🌌 Capítulo XII. Aguafiestas 🌋

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Luché conmigo misma para evitar que mi mente le diese vueltas al hecho de haber hecho que mi mejor amiga no intentase nada con Blue.

Y cuando lo pensaba, llegaba a pensar que era razonable. Es más, no había ningún otro motivo mas allá de evitarle dolor y sufrimiento a Laura. Es decir, su relación se basaría en mentiras, ella jamás sabría que él es un hada y, además, tendría que mentirle constantemente y estar desapareciendo, algo totalmente negativo para la relación. Así que sería mejor evitarles ese sufrimiento antes de que pasase nada, ¿verdad?.

Lo mismo se podría decir de mí y David, la sinceridad total se iba a tener que esfumar, porque no podría contarle nada de esto, además, de hacerlo, creería que estoy loca. Yo misma valoro esa posibilidad. Si no fuese porque tengo aquí a Blue y todos parecen verlo, creería que mi cabeza se está inventando todo esto. Pero... el caso es que... ¿está mi relación con David destinada a fracasar?. Aún así, no es lo mismo, ya estábamos juntos antes de saber nada de esto, no es como empezar sabiendo que va a salir mal.

La noche se dividía en los momentos que estaba bailando, bebiendo y cantando, y los momentos en los que todos estos pensamientos recorrían mi mente. Creo que si alguien supiese lo pasaba en mi cabeza me diagnosticarían bipolaridad de manual.

Por suerte, siempre he sido muy buena en ocultar mis emociones, por lo que puedo hacer creer a la gente que estoy bien cuando no es así. Algo que insisto en que los demás no hagan pero en lo que yo soy la campeona. Es un don, no bueno, pero un don.

- Todo saldrá bien - escuché decir a Blue a mi espalda.

Me sobresalté, no sabía que estaba tan cerca, y menos me esperaba que me dijese eso.

- ¿A qué te refieres? - pregunté confundida.

- Veo que te estás preocupando con el que va a pasar, y todo saldrá bien. No lo parece, porque es algo nuevo y no sabes cómo afrontarlo, pero cuando pierdas el miedo, será cuando comiences a controlar la situación.

- Es imposible - dije.

Blue me miró confundido.

- Es imposible que supieses que me estaba comiendo la cabeza, nadie nunca se ha dado cuenta - continué.

Se limitó a encogerse de hombros, dedicarme una sonrisa tímida y alcanzarme una copa.

Era  ginebra con limón, de un trago me bebí medio vaso.

El calor que me produjo al bajar por mi garganta se fue extendiendo luego al resto del cuerpo y, poco a poco, todas mis preocupaciones se esfumaron. Al menos por esa noche.

Todos bebimos bastante y se nos veía un tanto afectados por el alcohol, excepto a Blue, que, por algún motivo, el alcohol parecía no afectarle.

La noche acabó siendo memorable, risas, bailes, canciones compartidas, incluso le enseñé un par de bailes a Blue, que parecía divertido al verme. Compartí abrazos, muchos abrazos con todos mis amigos y amigas, me sentía afortunada de tenerlos y, ahora, más que nunca, valoraba su presencia.

También compartí besos, muchos besos, con David. Algunos dulces, en medio de la pista, otros tímidos, en medio de una canción y algunos muy calientes, en alguna esquina del club. Esos últimos fueron los que nos llevaron a un callejón detrás del club, incapaces de controlar ya nuestras manos ni nuestros deseos y, el alcohol, no nos hacía ningún favor para controlarnos.

Sentía los labios de David recorrer mi cuello, bajando hasta mi pecho, mientras una de sus manos me agarraba fuerte de la cintura, aferrando su cuerpo al mío y la otra apretaba mi trasero. Mi espalda, apoyada en la fría pared era el contraste perfecto respecto al cálido cuerpo de David.

No  tardó mucho en buscar con sus labios los míos para, a su vez, levantarme del suelo.

En ese momento, la puerta trasera del club se abrió y escuchamos.

- Sofi ¿estás aquí? me ha llamado Karen y... - dijo mientras se acercaba para, luego, hacerse el sorprendido - ¡mierda! ¿os he interrumpido? , creí que David estaría fumando no... lo siento.

David, frustrado pero divertido, colocó su frente en mi hombro, luego con una risa, depositó un beso en él e hizo descender de nuevo mis piernas al suelo.

- No te preocupes, tío. Nos pasa más de lo que crees. ¿Karen está bien? - comentó David sin un ápice de maldad, le caía bien Blue y se notaba.

- Si, me ha llamado para decirme que intentemos no volver muy tarde porque mañana quiere hacer una comida de bienvenida para mi en el campo.

David mira su reloj.

- Siendo así, igual deberías irte a casa, cariño - dijo David mirándome. Yo no me había apartado de su lado y me mantenía abrazándolo por la cintura con mi cabeza en su pecho. Estaba cachonda, borracha y tenía sueño. Dato: ese es mi estado más plasta y de lapa total.

Me limité a soltar un pequeño gruñido.

Eso hizo a David reír y sentí su pecho moverse de la risa.

- ¿Queréis que os acompañe a casa? - preguntó David mientras me daba caricias en la espalda.

Blue negó con la cabeza.

- No te preocupes, tú no estás para conducir tampoco y no estamos muy lejos de casa. Iremos caminando, hace buena noche - contestó Blue amablemente.

- Aguafiestas - dije dirigiéndome a Blue y sacándole la lengua - pero si, si mañana quiero disfrutar de la comida será mejor que me acueste pronto - besé a David - te avisaré cuando lleguemos. Voy a despedirme de las chicas. Te espero fuera - dije dirigiéndome ahora a Blue.

Él asintió.

Luego de despedirme de Sara y  Laura y un par de compañeros más con los que me encontré, me dirigí a la salida, Blue ya estaba allí, esperándome.

Estaba sentando en las escaleras, mirando al cielo, con sus manos apoyadas detrás de su espalda. Su melena se movía con el viento y reflejaba las luces que salían del club. Por un momento me quedé embobada mirándolo, maldito alcohol.

Pareciendo notar mi presencia, Blue giró su cabeza para encontrarme mirándolo. Mierda.

Esbozó una pequeña sonrisa y se levantó.

- ¿Nos vamos?

Asentí.

Fairy Queen: Un mundo mágico [COMPLETA ⭕✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora