Casi al instante de tocar a la puerta, una mujer rubia y de ojos azules abrió la puerta, al ver a Blue lo rodeó con sus brazos.
- Gracias a Jenesis que estás bien, escuché que te habían herido...
Blue le acarició suavemente la espalda.
- ¿Aquí estáis todos bien? - preguntó Blue mientras recorría la pequeña aldea con la mirada, todo parecía intacto.
- Si... no llegaron hasta aquí, está demasiado lejos del castillo y no llama la atención, de todas formas nos metimos en el bosque por si mandaban a algún rastreador.
La madre de Blue se separó lentamente de él y entonces reparó en mi presencia, entonces Blue hizo las presentaciones.
- Ah, mamá, ella es Jen, Jen, mi madre, Samantha.
- Es un placer conocerla.
Samantha me dedicó una mirada y luego una sonrisa se apoderó de su rostro y me dió un abrazo.
- Igualmente, Jen - dijo sin dejar caer su sonrisa - ¿eres también del ejército?.
- Algo así - repuso Blue - nos vamos a quedar aquí unos días y mamá, cuanto menos sepas, mejor.
Samantha asintió, entendiendo de alguna manera que no obtendría más información y que así debía ser, luego nos indicó que entrasemos.
La casa era completamente de madera pero increíblemente bien cuidada y ordenada. Era muy minimalista y, aún así, tremendamente acojedora. El pasillo se abría en una cocina - salón muy espaciosa, con una chimenea que centelleaba en una de las paredes, luego, cuatro puertas de madera, dos estaban cerradas, otra llevaba a un baño y la última a una habitación con la cama deshecha, de la que supuse que había salido Samantha.
Una de las puertas se abrió y de ella salió una pequeña frotándose los ojos, era Effie, la hermana de Blue, la que había conocido en mi primer día en Dru.
Al verlo, la pequeña se lanzó volando a los brazos de Blue, que la cogió sonriendo.
Después de un gran abrazo, Effie dirigió su mirada hacia mi.
- Hola, princesa, me alegro de verte - dijo aún con voz adormilada.
Ambos miramos a Effie, preocupados por lo que había dicho, Samantha nos miró e hizo un gesto que indicaba un "nada de preguntas, no he escuchado nada", y se volvió a su cuarto.
Effie se acurrucó en los brazos de su hermano.
- Te he echado mucho de menos - dijo, volviendo a quedarse dormida.
Blue depositó un beso en la frente de la pequeña y la llevó de vuelta a su cuarto. Mientras, yo me dirigí al sofá que había frente a la chimenea y me acurruqué allí, haciéndome lo más pequeña posible.
Mi vida había cambiado radicalmente al descubrir quién era realmente y, ahora que me había acostumbrado a esto y había hecho de Dru mi hogar, nuevas preguntas y problemas habían surgido, y, una vez más, debía empezar de cero. Tampoco ahora era quién creía, no era un hada de Dru, tampoco de Dennis, era el resultado de una relación prohibida, sin hogar, sin familia...
Unos brazos me sacaron de mis pensamientos, Blue me había rodeado y llevado mi cuerpo contra el suyo. Al menos lo tenía a él, su abrazo me reconfortaba.
- Creí que vivíais en el castillo - comenté.
- Mi padre y yo sí. Pero esta era nuestra casa antes de que mi padre se convirtiese en el capitán del ejército. Mi madre nunca quiso abandonar este lugar, así que Effie y yo íbamos y veníamos de un lugar al otro y cuando yo también entré en el ejército me quedé en el castillo y venía aquí de visita. Effie sigue yendo y viniendo.
- ¿Tus padres no están juntos? - pregunté.
Blue negó con la cabeza.
- Cuando yo nací, Odín era un soldado más, así que dedicaba tiempo a su familia, cuando mi madre estaba embarazada de Effie, bueno, él ya era el capitán y no prestaba atención a nada más, así que ya durante el embarazo mi madre decidió acabar con la relación. Creo que a él ni siquiera le importó, no hay nada más importante para él que su trabajo, por eso aún no quiere retirarse...
- Lo siento... - dije - supongo que hay cosas que pasan tanto en la tierra como aquí.
Blue me dedicó una sonrisa, sabía que su dolor no era por él, sino por Effie, lo percibía en su energía.
Espera un momento. Lo percibía en su energía, literalmente, podía ver la energía de Blue.
- Blue... puedo ver tu energía, no sentirla, puedo verla, puedo ver tu energía, delante de mí, veo su color, veo como se mueve...
Dije casi hipnotizada, mientras veía la energía de Blue salir de su cuerpo, fluír. Ahora entendía a lo que se referían con que podíamos percibir la energía, cómo no hacerlo, esta se escapaba de nuestro cuerpo, era como una proyección...
- ¿La ves? - dijo Blue, emocionado.
Y su energía transmitió su emoción. Me resultaba más fácil notar las emociones a través de la energía que a través de las expresiones, estas se podían ocultar, pero la energía no miente.
Giré mi cabeza e, incluso a través de las paredes de madera, podía ver la energía de Samantha y Effie, ambas fluían, relajadas, eran completamente blancas, aunque la de Samantha tenía pequeñas tonalidades grises en algunos puntos, mientras que la de Effie era completamente blanca. Entonces volví mi mirada hacia Blue, su energía era completamente azul, y su simple forma transmitía un increíble poder.
- ¿Cómo es posible? - musité.
Blue se quedó pensativo por un momento, luego dijo:
- Creo que en el campo de batalla, con aquel impulso que tumbó a todo el mundo, te desprendiste de algún tipo de bloqueo, tu poder real despertó, no solo una parte, de ahí las alas y esto debe ser parte de tu poder también. Pero es impresionante, quieres decir que además de sentir la energía, como hacemos nosotros, ¿también puedes verla?.
Asentí. Le expliqué a Blue lo que veía. Es decir, las hadas mejor entrenadas eran capaces de percibir la energía, como hacía Blue, pero requería concentración, contacto, pero era algo que sentían, yo, literalmente podía verla. Entonces, le pedí a Blue hacer un experimento, él pensaba en ciertos momentos de su vida que le recordasen ciertas emociones o sentimientos, pude adivinar lo que sentía, tan solo por como su energía se movía y cambiaba, todos - tristeza, miedo, alegría, enfado, pasión, amor - no se me escapaba uno. Luego nos dirigimos al exterior de la casa y pude ver, más claros o borrosos, la energía de todas las personas que había en aquella aldea, trece personas, todas con la energía blanca, las más pequeñas, supongo que de niños, eran completamente blancas, mientras que la de los adultos, aún siendo blancas en su mayoría, tenían pequeñas tonalidades claras de otros colores. Volví a Blue.
- ¿Por qué tu energía es la única que no es blanca? Es completamente azul... - dije mientras me dejaba hipnotizar por el azul que desprendía su cuerpo - ojalá pudieses verlo, es impresionante.
- ¿De qué color es la tuya? - preguntó Blue, curioso.
Y entonces me di cuenta, no me había fijado en mi propia energía, me miré y pude ver una gran sombra, era una espiral, que combinaba el negro y el blanco, danzando y moviéndose, sin mezclarse, era un espectáculo, y pude notar que el blanco dominaba al negro. Sabiendo que era complicado explicarlo, se lo dibujé.
- Siento que puedo tocar tu energía, pero es intangible - dije mientras rozaba el brazo de Blue del que salían rayos azules.
Entonces vi cómo la energía de Blue se disparaba a mi contacto. Una sonrisa apareció en mi cara.
- Me habría encantado tener ya esta capacidad cuando te conocí, no podrías haber ocultado tus sentimientos tan bien - comenté - es mágico ver tu energía sentir, cambiar...
Y entonces pude notar las intenciones de Blue antes de que hiciese nada. Me rodeó con sus brazos y me besó. Su energía entonces se fusionó con la mía. Hicimos el amor y entonces lo entendí. Entendí por qué cuándo teníamos sexo podíamos sentir lo que sentía el otro, eran nuestras energías, por algún motivo, se mezclaban, podía ver cómo bailaban juntas.
ESTÁS LEYENDO
Fairy Queen: Un mundo mágico [COMPLETA ⭕✔]
Viễn tưởng¿Qué se supone que debe hacer una chica de dieciocho años que acaba de descubrir que su vida es una mentira, que hay muchas cosas más allá de la vida que conocía? Hadas blancas,hadas oscuras, luchas de poder y ella, su reina. Al nacer, una de sus do...