🌌 Capítulo XLIX. ¿Despedidas? 🌋

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Nos instalamos en el reino de Dru. Al principio temía por la reacción de las hadas negras al tener pululando hadas blancas en su tierra, sorprendentemente, después de haber hecho un comunicado público y haberme mostrado y demostrado como la hija de Ezzequiel todos parecían, más que tolerantes, agradecidos de nuestra presencia o, al menos, de la mía.

Resultó que el gobierno de Black había sido deseado incluso antes de toda esta situación, para mi sorpresa, a pesar de su personalidad egocéntrica, era un gran líder y siempre había sido muy admirado en su pueblo desde su época de Axóuxere brillante. Al final estaba en el lugar que siempre le había pertenecido y donde siempre lo habían querido. 

Tras varios debates y desacuerdos habíamos establecido un plan, entraríamos en Dru con el ejército de hadas blancas, neutralizando al ejército de Ezio sin derramar sangre o herir a nadie, para ponerlo contra las cuerdas y exigir su rendición, así, sus seguidores podrían ver la realidad y dejarían de mostrar resistencia. El ejército de Dennis nos acompañaría, pero solo actuaría en caso de necesidad absoluta.

Esta noche era el momento, íbamos a recuperar nuestra tierra, iba a recuperar lo que era mío por derecho de nacimiento.

Las cosas con Blue se había normalizado, estábamos mejor que nunca aunque, por respecto a Black, estábamos en su casa, evitábamos las muestras de cariño en público. Aún no había hablado con él de mi relación con Blue o de lo que suponía ahora lo que había entre nosotros, pero quería hacerlo antes de partir.

Me lo encontré a punto de tirarse de uno de los cientos de acantilados de Dennis, directo al mar. Mi hada negra interior coleteó de envidia y emoción, cada vez se me hacía más complicado encontrar un equilibrio entre mis dos naturalezas, parecía imposible un equilibrio, o me dominaba una o otra, desde luego, cuando esto acabase, debía encontrar el equilibrio. Añoraría demasiado el mar si me quedase en Dru, pero añoraría la bondad y el autocontrol si el hada negra tomaba el control.

-¿Vienes a darte un baño antes del gran día? - preguntó Black ya alzando sus alas para dejarse caer.

- En realidad venía a hablar contigo… - dije insegura.

- No te preocupes. Supuse que te quedarías con el chico bueno, lo entiendo. Eres demasiado buena para querer sentir toda la oscuridad que sientes cuando estás a mi lado, incluso siendo medio hada negra. No te culpo. Estoy seguro de que serás inmensamente feliz a su lado. Vive, y aquí te espero, entre la tiniebla, al final del precipicio, cuando me necesites - dijo justo antes de lanzarse al mar.

Su forma de hacerlo, junto con su energía me decían “tema zanjado”, aún así, segura de mi decisión, un trocito de mi corazón se apagó para siempre. Aquel donde siempre permanecería Black, impasible, latiente, en la oscuridad. Jamás podría alejar esa oscuridad de mí, pero elegía la luz, elegía a Blue.

Vagué durante un tiempo por los caminos que llevaban a aquel acantilado, sin ganas de regresar al castillo, cuando una sombra me sobresaltó.

Reconocí a aquel hada como un soldado del ejército de Dennis, pero no de los buenos, tenía el escudo del reino cortado y no necesité fijarme en su energía, sus ojos despedían odio y rabia.

Inmediatamente me coloqué en posición defensiva.

- Te mataría ahora mismo, pero solo vengo a darte un mensaje. Entrégate.

- Podrías intentar matarme, pero fracasarías. ¿Por qué iba a entregarme?. Estáis en desventaja.

- Así es, pero tenemos al gobernante de Dru de nuestro lado. Son unos cobardes, pero les gusta el poder. Quieren tu cabeza y nos han pedido amablemente que matemos a cinco ciudadanos de Dru por cada minuto que te demores y, la verdad, jamás rechazaría poder matar hadas blancas.

Bastardo.

Me lancé hacia él, dispuesta a destrozarlo, cuando de su bolsillo sacó un teléfono móvil. Era el padre de Blue, que se había quedado con Dru, fiel a su juramento. Mierda, iban a ejecutarlo.

- ¿Cómo le sentará a tu novio saber que han matado a su padre y que podrías haberlo evitado?

Me quedé paralizada.

- ¿Y bien? - preguntó.

Lo miré con un profundo odio. No podía permitir que lo matasen.

- Llévame contigo - dije entre dientes.

Fairy Queen: Un mundo mágico [COMPLETA ⭕✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora