Fairy Queen: Un mundo mágico [COMPLETA ⭕✔]

🌌 Capítulo IV. Feliz cumpleaños, zorra 🌋

Me desperté con el sonido de mi teléfono móvil, era un mensaje de nuestro grupo de amigos, lleno de felicitaciones y, en letras mayúsculas, un mensaje de Laura "Te espera la primera pista en la puerta de tu casa. Feliz cumpleaños, zorra💙".
Sonriendo me levanté de la cama, salí de mi cuarto y me dirigí a la puerta, allí, una caja negra con un lazo azul me esperaba.

- Feliz cumpleaños, cariño - me dijo mi madre sonriendo y acercándose a mi para darme un beso y un abrazo - ¿qué tal has dormido hoy?

- Sorprendentemente bien - contesté mientras respondía a su abrazo y dándome cuenta de que era la primera vez en dos semanas que no me despertaba en medio de la noche - y gracias, mamá - dije sonriendo - por cierto - señalé la caja - ¿en qué momento han venido a dejar esto sin que yo me diese cuenta?.

- Bueno, digamos que tienes un novio muy silencioso y madrugador - contestó - pero antes, me gustaria que abrieses este - dijo tendiéndome una pequeña caja.

Lo abrí, emocionada y me sorprendí al ver que era un colgante, increiblemente antiguo pero bien cuidado, era un círculo, de piedra, con un triskel tallado en el centro y unido a una cuerda, suave pero resistente.

- Dios mío, mamá - djie mirando anonadada el colgante - es precioso, nunca en mi vida había visto algo así, parece antiquísimo ¿de dónde lo has sacado?.

- Oh, no es nada, tan sólo es una imitación a antiguo, lo compré hace unos meses en aquella feria medieval a la que asistimos, pensé que te podría gustar.

- ¿Gustar? me encanta - dije abrazándola para luego colocarme el colgante - has dado justo en el clavo - dije acariciando el colgante mientras me miraba en el espejo del recibidor.

Luego me dispuse a abrir la misteriosa caja negra que había en mi puerta. En su interior encontré decenas de fotos con mis amigos y dedicatorias preciosas por detrás, me llevó más de veinte minutos leerlas todas y al acabar, estaba emocionada por todas esas palabras de cariño. Luego vi que había cinco tarjetas regalo de mis tiendas favoritas, un conjunto de lencería, unas converse negras y, al fondo, una tarjeta y algo envuelto. La tarjeta decía:
"A las 11:00 comienza la fiesta del año, el primer destino será la gran piscina en casa de tu querido David. Pónte un bikini bien sexy debajo de lo que hay en esa bolsa. ¿Recuerdas que solemos decirte que eres mitad ángel y mitad demonio? Pues de eso va la fiesta, de día mostrarás tu esencia más dulce, así que el disfraz será de ángel, al acercarse la noche te daremos el otro disfraz, pequeña diablilla. Te esperamos. No tardes mucho y... FELIZ CUMPLEAÑOS MI AMOR. Eres la mejor amiga que puede tener cualquier mortal, gracias por ser parte de mi vida, eres luz. Te queremos".

Al sacar el "disfraz" me encuentro con un mini vestido blanco, ajustado en la cintura y vaporoso junto con un antifaz blanco. ¿A esto le llamas disfraz, Laura?, pensé riendo.
Después de ducharme y peinarme decido ponerme un trikini blanco, que poco me tapa, por debajo del vestido, junto con unas sandalias de estilo griego que me dan un aire más angelical y me coloco el precioso colgante de triskel.

Después de despedirme de mi madre, ya que probablemente no la veré hasta el domingo, me dispongo a salir hacia la casa de mi novio.

Salgo del edificio, dispuesta a coger el autobús cuando me encuentro un Jeep blanco en la puerta y un chófer con un cartel en la mano que dice "Para la cumpleañera", así que decido subirme. Agradezco el detalle, ya que me imagino lo vergonzoso que habría sido ir en bus con estas pintas. Al acercarnos a casa de David puedo oír la música sonando, lo que me hace venirme arriba ya en el coche. Al aparcar, me despido del chófer y le doy las gracias y me dirijo a la parte trasera de la casa, allí, cientos de personas en bikini o bañador, con pequeños indicios de su disfraz - ángel o demonio -, bañándose, bailando, bebiendo, cantando, hablando... me esperan, al entrar todos se giran y comienzan a victorear mi nombre y a felicitarme.