Capítulo 44

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–"Bueno voy a ir" –"Ven y arreglen la cosas que andan las dos llorando como alma en pena por los rincones, las quiero mucho "–dijo abrazándome –"Y nosotras Maca, muchas gracias por todo"

**************


Al salir de allí, mire el reloj y eran las ocho de la noche, estaba lloviendo  y el aire era fresco a pesar que estábamos en verano... Dejando el auto estacionado, me baje con los estudios en mano, toque la puerta y me atendió Tomas....

–"Hola Tomas, como estas?"

–"Ah no acá ya empezamos mal, ya no me piensas decir suegrito? Ven aquí yerna... –dijo abrazándome –"Sé que venís por la morena que está en su cuarto desde que llego de la guardia, ve" –dijo guiñándome el ojo.

–"Gracias suegrito" –le di un beso en la mejilla.

Estuve parada en la puerta de su habitación, decidiéndome si tocar la puerta o irme por miedo a que me rechace, pero finalmente golpe la puerta...

–"Papá te dije que no iba a comer, voy a dormir". – En ese instante, decidí abrir la puerta.

–"Pues, creo que está mal que no quieras comer Amelia". –dije, mientras se levantaba de su cama.

–"Y TU QUE SABRÁS DE LO QUE ESTA BIEN...."

–"Amelia por favor, vine en son de paz a mostrarte los resultados de los análisis" –dije entregándoselos, vi como los estaba abriendo para empezar a leerlo, al terminar de leerlo no me dijo nada, así que hable.

–"Bueno veo que no tienes ganas de decirme algo o hablar, te lo dejo para que lo veas tranquila, ya sabes dónde encontrarme".


Saliendo de la habitación me cruce con la que creo que todavía era mi suegra, que me abrazo deseándome  fuerzas, fuerzas  que no sabia de donde sacar ya  ... Cuando llegue al auto me quede apoyada con mis dos brazos en el techo , con la cabeza apoyada en el largándome a llorar, ya no me importaba nada si me mojaba o no. Me seque las lagrimas y abrí la puerta del auto,  al subir  un pie para entrar...



[Narrador Omnisciente]

–"LUISITA" – ...

Grito Amelia, parada desde el portal de la casa de sus padres mojándose con los análisis en mano, llorando y agachando la cabeza. Viendo esto, Luisita salió corriendo hacia la morena para agarrarla desde los brazos y abrazarla fuerte contra su cuerpo, mientras lloraban las dos.

–"Mi amor, no me llores, ey mírame" –dijo Luisita agarrándole la cara con sus dos manos para que la mirara. –"Perdóname, perdóname mi vida"–hablaba una Luisita muy dolida.

"Perdóname tu a mi Luisita, todo lo que te dije no lo siento para nada" –dijo apoyando su cabeza en el pecho de la rubia, esta le volvió a levantar su cabeza para conectar sus miradas.

"Shh, estabas en  todo tu derecho bebe, perdóname  por hacerte pasar por todo esto, por favor".

–"Mi amor ya cuando te fuiste de la habitación, te había perdonado, te amo, te amo" –dijo dándole un beso profundo a la rubia, Luisita la levanto para que rodeara con sus piernas la cintura, mientras con sus manos le hacía mimos por debajo de la camiseta de la morena en la parte baja de la espalda...

Lo que nos unió  (Luimelia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora