Fairy Queen: Un mundo mágico [COMPLETA ⭕✔]

🌌 Capítulo XXXVI. El hijo del jefe 🌋

- Blue, no entiendo nada, es un hada negra y su energía... - comencé a decir.

- Te lo explicaremos todo ahora. - interrumpió Blue.

Al acercarnos al hada negra, esta se apartó y nos indicó con una sonrisa burlona que pasasemos al interior de aquella cabaña.

Allí me explicaron que me quedaría allí con Black. No entendía por qué Blue se fiaba de un hada negra y menos con esa energía tan oscura, además, nos habían atacado y causado una guerra, nada tenía sentido.

Me comentó entonces que Black le debía un favor, un gran favor, en uno de esos viajes de Blue hacia el mar, se había encontrado a una pequeña hada ahogándose, usó su poder con los elementos para que el aire la elevase y la sacase del agua, resultó ser la hermana pequeña de Black que había querido ver mundo más allá de Dennis. Black llegó poco después al lugar, había estado rastreando a su hermana pero, si no fuese por Blue, no habría llegado a tiempo para salvar a su hermana. En ese momento, cuando la vida de una pequeña había estado en juego, las rivalidades entre hadas negras y blancas se esfumaron, ambos volvieron a sus respectivos caminos pero Black quedó en deuda eternamente con Blue, había salvado a la persona que más quería. Así, Blue envió un mensaje en una hoja a Black para darle la oportunidad de saldar su deuda, y aquí estaba yo.

Resultó que Blue no sabía mucho más sobre Black y, si lo sabía, no quería decírmelo, tampoco me dijo cuánto tiempo deberíamos quedarnos aquí.

- Te quedarás el mínimo tiempo posible, te lo aseguro - dijo.

- ¿Me quedaré? Espera, ¿tú no te vas a quedar aquí conmigo? - pregunté.

- No puedo. Debo volver a Dru e intentar arreglar esto, buscar una solución con Ezio, desde aquí no puedo hacer nada. Además, no deben sospechar de mí, sino perderé toda mi influencia y no podré ayudarte - decía mientras abría los muebles de la cocina guardando algunos alimentos.

- No puedes estar hablando enserio. Blue, me da igual Dru, no quiero que te vayas, por favor.

Blue se detuvo y cogió mi rostro entre sus manos.

- Volveré pronto y te llevaré de nuevo a Dru, por fin podremos estar juntos y todo saldrá bien, pero para ello debo irme. Confía en mí, por favor, sólo te pido que confíes en mí.

No necesitaba leer la energía de Blue, sus ojos y su voz ya me lo decían todo, le dolía tanto como a mí, o más, tener que irse y dejarme aquí. Me estaba suplicando que no se lo pusiese aún más complicado. Suspiré y dejé que mi cara reposase en sus manos.

- Ten cuidado, por favor - dije y comencé a abrazarlo - te echaré mucho de menos.

Blue me abrazó fuerte, no quería dejarme ir.

Compartió unas palabras con Black, este se limitó a asentir y salió de la cabaña, lo acompañé y compartimos un último beso.

- Te quiero más que a mi vida - me susurró antes de salir volando.

Me quedé allí, mirándolo a él, y cuando desapareció de mi vista, me quedé mirando el mar. Jamás había visto un mar tan hermoso como este. Centré mi mirada en las olas rompiendo en la playa, dejando que estas ocupasen todo el espacio en mi mente.

- No sé cómo podéis vivir en Dru sin esto - dijo una voz a mi espalda, era Black, tenía un tono que intentaba ser amable pero, aún así, su voz profunda seguía transmitiendo peligro.

Me levanté inmediatamente, no quería estar cerca de él.

Black soltó una risa irónica.

- Me esperaba más de usted, majestad - dijo en un tono burlón.

Y entonces me di cuenta, estaba siendo completamente desagradecida, él se había comprometido a protegerme, incluso cuando las propias hadas negras intentaban capturarme y yo estaba apartándome de él por el mero hecho de que era un hada negra, simplemente por su raza, sin conocerlo. Había caído en los prejuicios que tanto criticaba en la tierra, lo estaba juzgando sin conocerlo.

- Lo siento. Me disculpo por mi actitud, han sido unos días muy estresantes y mis acercamientos con hadas negras no han sido del todo positivos...

- Lo entiendo, sé que mis conjéneres os han estado dando un par de visitas no muy agradables en Dru, pero te aseguro que aquí nadie te hará daño, nadie te encontrará - dijo esto último con un toque en su voz que pretendía conseguir justo lo que me produjo, miedo.

Al ver mi expresión, dejó salir una carcajada.

- Oye, relájate, era broma ¿vale?. Joder, te has acostumbrado demasiado a Dru y a las hadas blancas, con tanta amabilidad y amor, ¿tan rápido se te ha olvidado el humor negro de la tierra? madre mía, te vendrá bien estar en Dennis un tiempo.

- ¿Cómo sabes que soy de la tierra? espera, - y entonces caí - ¿por qué me has llamado majestad? ¿Blue te lo ha contado todo?.

- Oh, no hizo falta. Si, me lo contó, era necesario para saber a qué riesgos debía estar preparado, pero ya lo sabía antes de que él me dijera nada - concluyó.

- ¿Cómo es eso posible? Ni siquiera los habitantes de Dru saben quién soy...

- Bueno, son las ventajas de ser el hijo del jefe - dijo con una sonrisa de suficiencia.

- ¿Tu padre es Tyrion? - inquirí.

Black se limitó a asentir.

- Entiendo entonces que tu padre es el que ha ordenado a las hadas negras a atacar Dru para capturarme - Black volvió a asentir - y en cambio tú estás aquí ayudándome y ocultándome de ellos.

- Siempre he sido un rebelde - soltó.

Lo miré, confusa.

Black suspiró.

- Mira, mi padre es un hombre demasiado malvado hasta para mí, no me interesa lo que haga, me limito a obedecer si me da alguna orden directa pero ni soy parte del ejército de Dennis, ni sigo los pasos de mi padre ni nada que se le parezca. Acepto las ventajas de ser su hijo pero me interesa más bien poco lo que tenga que ver con las conspiraciones del reino. Y es por eso mismo que puedo estar aquí, haciendo de niñera, porque es habitual que desaparezca y esté por ahí, sin rendirle cuentas a nadie, ¿de acuerdo?. Así que puedes estar tranquila, me la soplan los planes de mi padre respecto a ti, yo me limito a saldar una deduda. Fin.

- ¿Y sabes por qué quieren capturarme?.

Black pareció recuperar el interés.

- ¿No tienes ni idea de quién eres realmente, verdad? - dijo con una sonrisa diabólica - Esto va a ser más divertido de lo que creía.