estában en un equipo todo el tiempo. El fútbol no era lo mío, una vez golpeé con el balón al entrenador y me eliminó de la partida y el voleibol se me daba fatal.

- ¿oye te iras a pie? - volteé al escuchar la voz de Sadie

- al parecer si

- dios no, te acaban de dar una paliza en voleibol, mirate

Observé mi cuerpo, la verdad no estaba tan mal, sólo tenía dos moratones en los brazos y uno en la pierna.

- no estoy tan mal - concluí

- tú vienes conmigo - me señaló con el dedo índice para luego llevarme del brazo hacia su pequeño zapatito azúl. Era un auto pequeño y muy práctico al momento de aparcar. No tenía nada en contra de los autos pequeños, en realidad me agradaban.

- desde hace tiempo no tengo otra opción - bromeé

Ella sonrió

- así es.

Sadie y yo éramos opuestas. Ella siempre intentaba ser el centro de atención de algo, sea cual sea el círculo social; y yo, más bien prefería pasar desapercibida. Le agradaba que el instituto hablara de ella y a mi, absolutamente no. En conclusión ella era una atrevida, según Sadie ella se describía así misma como la mala y yo era la niña buena.

El sonido de la música se sacó de mis pensamientos; no me había dado cuenta que estaba el estéreo encendido y que She Wolf estaba sonando .

- ¿enserio no te causó nada ver a ese estúpido con Gabriella? - se aclaró la garganta mientras tomaba más fuerte el volante - por que sabes que yo puedo decirle algunas cositas que no son nada propio en una chica y por supuesto nada propias de mi

Sonreí.

La verdad es que no sabía que me había causado más daño; ver que William estaba con Gabriella o que al mismo tiempo que estaba con ella se fijara en mi.

Sadie aparcó frente a mi casa, de repente su expresión de relajación cambió a una de horror.

- ¿esa es Millie? - preguntó mientras le bajaba a la música.

Miré en dirección a la puerta. ¡oh, Dios mío! ¿que hacía mi hermana compartiendo saliva con un desconocido? ¿motociclista?

Desabroche rápidamente el cinturón de seguridad y salí del auto con la mochila sobre mi hombro.
- gracias Sadie, tengo asuntos que atender - dije cerrando la puerta del auto

- ¡de nada, si necesitas rudeza, llámame ¿vale?! - gritó cuando me encontraba caminando en medio del patio. Le hice una señal con los pulgares y fui directamente hacía mi hermana.

- ¿que pasa aquí? - pregunté

Millie que estába muy feliz, se separó del chico y me sonrió.

- hola, estoy algo ocupada ¿si? Hablaremos luego - volvió a pegarse a los labios del chico

Era tan relajado para ella y vergonzoso para mi. Que tú hermana menor te dijera aquello frente a un chico, no era muy agradable.

- Millie, ¿podrias por favor entrar a la casa? Antes que todos los vecinos te vean...así...

-- en un momento.... - ronroneo

Aproveché el momento en que se habían quedado sin aire para tomarla del brazo y meterla a la casa; calmadamente, por su puesto. Cerré la puerta suavemente.