Con Blue vestido como una persona normal, pasamos el resto del domingo en un lago de un bosque cercano, ese, concretamente, siempre lo visitábamos mi madre y yo solas y nunca se lo había enseñado a nadie más porque lo sentía como mi pequeño lugar secreto, al que escaparme cuando necesitaba pensar o respirar.
Curiosamente, fue decisión mía sugerirle a mamá que llevásemos allí a Blue.
Preparamos ensaladas de distintos tipos: arroz, lechuga y pasta y las llevamos para comer allí.
Hicimos un pequeño picnic, en medio del claro, al lado del lago. Era una imagen idílica.
Después de comer, charlábamos animadamente, cuando el móvil de Karen sonó. Era una amiga, así que se disculpó y se retiró para hablar con ella tranquilamente.
Blue había sido muy amable todo este tiempo con Karen, algo que me sorprendía, ya que había dejado muy claro que la odiaba por los daños que había causado en Dru al traerme aquí.
- ¿Por qué ahora eres tan amable? - dije señalando con la mirada a mi madre, que se encontraba bastante lejos de nosotros.
Blue me miró confundido.
- Dijiste que la odiabas y, ahora la tratas como si realmente fuese tu tía o algo así.
- Esa mujer - dijo señalándola - ya no tiene nada del hada que te sacó de Dru. Tan solo permanecen los recuerdos contigo, aquí y eso la convierten en una madre buena, cariñosa, con el corazón puro. El estar contigo la ha convertido en eso. Es lo que produces en la gente - dijo esto último con un hilo de voz. Además - volvió a normalizar su tono - sería un necio si siguiese albergando odio por ella, cuando, como he dicho, nada tiene que ver con quien era antes.
Me sorprendió el corazón tan bueno y puro de Blue, que hacía posible tal perdón, y así se lo hice saber.
- Cariño - dijo mi madre acercándose - me ha llamado Marina, necesita que alguien la acompañe al hospital...
- ¿Qué le ha pasado? ¿Está bien? - la interrumpí.
- Si, no te preocupes, se ha tropezado y se ha hecho daño en un tobillo, por lo que no puede conducir y debo llevarla. ¿Vosotros os quedaréis aquí?
Dudé por un momento.
- Claro, no te preocupes, luego bajaremos caminando, al fin y al cabo, el camino merece la pena - sentenció Blue, sorprendiéndome.
Karen recogió todo y la ayudamos, luego lo metió en el coche y se fue.
Blue cerró los ojos por unos segundos y dió una vuelta sobre si mismo.
- No hay nadie - dijo satisfecho.
Y, para mi sorpresa, comenzó a desnudarse, dejando tan sólo sus boxer negros puestos. Después de eso, unas enormes y hermosas alas blancas aparecieron en su espalda. A continuación, se lanzó al lago.
La escena que presencié fue a la vez, tan preciosa que encogería un corazón y tan erótica que encogió mi entrepierna.
Blue volvió a la superficie, como a cámara lenta, vi aparecer el extremo de sus alas, que reflejaban parte de la luz del sol mientras la otra parte las atravesaba, junto con el agua, creaban un pequeño arcoiris en ellas. Luego, su cabello rubio, mojado, por el que descendían gotas que bajaban después por su musculado torso, por sus hombros y sus brazos.
Creo que, de forma no intencionada, pasó sus manos por la cara, para luego echar su pelo hacia atrás. Fue el gesto más sexy que había presenciado en mi vida.
Blue levantó su vista hacia mi y, consciente de la reacción que acababa de producir en mí, se sonrojó levemente.
- Ya echaba de menos poder sacar las alas y, la sensación más placentera es tenerlas fuera al nadar - y comenzó a mover sus alas, creando pequeños remolinos en el agua. A su vez, su rostro se iba relajando, supuse que la sensación que estaba sintiendo en ese momento era similar a la que sientes cuando estás cansado de trabajar y te dan un masaje que te relaja los músculos.
- Te vas a quedar ahí mirando o te vas a meter - preguntó divertido.
Una inmensa vergüenza me invadió.
<<¿Qué te pasa? Desde cuando te da vergüenza ponerte en ropa interior. Chica segura y confiada ¿dónde te has escondido?. ¿Por qué diablos Blue me hacía sentirme una niñita tímida de trece años?>>
Respiré profundo y me obligué a recuperar la confianza que solía tener.
Sin ningún pudor, me quité la camiseta y los shorts, quedándome con un sencillo sujetador negro acompañado de un tanga del mismo color.
Aún no llevando lencería llamativa, pude notar la mirada de Blue recorriendo cada curva de mi cuerpo, las cuales se podían ver mejor que nunca debido a la falta de ropa. Tardó poco en darse cuenta de que sus ojos vagaban por mi cuerpo, acompañado de, supongo que inconscientemente, un pequeño gesto mordiéndose el labio; lo que le hizo girar la cara bruscamente, dirigiendo su mirada hacia otro lugar.
Cuando el agua me llegaba un poco por encima de las rodillas, me zambullí en el agua e, intentando devolver el ambiente amistoso, buceé hacia éll para luego empujarlo y sumergirlo.
Unas risas acompañaron nuestra vuelta a la superficie. Pasamos la tarde tirándonos agua, nadando y, cuando comenzó a atardecer, nos sentamos en la orilla.
Uno al lado del otro, vimos al sol esconderse bajo las montañas. Sería nuestra naturaleza de hadas y la conexión que esta nos daba con el mundo natural, pero esto era algo que nos fascinaba y nos traía paz. Estuvimos hablando un buen rato.
Con Blue, podía hablar de cualquier cosa, era un gran conversador. Ya fuese de ciencia, literatura, curiosidades del mundo, cotilleos, sentimientos, recuerdos... no importa lo que fuese, era agradable hablar con él y, por como Blue me contaba sus cosas y me hablaba, me daba la sensación de que el sentimiento era recíproco.
El día llegaba a su fin y yo me sentía cansada. La proximidad con Blue me ponía nerviosa pero también me relajaba y traía paz. Cansada, y casi de forma inconsciente, dejándome llevar por mis sensaciones, coloqué mi cabeza en su hombro. Lejos de molestarse o apartarse, Blue colocó su cabeza sobre la mía.
Y allí nos quedamos, en silencio. Una leve brisa acarició mi piel y me hizo sentir frío. En ese momento, las alas de Blue, que seguían desplegadas, nos rodearon, atrayéndonos más, y guardándome del aire frío, dándome refugio.
Eso era Blue para mi, un refugio, mi refugio.
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Fairy Queen: Un mundo mágico [COMPLETA ⭕✔]
Fantasía¿Qué se supone que debe hacer una chica de dieciocho años que acaba de descubrir que su vida es una mentira, que hay muchas cosas más allá de la vida que conocía? Hadas blancas,hadas oscuras, luchas de poder y ella, su reina. Al nacer, una de sus do...