Fairy Queen: Un mundo mágico [COMPLETA ⭕✔]

🌌 Capítulo XXIX. Hadas negras, Hadas de Dennis 🌋

Eran demasiadas. Blue lo sabía. Dudó un momento y alzó un brazo, en ese momento, varios rayos cayeron en aquel punto y más de la mitad de aquellos puntos negros se desplomaron.

Cerró su puño y cientos de raíces se elevaron, aplastando a muchos otros.

Blue jadeó, unas gotas de sudor comenzaron a recorrer su frente.

¿Cómo diablos había hecho eso?

Al final, ante nosotros aterrizaron nueve, nueve hadas con ropa militar negra y una mirada oscura. Una sombra aleteaba a sus espaldas. Eran hadas negras, hadas de Dennis.

- Entréganosla - exigió uno de ellos nada más acercarse, ya preparando sus armas.

Blue respondió lanzándole una flecha, justo en el pecho, este se desplomó al instante.

- Corre - dijo Blue hacia atrás, dirigiéndose a mí.

Y comenzó a volar hacia las hadas negras. A su vez, yo me apresuré para quedar a su altura y cargar a la vez.

Blue era rápido como el rayo, estaba luchando simultáneamente con cinco hadas, con esfuerzo pero sin demasiada complicación. A dos de ellas las había dejado inconscientes extrayéndoles el aire de su cuerpo antes de llegar a las otras seis.

Me apresuré hacia una de las hadas y ataqué con mi espada directamente a su pecho. Era el lugar más fácil por el tamaño y eficaz por los daños que produciría. El hada negra bloqueó mi ataque con su espada, sorprendido. Comenzamos una sucesión de ataques y defensa, estaba claro que era un soldado perfectamente entrenado, porque conocía todos mis movimientos. Los ataques de libro no funcionaban. Esquivando uno de los ataques, me agaché, me impulsé con las manos e hice tropezar al hada, cuando intentó estabilizarse con las alas, volé rapidamente a su espalda, inmovilizándoselas. Coloqué mi espada en su cuello y, cuando se rindió, golpeé su cuello con la empuñadura de la espada, cayó desplomado - no matamos a no ser que nuestra vida dependa de ello, siempre intentamos inmovilizar o anular - recordé las palabras de Luis.

Cuando me giré hacia Blue, había derribado a tres hadas, ahora estaba frente a frente con dos que, por el tamaño de su cuerpo y las insignias en su ropa, supuse que eran soldados más experimentados, el equivalente de Blue en Dennis. De los dedos de las hadas surgían nubes negras.

Las hadas de Dennis usan magia negra ya que no disponen de conexión con la naturaleza, recordé, usan su energía para convocar fuerzas oscuras.

De pronto, dirigieron esas nubes negras hacia Blue, este esquivó la primera pero la segunda se movió con él, cuando lo alcanzó, sus venas se hincharon y se ennegrecieron, como si un veneno estuviese pasando por ellas. Blue cayó de rodillas, con un pequeño sonido agónico.

Las hadas negras se giraron hacia mí.

- Es una pena matarlo, es muy poderoso - dijo uno de ellos.

- Era él o nosotros - contestó el otro.

Mi vista se clavó en Blue, no podía ser, no podía ser cierto. Ahora, en lugar de estar de rodillas, su cuerpo comenzaba a tenderse sobre el suelo, rígido, sin apenas movimiento.

La rabia se apoderó de mí. Volé hacia ellos con toda mi furia y, a mi paso, enormes raíces se alzaban conmigo. La primera cogió por sorpresa a las hadas, hiriendo a una de ellas en el brazo. Comencé a mover mis manos y dirigir las raíces hacia ellos, rasgué su ropa, los arañé pero no conseguía alcanzarlos lo suficiente. Sin duda, eran la élite del ejército de Dennis.

Aprovecharon una pequeña pausa en la que mis sentidos comenzaban a aturdirse, para juntar sus manos y crear una bola roja, cuando esta impactó en las raíces, las convirtió en cenizas.

Sin capacidad para hacerlas crear de nuevo, preparé mi espada para atacarles, me esquivaron sin mucha dificultad y un puño aterrizó en mi cara, haciéndome caer al suelo. Vi mi espada caer lejos, sin posibilidad de recuperarla. El rostro me ardía, pero la rabia ardía aún más, quería matar a esas hadas, quería vengarme.

Descendieron y se acercaron a mí, caminando a paso relajado, disfrutando de su victoria.

Cuando intenté levantarme, una niebla negra mantenía mi cuerpo anclado al suelo. Forcejeé pero no hubo manera de liberarme.

Cuando estaban a escasos pasos de mí, un reflejo apareció, ambas hadas habían sido atravesadas por una espada, se desplomaron en el suelo.

- Es imposibl... - intentó decir una con su último suspiro.