- Necesito ir a la tierra, Black, estarán preocupados. No puedo hacer como si no existiesen.
Black, cansado de decirme que no iríamos durante toda la tarde, se limitaba a ignorarme. Habia pasado tres días aquí, no tenía señales de Blue y no parecía que pudiese volver pronto a mi vida normal, estaba segura de que ahora, ningún hada blanca visitaría la tierra para enviar mensajes desde mi móvil, o, al menos, no sabía si Blue lo estaba haciendo. Asi que estaba intentando convencer a Black de que me llevase a la tierra.
- ¿Sabes siquiera ocultar tus alas? - me preguntó frustrado.
Palidecí, no lo había pensado, para mí ya era algo totalmente normal, las alas ya eran parte de mí pero, sin Blue para que modificase la luz solar, si viajaba así a la tierra, todos me verían con estas alas... No hizo falta contestar, por mi expresión Black entendió que la respuesta era negativa.
- Genial, héroe, ¿y si no sabes hacerlo cómo pretendes pasar desapercibida? Tampoco tienes tu teléfono para enviarles un mensaje y tranquilizarlos, ¿cuál es tu plan?.
Solté un suspiro, agotado y frustrado. Black ablandó su tono, lo cierto es que había sido tremendamente amable conmigo durante estos días, muy comprensivo.
- A ver... podemos intentar entrenar para que seas capaz de guardarlas... ¿cómo hiciste para que surgiesen la primera vez? - preguntó.
Un leve rubor apareció en mis mejillas. La energía de Black se agitó curiosa, giró levemente su cabeza.
- Bueno, yo... besé a Blue.
- Así que los besos activan tus alas ¿eh? - dijo acercándose a mí como un animal acechando.
Inconscientemente comencé a retroceder. Cuando mi espalda golpeó la pared de la cabaña, me enderecé.
- No, no son los besos, digamos que también pasó algo con Ezio primero y no surgieron, fue al besar a Blue, sólo a Blue - dije haciendo énfasis en estas últimas palabras.
Black levantó las manos y dedicó una pequeña sonrisa, inocente, ¿inocente?.
- Bien, digamos entonces que la excitación fue la responsable de que surgieran tus alas, tendrás que intentar relajarte y centrarte en la imagen de tus alas volviendo a ti, ¿te ves capaz?.
- Hacía meditación en la tierra, no veo por qué no.
- Pero llevas ya tres días aquí, esto sería mucho más fácil para ti en Dru.
Me dirigí hacia mi cuarto, me coloqué un pequeño vestido blanco vaporoso, cómodo que me permitía gran libertad y me dirigí hacia la playa. Allí, me senté en la arena, cerré los ojos y dejé que los sonidos del lugar me invadieran, las olas del mar y el sonido de los árboles meciéndose al viento predominaban. Comencé a trabajar la respiración, al igual que hacía en aquellas clases, pero mi mente no se centraba, en lugar de tenerla en blanco, bueno, tenía la mente en negro. Emociones y más emociones invadían mi mente, el enfado por lo que me había pasado este último mes era el más predominante. Después de intentarlo durante un tiempo, abrí los ojos, frustrada.
Black estaba a mi lado, ni siquiera me había dado cuenta de cuándo había llegado.
- La paciencia y tranquilidad es inherente a las hadas blancas pero inalcanzables para las hadas negras, como te dije, el tiempo en Dennis está durmiendo a tu hada blanca y despertando a tu hada negra.
- Entonces no podré ocultar mis alas y volver a la tierra - dije dejando caer mi espalda en la suave arena. ¿Cómo las ocultáis las hadas negras?
- No lo hacemos todos de la misma forma, ni siquiera las hadas blancas, en tu caso debe ser a través de las emociones porque aún no tienes suficiente control de tus poderes, en unos meses, con todo tu potencial, serás capaz de hacerlas aparecer y desaparecer a voluntad.
- Unos meses es demasiado - gruñí.
Black suspiró.
- Si me das dos días puedo juntar algunos ingredientes para hacer un ungüento de ocultación, pero te va a doler - asentí - mucho.
- Lo soportaré. Debo asegurarme de que todos están bien, saben quién es mi familia y mis amigos, quiero comprobar que no les hayan hecho nada para descubrir dónde estoy.
- Empezaré a prepararlo entonces - dijo alejándose.
No me moví, me quedé en la arena, contemplando las olas del mar y, cuando el sol comenzó a ponerse y la luna brillaba en el cielo, mi cuerpo me llevó al mar. Me quité el vesito y me sumergí en el mar en ropa interior. Allí, con la luz de la luna reflejando en el mar y en mi piel, las olas sacudiendo mi cuerpo y el aire golpeando mi cara, por fin volví a sentir esa paz que creí que se había desvanecido. De nuevo, volví a sentir que tenía un hogar, aunque no comprendía este sentimiento. Y es que el mar, infinito, inmortal, impasible, me atraía con su misterioso susurro.
Una figura alta y musculosa salió del bosque y la luna iluminó su cuerpo. Comenzó a acercarse. Por algún motivo, no podía ver su energía pero mi corazón dio tal brinco que estaba segura de que se trataba de Blue.
Al acercarse más pude ver que no era Blue, sino Black y sentí como mi respiración se entrecortaba, sin comprender lo que acababa de sentir. Ahora si pude ver su energía, bailaba feliz. Llegó a la orilla, su mirada se dirigió a mi vestido en el suelo, sonrió y se quitó la ropa, dejando solo sus calzoncillos. Luego alzó el vuelo y avanzando un poco, se dejó caer en el mar. Durante un minuto no pude ver nada en la superficie, luego, una cabeza emergió, a unos metros de mí. Una sonrisa sincera iluminaba su rostro.
- Enhorabuena, ya te comportas como un hada negra - lo miré, confundida - ¿esta sensación de satisfacción absoluta al estar aquí en el mar? lo sentimos todas las hadas negras. Por eso te has visto empujada a entrar. Las hadas blancas odian el mar por su descontrol, impulsividad y lo imprevisible que es, nosotros lo idolatramos por el mismo motivo.
Cerré los ojos levemente y dejé que el mar meciese mi cuerpo.
- Entonces me alegra no ser un hada blanca - dije sin pensar.
Respiré profundo y noté como, poco a poco, mis alas comenzaban a pesar menos. Cuando me di cuenta, se habían guardado en mi espalda.
Black me sonrió, esta vez de una forma que no pude describir. Su energía se movía, excitada y comencé a preocuparme de sus intenciones. Mi corazón comenzó a latir tan rápido que creía que se me iba a salir del pecho.
Black comenzó a acercarse a mí y yo me quedé paralizada en el lugar, tan solo moviéndome por los movimientos del agua.
Una vez más, Black me miraba como un depredador.
Su pecho estaba casi rozando el mío. Noté que él estaba conteniendo la respiración mientras que mi pecho subia y bajababa descontroladamente. Acercó su boca a mi oído y me susurró.
- Tu cuerpo desnudo bajo la luz de la luna es la imagen más excitante que he presenciado jamás.
Comenzó a apartarse y su nariz rozó mi cuello. Un golpe eléctrico recorrió todo mi cuerpo y mis alas surgieron de nuevo.
Black sonrió orgullloso y su energía se movió, altiva y sobervia.
- Así que solo un beso de Blue ¿eh? - dijo con un tono burlón.
Furiosa y avergonzada, moví mi mano y una gran masa de agua cayó sobre Black, hundiéndolo en el mar. Mientras, yo salí del agua y regresé a la cabaña.
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Fairy Queen: Un mundo mágico [COMPLETA ⭕✔]
Fantasia¿Qué se supone que debe hacer una chica de dieciocho años que acaba de descubrir que su vida es una mentira, que hay muchas cosas más allá de la vida que conocía? Hadas blancas,hadas oscuras, luchas de poder y ella, su reina. Al nacer, una de sus do...